Un pasado por borrar y un futuro sin turbiedad, así reza uno de los lemas socialistas a secundar por los rincones de C/Progreso – 4. Y actualmente cobra quizá mayor dimensión que nunca.Porque el PSOE mazarronero hoy en día lo tiene todo de cara para afrontar el futuro con sana ambición y renovada ilusión a partes iguales. Un partido remozado (solo algún elefante sagrado del Sanedrín incordia), con definidos proyectos a la vista que ilusionan a la militancia que en clave electoral les coloca con ciertas posibilidades de gobernanza, claro está, siempre que jueguen bien sus cartas en los inevitables pactos a posteriori.                                                                                                                                                           
Pero todo esto, evidentemente, depende de matemáticas y meigas, de la alineación de los astros y del “juego limpio” imprescindible para sumar al final repartiendo con generosidad. Y ahí parece que esta vez también hay mimbres para un futuro esperanzador. Con Miras y su tenacidad al frente del partido y la flamante irrupción in extremis del trío femenino de la candidatura, sin olvidar a los noveles de la ejecutiva que con todo merecimiento debutan, se ha hecho un equipo acorde con las mejores posibilidades a mano. Por eso  sería bueno aclarar el futuro cuanto antes, y despejar de cara al electorado el posicionamiento político de una vez. El del “paquidermo mentor”, por ahora está definido, parece tener atado el trato por la izquierda. Con UIDM está en el aire por más que lo asegure, pues los devaneos con los satélites peperos de los indepes no ayudan, porque ésta vez los socialistas no parece que vayan a tragar con todas, pues al final «la cabra siempre tira al monte». Lo más lógico sería una convergencia con el centro todavía por definir, o reeditar el sempiterno bipartidismo de trastienda que tanto le cuesta reconocer, ignorando el lema progresista del inicio a enarbolar, antes de empezar la partida. Siempre merece la pena buscar la honradez del “juego limpio”, ya que debe ser respaldada por otros muchos factores como la determinación, la personalidad y la eficacia del proyecto decidido, pero sobre todo la responsabilidad que cada uno de sus actores debe asumir.     

                                                  
El actual Jefe del Sanedrín no lleva bien el segundo plano, y que “no da puntada sin hilo” es algo evidente. Sus dardos envenenados a través de las redes sociales, ya sea moviendo a sus peones o bajo la protección de medios mercenarios sin dar la cara, no dejan lugar a dudas. Mucha gente se pone las manos en la cabeza ante estas pataletas y ataques hacia el PP, o a quien no le baile el agua, sobre todos los conocedores de su bagaje político-económico en especial a nivel regional (la pela es la pela). ¿De verdad asombran las reacciones y movimientos del individuo? El PSOE, ahora y antes, era sobradamente consciente de que había hecho un fichaje de mucha calidad y alto rendimiento, pero también un logrero de mucho carácter. Un asesor de su perfil tiene muchas ventajas, pero también demasiados inconvenientes. No es precisamente una persona que se caracterice por ir de frente, lo ha demostrado en más de una ocasión. Estas acciones no le condenan aunque son ya demasiado habituales, pero ayudan a entender cómo es y cómo reacciona ante determinados estímulos. Y no es fácil que la gente cambie. El papelón es para el líder socialista.   

 

 

RUBÉN GONZÁLEZ