En San Telmo son conscientes de que la situación para el PSOE en Andalucía en estos momentos no es favorable. Las encuestas encargadas por el PSOE y que no se suelen hacer públicas vaticinan una debacle electoral sin precedentes que dejaría al PSOE por primera vez fuera del Gobierno de Andalucía.
Y la situación podría empeorar en los próximos meses cuando se conozca la sentencia de los ERE o del caso del escandaloso gasto de una fundación de ligada a la Junta de Andalucía en comilonas y prostitutas. Todo esto hace que la Presidenta dude entre adelantar elecciones o esperar a celebrarlas el año que viene.
Ayer, 2 de octubre, era el último día que tenía Susana Díaz para anticipar las elecciones y que cayesen en el mes de noviembre, en concreto en el día 25 de ese mes, que era la fecha que barajábamos como más probable.
Ahora la incógnita es saber si Díaz se decanta por un día concreto de diciembre o espera a febrero del año que viene ya que la opción de agotar la legislatura y fijar los comicios en marzo no la ven oportuna en el palacio de San Telmo, sede de la presidencia andaluza, por dos razones: quedan muy pegadas a las municipales y autonómicas de mayo, lo que puede condicionar las negociaciones para formar gobierno regional; y cuanto más avance el calendario mayor exposición hay a que la inestabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez eche al traste los planes de Díaz.