Empresas públicas no integradas en el SAS gestionan hospitales en Andalucía con un ordenamiento jurídico propio ‘en perjuicio del control público’
En el capítulo VII «El lado oscuro de la Sanidad» de su serie El Cortijo, Jesús Candel junto a sus compañeros Luis Escribano y Antonio Barreda analizan la situación y la corrupción en la Sanidad Pública en Andalucía.
En el vídeo del canal de Youtube de Spiriman, hablan de que la gestión del dinero, para sanidad, «no es solo pública».
Antonio Barreda explica lo siguiente en su intervención declara que existe «una sanidad paralela que tiene la Junta de Andalucía.» creando la «Junta de Andalucía toda una red de agencias público-empresariales, y empresas públicas para gestionar la sanidad, con hospitales que no son otra cosa que empresas públicas y cuyo personal no está integrado en el SAS. (…) Cinco empresas públicas con personal laboral propio y totalmente ajenas al SAS que se crearon entre el 93 y 2006, 4 de ellas gestionan 17 hospitales públicos.»
Barreda relata como estas empresas, gracias a la ley conocida como «del enchufismo» se crearon como dependientes de la Agencia Pública Sanitaria de la Costa del Sol, tienen ahora «ordenamiento jurídico privado en perjuicio del control público, son sujetos de derechos y lo más grave es que tienen una personalidad jurídica diferenciada, patrimonio y tesorería propia. Y además esta administración paralela tiene una financiación de la Agencia Sanitaria» con «contratos programa a través de la Consejería de Salud con estas empresas.»
El empleado público y sindicalista afirma: «Nosotros vemos que esta sanidad paralela es el principio de la privatización de la sanidad en Andalucía. Es algo que nos duele como andaluces.» y además denuncia que estos «Centros Hospitalarios de Alta Resolución, están abiertos pero la población no tiene acceso a ellos. Estas hospitales, estas agencias públicas, tienen que estar integradas en el SAS, tiene que ser personal estatutario. (…) Yo quiero la garantía de un estatutario».
Barreda critica la precariedad laboral de los trabajadores y anima a los mismos a que se unan «a la lucha de la sanidad y reclamen sus derechos, para que se integren en el SAS con total derecho y dignidad. (…) Levantaos y uniros a la ola sanitaria que está recorriendo Andalucía.»
Luis Escribano, químico y empleado público, resaltó que «el personal de esas agencias es eventual, con contratos temporales, (…) mal pagados» y que los trabajadores de Almería, como ejemplo, se iban a Murcia porque pagaban más quedando los ciudadanos sin servicios.
A su vez resalta una encuesta realizada a los andaluces para ver si prefieren el sistema sanitario privado o el público. Escribano detalla que hicieron dos preguntas: «Primero para la atención primaria, los andaluces, en un 62% prefieren la sanidad pública y un 33,4% la privada. Curiosamente la media nacional, prefieren la privada un 25%. (…) Ya empieza a indicar que no toda la gente está contenta con la asistencia que están recibiendo. (…) En la especializada el tema empeora porque los andaluces prefieren en un 51% a la pública y un 41,9% a la privada.» superando a la media española la preferencia por la privada.
Escribano remarca: «Eso nos tendría que hacer pensar, sobre todo a los gestores de la sanidad en Andalucía, que tenemos un problema. (…) Listas de espera eternas, reclamaciones (…) El defensor del pueblo ha recibido muchas reclamaciones por listas de espera. (…) Si esto ocurre, hay que mirar las causas ¿Dónde se va el dinero? ¿Dónde se va? La Junta de Andalucía tiene ahora mismo una deuda de 33.000 millones de euros, que es el presupuesto de la Junta.»
Jesús Candel apunta: «Se lo llevan unos cuantos sinvergüenzas». Y hace un llamamiento final «Despertad, Antonio despierta a Andalucía».
Acto seguido Antonio Barreda y sus compañeros lanzan consignas: «Andaluces levantaos, trabajadores de las agencias públicas, levantaos y uniros a la marea blanca ciudadana. (…) Oferta de empleo público estatutarios. (…) Que no se tienda a la privatización, que lo quiere hacer un partido de izquierdas, que poca vergüenza tenéis. Paremos esto. (…) Y nos falta hablar de lo que cuesta los conciertos sanitarios. (….) Andaluces, Yeahhh.»