INSERTAMOS HOY UN ARTICULO DE JUAN RAMÓN CALERO, UN ANÁLISIS SERIO Y COMPROMETIDO CON SUS PRINCIPIOS EN EL QUE NOS OFRECE UNA LECCIÓN  DE LA QUE DEBEMOS SACAR CONCLUSIONES REALISTAS, ÉTICAS Y POLÍTICAS. NO NECESITA PRESENTACIÓN, SU FIGURA E IMAGEN SIGUE SIENDO UN VALOR RECONOCIDO EN LA REGIÓN. ALCANZÓ ALTOS CARGOS EN EL PARTIDO POPULAR A NIVEL NACIONAL Y REGIONAL. ABANDONÓ SUS ACTIVIDADES POLÍTICAS SOLICITANDO LA BAJA JUNTO A OTRAS  FIGURAS HISTÓRICAS Y EJEMPLARES DEL PP, TRES AÑOS DESPUÉS DE ACCEDER A LA PRESIDENCIA REGIONAL EL FAMOSO VALCARCEL…

 

 




 

ASÍ ME PARECE

En el llamado “proceso” separatista catalán, es imprescindible que gane el Estado español, porque sólo esta victoria va a garantizar la permanencia de la unidad de España, la convivencia en paz y en libertad, los derechos de los ciudadanos y el respeto a la legalidad. Y esa victoria del Estado español ha de ser en todas y cada una de las fases de ese “proceso”. Hasta ahora, la estrategia de los separatistas era secreta, pero poco a poco se ha ido desvelando. Por lo que ya sabemos, las fases o hitos más importantes de la llamada hoja de ruta de los separatistas son las siguientes:

1.- Primera fase: el golpe de Estado en el Parlamento catalán. Con la Constitución en la mano, es imposible que Cataluña alcanzase la independencia y pudiese proclamar la república. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española. Ni siquiera reúnen los separatistas votos suficientes para reformar su propio Estatuto de autonomía. Se trataba, por tanto, de dejar sin efecto la Constitución y el Estatuto, pero esto sólo era posible hacerlo sin respetar las reglas democráticas y violentando el propio reglamento del Parlamento, al negar a la oposición el derecho de enmendar los proyectos de ley de referéndum y de desconexión. De este modo se consumó el golpe de Estado. Se subvirtió el orden constitucional y estatutario, y se está intentando sustituir la legitimidad constitucional por una legalidad aparente, impuesta por una minoría que ni siquiera representa a la mitad de la población de Cataluña.

En esta fase, la victoria del Estado español ha sido contundente. El Tribunal Constitucional ha neutralizado el golpe: primero, suspendiendo la vigencia de las leyes de referéndum y de desconexión; y, segundo, mediante la declaración de la nulidad absoluta de esas leyes, lo que con toda seguridad ocurrirá en fechas próximas.

2.- Segunda fase: el referéndum ilegal. Los separatistas lo necesitan como una operación mediática, de imagen; como un punto de partida para proclamarse legitimados por esa supuesta voluntad popular.

No se les puede ceder esta baza. Ni siquiera que logren un mínimo o patético simulacro de votación. La victoria del Estado español tendrá que consistir en que sea físicamente imposible que se celebre la consulta: que no haya junta electoral efectiva; que no haya mesas constituidas; que no se abran los colegios electorales; que no haya urnas, ni papeletas; ni actas; ni recuentos.

Esta victoria del Estado español es imprescindible para el futuro. La Guardia Civil y la Policía tienen que actuar. No nos debemos dejar intimidar ni arredrar por los lamentos de los hipócritas, o de los falsos demócratas, o de los cínicos separatistas, o de los admiradores de Nicolás Maduro.

3.- Tercera fase: la rebelión social. Los separatistas están movilizando a sus bases. Hoy domingo llenarán las calles de las ciudades y pueblos de Cataluña. Quieren dar la imagen ante el mundo de que están efectuando una revolución contra un Estado  opresor. Y quieren basarse en ese tumulto social para, la semana siguiente, desde el parlamento, proclamar la independencia.

 

 

De este modo, la única forma de que el Estado gane esta batalla es hacerles frente a los separatistas con las fuerzas de orden público, para que no rebasen los límites del derecho constitucional a manifestarse. Pero habrá que actuar sin complejos. Haga lo que haga la Guardia Civil o la Policía, será usado por los separatistas para alardear de víctimas de un Estado autoritario. Por tanto, hágase lo que se deba.

4.- Cuarta fase: la declaración unilateral de independencia. Se hará en los próximos días en el Parlamento catalán. Si ha habido referéndum ilegal, porque lo ha habido; y si no lo ha habido, porque los separatistas se arrogarán la representación de toda la sociedad catalana.

Al llegar a este punto, la victoria del Estado español sólo será posible aplicando el artículo 155 de la Constitución. Ya no habrá más excusas. Ya no se podrá seguir refugiando Rajoy en las togas. Se reunirá el Senado, y se debatirá sobre las medidas a aplicar para restablecer el orden constitucional. Me temo que será inevitable suspender el funcionamiento de las instituciones autonómicas catalanas. Me temo que será inevitable detener y encarcelar a los autores, y demás compañeros de viaje, de los delitos de sedición y rebelión. Y me temo que será necesario que intervengan las fuerzas armadas.

Después, en el caso de que el Estado español haya vencido, y cuando haya pasado esta tormenta de pasiones y sea posible el retorno de la razón, habrá que convencer. Convencer después de vencer. Necesitaremos mucho tiempo; tanto como el empleado por los separatistas para inocular a varias generaciones el odio a España. Pero podremos conseguirlo. Para empezar, si ha vencido el Estado, ya se habrá dado un gran paso para convencer, porque la Historia enseña que la mayoría de la gente está siempre dispuesta a dejarse convencer por los vencedores.

 

 

Fdo. Juan-Ramón Calero Rodríguez