El Consejo de la Transparencia es el órgano independiente de control en materia de transparencia en la Comunidad Autónoma, que vela por el cumplimiento de las obligaciones de publicidad activa y garantiza el derecho de acceso a la información pública. Depende de la Consejería de Transparencia que dirige Beatriz Ballesteros (Cs) y preside José Molina hasta el 31 de Julio, enorme defensor de la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas y en el control del gasto público como única alternativa para evitar que sean los grupos de poder los que deciden en que se invierte el dinero.
La ciudadanía tiene que participar en el control del gasto público y ver qué se hace en el sistema de salud, la educación de nuestros hijos o en la distribución del agua, bienes públicos que no se pueden vender ni mercadear con ellos. La sociedad tiene que dar respuestas que permitan afrontar los retos del futuro, participar, conseguir que se abran los presupuestos para que el gasto sea transparente, en lugar de ser orientados en función de los intereses de los “lobbies fácticos” y “logias de presión”.
El CTRM se constituyó al amparo de la Ley de Transparencia y Participación Ciudadana de la Región de Murcia, como máximo órgano independiente y de control de las instituciones públicas, garante del derecho de acceso a la información pública de los ciudadanos, y totalmente participativo en su composición, al estar representados altruistamente todos los sectores de la sociedad civil.
Los distintos Gobiernos regionales (de las fantochadas municipales mejor no hablar), inmersos en infinitos casos de corrupción, desencadenaron una perversa cruzada contra este órgano, con el objetivo de desacreditar y debilitar cada paso que se daba en la incansable lucha por que la transparencia en las instituciones murcianas fuera una realidad. La Transparencia, el Buen Gobierno y la Participación Ciudadana, se convierten paso a paso en una exigencia de la ciudadanía, frente a la corrupción, la opacidad, la manipulación y los intereses personales o partidistas.
Combatir la corrupción requiere un esfuerzo infrahumano que abarca un amplio campo de actuaciones, unas muy ingratas y otras gratificantes, y quienes tienen experiencia en llevarlas a cabo, luchan cada día por cambiar las reformas legales que se precisan para ello y llevan tiempo aportando medidas e ideas eficaces para tal fin, como es el caso de la O.N.G.”Murcia Transparente”, exigiendo cada día a los responsables públicos y dirigentes políticos, que no utilicen más la transparencia como una coartada de cara a la galería y tengan la voluntad de ser realmente transparentes evitando que el fenómeno les afecte a ellos. Desde esta organización en colaboración con el Consejo de Transparencia y Transparencia Internacional, seguiremos vigilantes y denunciaremos todos los comportamientos que no contribuyan a eliminar las prácticas de corrupción, sea cual sea, la administración, partido político, organización o persona que las practique.
Sería inaceptable que el Gobierno regional institucionalizara el CTRM, convirtiéndose en juez y parte y anulando así este órgano. Sería inconcebible que el Consejo de Transparencia se convirtiera en otro Consejo de RTRM”, y el bipartidismo infiel….»como quien oye llover”. ¡QUE SIGA LA FIESTA!