Consenso en el PP: “Quien quiera presidir el partido deberá triunfar antes en unas elecciones”. El congreso extraordinario, para después de las autonómicas y municipales

 

Mariano Rajoy defenderá hoy, en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, no tomar decisiones precipitadas que puedan perjudicar al partido. Pero lo cierto es que su salida de La Moncloa ha acelerado un debate sucesorio que estaba pospuesto sine die. Altos cargos populares consideran que el heredero del presidente no podrá elegirse hasta después de las autonómicas.

Según explican a El Confidencial Digital cargos del PP muy próximos a la ejecutiva nacional del partido, el plan de Rajoy, y de la plana mayor de Génova, no pasa, precisamente, por la convocatoria ahora de un congreso extraordinario “exprés” para renovar la actual dirección y nombrar un nuevo presidente del partido.

Esa hoja de ruta, que algunos han defendido desde el pasado viernes, tendría, según exponen personas muy bien situadas en la sede nacional del PP, “más riesgos que ventajas” a menos de un año de un nuevo reto electoral: el de las europeas, las municipales y autonómicas, que se celebrarán en mayo de 2019.

En opinión de importantes colaboradores de Rajoy, y también de la ejecutiva del PP, convocar ya un congreso “de sucesión” provocaría que “el partido se abriera en canal” y afrontara aún más debilitado unos comicios que pueden ser claves para el futuro del PP: “Sánchez no va a convocar elecciones generales antes de mayo y, por tanto, no debemos precipitarnos”.

Para presidir el PP, primero hay que ganar elecciones”

Así las cosas, la cúpula del PP, con el actual presidente al frente, se inclina por no convocar el congreso extraordinario para elegir a la nueva ejecutiva y al candidato a La Moncloa hasta después de las municipales y autonómicas. Una postura que se sustenta en dos razones fundamentales: evitar cualquier guerra interna y, sobre todo, que los candidatos a la sucesión “se la ganen” en las urnas.

En ese sentido, altos cargos del partido consideran que el sucesor -o la sucesora- de Mariano Rajoy al frente del partido tiene que ser un “candidato ganador”, y demostrarlo en las autonómicas de mayo de 2019:

— “Ahora hay varios nombres sobre la mesa, pero ganar las próximas elecciones, en este caso las regionales de dentro de un año, deberá ser condición ‘sine qua non’ para suceder a Rajoy”.

Soraya, “obligada” a ganar Madrid

Con este condicionante encima de la mesa, y con un calendario orgánico que aplaza la sucesión de Rajoy hasta después de las europeas, las municipales y las autonómicas, Soraya Sáenz de Santamaría tendrá que asumir que, si quiere convertirse en la nueva presidenta del PP y candidata a La Moncloa, deberá liderar antes la lista del partido a la Comunidad de Madrid.

La ex vicepresidenta, que figura en la terna de favoritos para asumir el mandato de los populares tras la marcha de Rajoy, fue señalada por la dirección nacional como la candidata idónea del partido en Madrid tras la dimisión de Cristina Cifuentes.

De esa forma, se inició la llamada “Operación Soraya”, que pasaba por convertir a la entonces vicepresidenta en candidata a la Comunidad para, después, y una vez ganadas las elecciones, erigirse en presidenta del PP de Madrid, posicionándose como “baronesa regional” y clara aspirante a suceder a Rajoy.

Ese movimiento, no obstante, pareció frenarse ante las reticencias de la vallisoletana y la reacción de Cospedal, que trató de ejercer un mayor control sobre el PP de Madrid situando a Juan Carlos Vera como número dos de la gestora en la Comunidad. Sin embargo, aseguran las fuentes consultadas, deberá reactivarse si Sáenz de Santamaría quiere, de verdad, ser candidata a La Moncloa.

No le valdrá con ser portavoz

La prioridad de la ex número dos del Ejecutivo pasa, de momento, por recuperar la portavocía del Grupo Popular en el Congreso. Un cargo que le valió para ganarse la confianza de Rajoy, ganar visibilidad e influencia y convertirse en vicepresidenta tras las generales de 2019.

Desde el PP dan por hecha esa reubicación de la vallisoletana, que ya en su día fue todo un “martillo pilón” contra Alfredo Pérez Rubalcaba en la Cámara Baja. Sin embargo, advierten desde Génova, ese cargo no será suficiente para aspirar a la presidencia del PP tras la marcha de Mariano Rajoy.

Cospedal, a recuperar Castilla-La Mancha

Si Sáenz de Santamaría está “obligada” a ser candidata por Madrid para convertirse después en “baronesa regional” y candidata a la sucesión de Rajoy, María Dolores de Cospedal, otra de las grandes aspirantes, deberá recuperar el Gobierno de Castilla-La Mancha que ella misma logró en 2011 para después perderlo en 2015.

La ex ministra de Defensa, que ya antes de los congresos regionales había decidido mantenerse como presidenta del PP en Castilla-La Mancha, es consciente de que, dadas las actuales circunstancias, y tras abandonar el Gobierno, vuelve a tener una oportunidad de oro para lograr una victoria electoral que la sitúe en un puesto destacado en la carrera por la sucesión de Rajoy.

Cargos afines a la secretaria general explican que, de celebrarse hoy elecciones autonómicas, Cospedal recuperaría el gobierno con el respaldo de Ciudadanos, que esta vez entraría en las Cortes regionales.

De confirmarse ese resultado electoral, Cospedal se presentaría al congreso extraordinario como una de las líderes autonómicas con más peso orgánico y territorial, y con el aval de haber recuperado un Gobierno regional perdido hace cuatro años.

Feijóo, con los deberes hechos

Sáenz de Santamaría y Cospedal, por tanto, tendrán que “ganarse” en las urnas su candidatura a la sucesión de Rajoy. Una candidatura que ya se ha ganado otro de los favoritos para hacerse con la presidencia del partido: Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta revalidó su estancia en el Ejecutivo gallego en 2016, convirtiéndose además en el único líder regional en lograr una mayoría absoluta en las urnas. Un éxito que le ha situado, ya de forma definitiva, entre los favoritos para tomar las riendas del PP a nivel nacional.

El propio Feijóo es consciente de su posición de ventaja, a día de hoy, respecto a sus dos hipotéticas rivales. No obstante, aseguran desde su entorno, también apuesta por no celebrar el congreso extraordinario hasta después de los comicios de 2019: “Hay que ir poco a poco. Los tiempos en política son importantes y el debate sucesorio no toca ahora”.

 

 

FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL