La Guardia Civil ha hallado «muchos restos de sangre» de Laura Luelmo en la casa de su asesino, Bernardo Montoya. La mujer fue agredida sexualmente antes de morir, según ha revelado la autopsia, de la que también se deduce que murió dos o tres días después de su desaparición a causa de un fuerte golpe en la frente. Montoya, el asesino confeso de de la maestra de 26 años natural de Zamora, fue detenido ayer y trasladado al lugar del crimen, en El Campillo (Huelva), para la reconstrucción de los hechos. Numerosos vecinos se acercaron a la zona precintada por la Guardia Civil y se saltaron el cordón al tiempo que increpaban a Montoya.

Montoya sospechaba que los agentes seguían sus movimientos, según fuentes de la investigación, y antes ser arrestado intentó huir a pie campo a través. Apenas llevaba dos meses fuera de la cárcel tras haber cumplido dos años por robos con fuerza, y contaba con otros antecedentes penales por el asesinato de una mujer, por el que cumplió 17 años de prisión. El padre del detenido quiso trasladar su pésame a la familia de la joven, a la que ha pedido perdón: «Si mi hijo lo ha hecho, que lo pague».

 
 

FUENTE: ELPAIS