ENRIC JULIANA
El Tribunal Supremo decide investigar a Pablo Iglesias . El vicepresidente segundo se niega a dimitir, considerándose víctima de una maquinación. El Supremo pide el suplicatorio y la votación del mismo deja herido de muerte al Gobierno de coalición. Entre tanto, ocurre “algo” en Catalunya que aleja a Esquerra Republicana de la aprobación de los presupuestos generales del Estado del 2021, presupuestos claves para la recu-peración de la economía española. Ese “algo” podía haber ocurrido el pasado 22 de septiembre de haber coincidido la presencia del Rey en la Escuela Judicial de Barcelona con la emisión de la sentencia de inhabilitación del presidente de la Generalitat.
Seguimos. Con la coalición rota y sin el apoyo de los soberanistas catalanes, el Partido Socialista se queda sin mayoría para aprobar los presupuestos. La Comisión Europea apremia. España, uno de los países europeo hasta ahora más afectados por la epidemia, no puede quedar descolgado. Hay que recomponer urgentemente una mayoría parlamentaria en el segundo país más importante del sur de Europa, como se recompuso en Italia hace poco más de un año, en una situación mucho menos dramática.
Madrid bordea el caos, sumida en una fiebre conspirativa; riesgos estructurales para el Gobierno
(Es interesante detenerse por un momento en ese episodio. En agosto del 2019, cuando una gran epidemia a escala mundial solo era un relato de ciencia ficción, al aventurero Matteo Salvini cometió el error de romper el gobierno de coalición de la Liga con el Movimiento 5 Estrellas, convencido de que podía forzar un victorioso avance electoral. El tribuno de la plebe soñaba con con-vertirse en el nuevo hombre fuerte de Italia: caligrafía de Trump , nacionalismo deOrban , dinamismo de Macron . Gestos de Mussolini y vídeos en Instagram desayunando tostadas con Nutella. Le frenaron el presidente de la República, Sergio Mattarella , la Comisión Europea y el Departamento de Estado norteamericano, que había dejado de fiarse de un tipo que enviaba emisarios a Moscú para obtener financiación para su partido. En el G-8 en Biarritz, a finales de agosto,Donald Trump dio un apoyo explícito a la continuidad del primer ministro Giuseppe Conte . Desde entonces, Salvini no ha levantado cabeza. Desde entonces, la fuerza estabilizadora de Italia vuelve a ser el Partido Democrático, el centroizquierda convencional, que ha repuntado en las recientes elecciones regionales y municipales parciales. El caso italiano nos enseña que hay experiencia en Europa a la hora de recomponer mayorías parlamentarias ante el riesgo de una fractura sistémica).
A lo que íbamos. El Gobierno de coalición PSOE-UP se rompe como consecuencia de la imputación de Iglesias. Un grave incidente di percorso aleja a ERC de los presupuestos. Europa apremia. A Pedro Sánchez no le queda otra opción que aferrarse a Ciudadanos e implorar la abstención del Partido Popular, que se la concede, dada la gravedad de la situación. Se rehace, con otros criterios, el proyecto presupuestario pactado por los actuales socios de gobierno.
El PSOE pasa a gobernar con Ciudadanos, formándose una plataforma de unos 140 diputados, con los regionalistas y el PNV, que no tardaría en vencer sus reticencias, en nombre de la estabilidad. Al frente de esa plataforma de 140 diputados, Sánchez podría intentar gobernar, buscando el apoyo puntual del PP y de sus antiguos socios, según las circunstancias. Un Sánchez mucho más débil –más vulnerable en el interior del PSOE, por tanto–, obligado a una reorientación de su política económica y social. Rebrote de la tensión en Catalunya, con una previsible victoria electoral de la línea dura independentista. Un PP más cercano al área central. Vox, pescando en el río revuelto. Rearme de UP en la oposición, con Iglesias o sin Iglesias, convertido en el partido de los humillados. Un nuevo cuadro. Un nuevo eje.
Esta es una de las fantasías que circulan por Madrid, ciudad en la que cada día amanecen cien conspiraciones y por la noche solo una queda en vida. Madrid, capital sumida en el caos, en la que hoy se puede declarar el estado de alarma.