El duro discurso de Pablo Casado contra Santiago Abascal en la moción de censura ha provocado un terremoto político en la derecha que tendrá su réplica en Madrid, Andalucía y Murcia.

En estas tres comunidades, el Partido Popular precisa del apoyo de Vox para aprobar los Presupuestos de 2021. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el partido a la derecha de los populares encarecerá ahora su apoyo a las cuentas a modo de vendetta.

Aunque Vox no forma parte del gobierno en ninguna de estas regiones sí que fue determinante con su apoyo externo para propiciar que el Partido Popular -junto a Ciudadanos- se hiciera con el mando. Ahora, son también determinantes para la aprobación de los Presupuestos antes de que 2020 llegue a su fin.

Las exigencias de Vox siempre se han articulado en torno a tres ejes fundamentales: reducir el gasto político, eliminar lo que ellos consideran «subvenciones ideológicas» y bajar impuestos. Y así seguirá siendo, aunque ahora se endurecerá el talante negociador del partido.

Desde Vox pretenden así escenificar su enfado después de que Pablo Casado diera un portazo a la formación de Santiago Abascal en el Hemiciclo. Y es que el discurso del líder del PP fue entendido como un verdadero portazo en las narices en el seno de la formación que planteó esta semana una moción de censura al Gobierno de Pedro Sánchez.

En primer lugar, fue un portazo a Abascal. Y lo fue por la dureza con la que el líder del PP se dirigió al candidato a la Presidencia -«usted pasará y sólo dejará escombros«-, pese a la amistad que ha unido a ambos dirigentes políticos desde su juventud.

«Ha sido una caricatura de Santiago Abascal, al que usted conoce bien y que no es el que ha descrito» le respondió su antiguo compañero de filas, cuyo pasado en el PP había recordado Casado. «No me lo esperaba«, lamentó Abascal.

Y en segundo lugar, fue un portazo a Vox porque en su alocución Pablo Casado reivindicó la concordia, la diversidad y el espíritu del 78 en contraposición a las formas populistas y a las propuestas maximalistas del partido de Abascal.

Madrid

En la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso aún no tiene un documento redactado en torno al cual articular una negociación. Según confirman fuentes del Ejecutivo a EL ESPAÑOL, los Presupuestos aún se encuentran en fase de «trabajo técnico con las Consejerías». «Cuando tengamos el proyecto definido, se lo plantearemos a Vox», abundan estas fuentes.

Entonces será cuando los populares verán cuál es la predisposición de la líder de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, que este jueves exhortaba en la Asamblea a Ayuso a reducir «gasto político y los impuestos». «Ven los 22 ministerios de Sánchez pero no sus 13 Consejerías», criticaba Monasterio.

Además, el grupo parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid pidió a Ayuso que no se una «al consenso progre» y que no «muerda la mano» del partido que permite gobernar al PP en la región.

El Gobierno de coalición entre Ayuso (PP) y Aguado (Ciudadanos) elaborará un documento y lo presentará ante Monasterio (Vox), aunque la realidad es que los 12 diputados de Vox en la Asamblea de Madrid se antojan imprescindibles para sacar adelante las cuentas públicas. Así que populares y liberales deberán escuchar las demandas de Vox y, a partir de ahí, decidir cuánto ceden y qué líneas rojas marcan.

El consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid,Javier Fernández-Lasquetty, se reunió el pasado mes de julio con Rocío Monasterio «para compartir con ellos el arranque de la elaboración de Presupuestos y más o menos el calendario que íbamos a seguir y las dificultades a las que nos enfrentábamos».

El consejero, en una entrevista concedida en septiembre a Madridiario, anunció que «quedamos en que empezaríamos a hablar y a negociar cuando lo tuvieramos armado». Y zanjó: «En esas estamos, por lo que no se ha negociado nada«.

Andalucía

En Andalucía, el portazo de Pablo Casado y el tuit del PP con la frase «Sí a España, no a Vox», posteriormente borrado, encendió un fuego difícil de apagar que se materializó en forma de plantón de la formación de Santiago Abascal a la Junta. Lo hizo en una reunión de negociación de los presupuestos de la comunidad prevista para este jueves. Las explicaciones las dio ya por la tarde el portavoz andaluz, Alejandro Hernández, que en un principio alegó problemas de agenda.

Tras las justificaciones protocolarias, Hernández reconoció que las palabras de Pablo Casado han abierto «interrogantes e incertidumbres» en las relaciones entre ambos partidos a nivel andaluz. Se abre un nuevo tiempo porque, a su juicio, la cordialidad y la confianza entre las formaciones se ha visto «quebrada» aunque dejó claro que no les gustaría retirar su apoyo.

Sobre las negociaciones de los Presupuestos de la Junta, ante este nuevo escenario, el líder andaluz considera que tienen que ser replanteadas. Por ello, llevará nuevas exigencias con el consejero de Hacienda, Juan Bravo, la próxima semana.

«Se ha faltado al respeto a los votantes de Vox«, señaló Hernández. Así, aplazó al Ejecutivo andaluz a pactar el futuro documento presupuestario con los «compañeros del cordón sanitario a Vox».

Vox en Andalucía se enfrenta a una nueva encrucijada. La entonces docena de parlamentarios firmó en 2019 un acuerdo de investidura para hacer al popular Juanma Moreno presidente de la Junta de Andalucía. Sustenta así el Gobierno autonómico de PP y Cs, partidos a los que ha garantizado su apoyo y ha dado su voto en los dos presupuestos anteriores.

Murcia

En Murcia, la situación es parecida a la de la Comunidad de Madrid. El Ejecutivo de Fernando López Miras ni siquiera ha presentado aún el techo de gasto.

Por lo pronto, el Gobierno en coalición entre Partido Popular y Ciudadanos deberá redactar un proyecto y presentarlo ante Vox. Ante esta nueva relación entre ambas formaciones, es posible que la formación a la derecha del PP aumente sus exigencias iniciales.

De todos modos, fuentes populares en Murcia aseguran a este periódico que no esperan exigencias tan duras como las que podría plantear la derecha dura en Andalucía. Y es que Vox sufre en Murcia una grave crisis interna que derivó en la expulsión del partido de tres de los cuatro diputados con los que cuenta en la Asamblea regional.

Éstos siguen dentro del grupo parlamentario pero ya no como miembros de la formación que lidera Santiago Abascal a nivel nacional.

Por ello, el PP de Murcia no espera grandes complicaciones «Según el propio Abascal, no iba a afectar en nada…«, recuerdan fuentes populares en la región.

 
 

FUENTE: ELESPAÑOL