Hacía tiempo que en España no se repetía un viernes santo tan autentico como el que se ha desarrollado este año en la localidad albaceteña de Tobarra, los hechos acaecidos hace dos mil años se han reproducido en cierta medida y aquella semana santa se ha trasladado de manera al menos parcial a este tiempo y a este querido pueblo español. Todo lo acontecido tiene como en aquel tiempo, su poesía, su puesta en escena, sus actores y su escenificación.

Por una parte nos encontramos con Don Pedro, un sacerdote que siguiendo el mandato del “maestro” no se oculta ni huye cuando ve amezadas las ovejas, no se muestra como un asalariado que corre ante el peligro, sino que arriesgando su comodidad e incluso su propia integridad física, se expone a los insultos y abucheos para defender a su grey.

De modo y manera que este valiente cura de pueblo nos sorprende a todos con un sermón que aparentemente parece fuera de lugar, hablando abiertamente del peligro más feroz que nos acecha e invade por todas partes, la ideología de género la cual nos la están imponiendo de forma silenciosa pero a la vez coactiva a través de la propaganda, las leyes administrativas y penales y sobre todo lo más grave el adoctrinamiento de los niños en la escuela.

Ya tenemos al primer personaje de la pasión, un pastor, un hombre que habla y predica con respeto pero con firmeza para denunciar el mal enmascarado, el lobo que llega con piel de cordero ante la mirada impasible del pueblo.

Por otra parte y en segundo lugar tenemos a los políticos, que como Pilatos sus manos lavan y prefieren el poder a salvar la vida del inocente, muchos de ellos hace bien poco se oponían a estos postulados y de pronto se han cambiado la chaqueta como por arte de birli- birloke y ahora apoyan y votan a favor de todos los dogmas de esta nueva religión obligatoria, del “Género”.

¡¡¡Qué cosas tiene el poder!!! Por otra parte, tenemos a los discípulos, que dejan al pobre don Pedro solo y abandonado y se desmarcan de sus declaraciones, no sabemos muy bien si por ignorancia o por miedo a ir contra corriente de lo políticamente correcto, supongo que de todo habrá en la viña del Señor y por último están los que piden que lo crucifiquen, le insultan y le tiran huevos en la puerta de su casa.

Desde aquí le enviamos todo nuestro respeto y cariño a don Pedro que sin el saberlo ni proponérselo ha protagonizado el viernes santo más autentico de toda España en esta semana santa de 2.018.

 

¡Que Dios le bendiga!.

 

 

 
Francisco Martínez. Asociación Libertas.