El 2 de octubre de 2014 el jefe de Sección Operativa en la Comisaría General de Información, Constancio Riaño, envió un correo electrónico a su amigo Antonio Bonilla, agente en segunda actividad, y que hacía informes desde su empresa para el excomisario José Manuel Villarejo: «Practicaré más al mus… si es que soy un torpe. Un abrazo». Un mensaje que contestaba a uno anterior de Bonilla, en el que éste le conminaba a que practicara más ese juego de cartas.
Hasta aquí nada relevante, sino fuera porque estos mensajes entre los agentes contenían documentos adjuntos de carácter reservado, que solo son accesibles por la Policía Judicial mediante una solicitud formal al Órgano Centralizado de Prevención de Blanqueo de Capitales del Consejo General del Notariado. Y solo se pueden reclamar en el marco de investigaciones por blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Sin embargo, tras conseguir desencriptar los dispositivos electrónicos interceptados en la vivienda del principal socio del comisario jubilado José Manuel Villarejo, Rafael Redondo, los agentes de Asuntos Internos de la Policía han descubierto que estos mensajes tuvieron como destinatario final al mencionado Rafael Redondo, que los utilizó para sus negocios privados.
Telefónicas y bancos
Es decir, Villarejo y sus empresas utilizaban a Constancio Riaño para obtener datos de carácter reservado y confidencial de organismos públicos, empresas telefónicas, pero también de entidades financieras como el BBVA y Bankia, entre otras, que recibía Antonio Bonilla, quien de forma descuidada reenviaba los correos que recibía sin filtrar ningún tipo de información de su amigo y excompañero.
«En relación a esta serie de mensajes se quiere hacer constar que la persona con la que contacta el investigado Antonio Bonilla y le provee de la información que posteriormente se remite a Cenyt, se trata de Constancio Riaño, inspector jefe (jubilado por edad reglamentaria desde el 28 de noviembre de 2016, a la sazón jefe de Sección Operativa en la Comisaría General de Información«, concluyen los agentes sobre Riaño, que deberá declarar el 23 de septiembre como imputado en el caso Villarejo.
Un correo electrónico de 9 de octubre de 2014 enviado desde la empresa Anbycol, perteneciente a Antonio Bonilla, a Rafael Redondo, incluye un mensaje anterior enviado por Riaño a Anbycol. Y este mensaje, según la Policías, «aporta información bancaria relativa a Mario Capitán y María Isabel Luis Calero, entre la cual figura la nómina mensual procedente de Balder IP Law SL», un bufete de abogados que fue espiado por Villarejo.
Mario Capitán y María Isabel Luis Calero declararán como testigos el 26 de septiembre. El juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Alejandro Abascal, les ha ofrecido, junto a otro espiado, el abogado Olof Flickert, que ejerzan acciones penales contra los integrantes del clan Villarejo.
Caja Rural de Cuenca
El inspector Riaño añada más datos confidenciales, como por ejemplo que tenía sus recibos domiciliados en en Bankia y que recibían imposiciones en efectivo para pagar una hipoteca: «La tercera cuenta está a nombre de la mujer e hijos«, prosigue el mensaje, que especifica los ingresos de esta cuenta y su saldo medio: «La mujer tiene tarjeta de la Caja Rural de Cuenca (no tenemos contacto con ellos). Saludos», se despide Bonilla en el correo enviado a Rafael Redondo.
La investigación de la Policía del caso Villarejo ha puesto de manifiesto que pese a que Riaño era el que enviaba los correos con los datos confidenciales, otros policías también ayudaron a recabar estas informaciones. Por eso han sido imputados por revelación de secretos los inspectores José María Serrano Ydígoras y Manuel Novoa, que declararán el 23 de septiembre y el 5 de septiembre, respectivamente).
También ha sido imputado el ex jefe de seguridad del BBVACésar Bilbao Delgado, quién habría facilitado información bancaria de clientes, y por tanto confidencial, a las empresas de Villarejo. También aquí el intermediario, tal y como publicó Vozpópuli, fue Constancio Riaño, quien para pedir estos documentos aludió a «tu amigo Enrique», quien según la Policía podría tratarse de Enrique García Castaño, que en su declaración negó tener cualquier vinculación con estos hechos.
FUENTE: VOZPOPULI