Un municipio como Mazarrón que quiere resurgir no se puede quedar mirando fijamente a un punto invisible en la lejanía. Seamos serios y prácticos. Escribir sobre el futuro resulta imposible. Nadie lo conoce, aunque algunos partidos enreden con esa tentación. El presente que tenemos es el de este “Equipo de Gobierno” que lidera Ginés Campillo en el que las grandes decisiones se toman con el pueblo. Tenemos delante un sólido partido independiente que ha dado un marco estable de gobernabilidad y normalidad institucional a la población con sendos pactos de progreso junto al PSOE, que nos ha traído una época de calma, ilusión y prosperidad. Un paso más en la ingeniería política que sostiene el Consistorio y convierte al resolutivo Regidor en árbitro de distintas sensibilidades y representante de todos.                                          

También de alguna Asociación de Vecinos de corte bipartidista, independentista y sectaria que barre para casa y pasa de puntillas por los temas candentes que el municipio precisa: Peñasco, desdoblamiento RM-32, escorrentías de estériles mineros nocivos al mar, etc…etc.., que se irá diluyendo como el azúcar cuando toquen elecciones, como viene siendo habitual. Por cierto, ningún representante de populares y socialistas tuvieron a bien asistir el pasado 14 de Noviembre a la reunión para la creación de la Mesa de Trabajo sobre la descentralización y gestión del núcleo urbano de Pto. de Mazarrón. Los comentarios a la ausencia de los representantes PPSOE brillan por su ausencia en la nota de prensa de la asociación vecinal.                                                                                                                                                                       

El PSOE en Mazarrón no es que dude, es que ya tiene pocas certezas y menos ganas de lanzarse a un cambio de líder sin ton ni son por una apuesta inconcreta e interesada de los “gurús fácticos” de C/Progreso que, si bien gusta solo a sus clanes, no convence, y eso, de continuar así y bajo las inciertas circunstancias de un continuismo devastador para el partido, es un muro infranqueable para ganar elecciones. Lo saben bien los viejos militantes ausentes en prolongada desbandada, como los fieles partidarios, exconcejales de temporada y colaboradores de peso durante décadas: lo que empieza como un sueño va tornándose en realidad y después en disparo al aire.         

Dicho de otra forma, votantes y militancia en general empiezan a impacientarse con recambios de marca blanca y aprendices de portada, en particular lo hacen con el nuevo conciliábulo dirigente, integrantes del grupo municipal y asesores adjuntos, por su falta de pegada y regularidad o excesivas subidas de tono. Como sucediera en el pasado, los nuevos cicerones progres en candelero empiezan la legislatura arrasando, anotando y dando un buen nivel, pero ese impacto no solo se ha ido frenando, sino que se ha congelado; y lo peor de todo, sus notas de excelencia no son habituales, sino residuales.

El actual líder ya no es decisivo y eso el PSOE lo nota. Su padrino político ha seguido apostando por él hasta el final, pero con la aparición de nuevos efectivos, elegidos por los «septuagenarios gurús», las cosas cambian: los socialistas necesitan un equipo serio, con proyectos, ideas y cambios en profundidad, un líder incuestionable capaz de dar el máximo en el día a día en la calle o al menos suficiente claridad para gobernar, con y para la ciudadanía, y de momento nadie ofrece ninguna de estas soluciones. Y eso no significa que no tengan detalles de calidad, que no trabajen y ayuden en la gobernabilidad del municipio, pero para ser un crack se necesita algo más, mucho más, de hecho.

Futuro incierto y oscuros nubarrones. Total, que el PSOE se ve en un callejón sin salida que empieza a sonar a desastre que llega desde el mismo partido con el nuevo killer progre: aprendiz de mucha clase, pero inconsistente, irregular e indefinido, no es un político ni un gestor, no es un dirigente de equipo ni un líder carismático, ¿entonces? Sin nada de eso, discrepancias y sumisión a flor de piel, la ilusión por el candidato elegido se está tornando en despertar amargo, y eso, como es lógico, le quita al partido muchas posibilidades de continuar en el poder una vez lleguen los idus de marzo, cuando arranque el mercadeo y movimientos políticos más fuertes y aparezca en escena alguna rival femenina. El tirón de orejas que les espera en Princesa es evidente.                                                                                                                                              

 

POST SCRIPTUM: “A veces, cuando gobiernas, cometes errores. Es mejor admitirlos rápidamente y seguir mejorando la gobernabilidad”.

 

COLECTIVO “EN CLAVE TRANSPARENTERE”