El Gobierno trabaja como si el gran acuerdo para la reconstrucción que ha puesto encima de la mesa fuera posible. Así que el presidente, Pedro Sánchez, ha trasladado este lunes a Pablo Casado, líder de la oposición, un esquema detallado de las fechas, los componentes y los grupos de trabajo con los que se podría trabajar para ese gran acuerdo.

La respuesta de Casado, según fuentes de la negociación, no ha sido de un no tajante. El líder del PP está dispuesto a participar siempre que el formato sea el de una comisión parlamentaria, esto es, reglada y en el Congreso y no una mesa dirigida por el Ejecutivo.

Según estas mismas fuentes, Sánchez le ha contestado que no tiene problema en que se haga con ese formato que desea el PP, por lo que la mesa sigue adelante de momento, a la espera de las explicaciones que dará el propio Casado en una rueda de prensa.

Ambos líderes han alcanzado así un acuerdo mínimo cediendo un poco cada uno. El jefe de la oposición había pedido en la última sesión de control que si había alguna negociación tenía que ser en el Congreso, un lugar donde todo está reglado y la oposición tiene más capacidad de controlar.

En cualquier caso, las posiciones siguen muy alejadas y de momento solo hay acuerdo para el formato, no en el fondo y mucho menos en las medidas a adoptar en las próximas semanas, sobre todo las económicas.

El Gobierno planteaba en el documento que Sánchez envió a Casado un escenario de negociaciones intenso que debería empezar mañana martes y concluir a lo largo del mes de junio con un gran acuerdo político, que se pondría en marcha en julio después de discutirlo con las comunidades autónomas y los Ayuntamientos. El Ejecutivo plantea establecer cuatro grupos de trabajo ―reactivación económica, Estado de bienestar, sanidad y salud pública y Europa― y propone iniciar las reuniones con una gran reunión por videoconferencia este martes, en la que por parte del Gobierno estarían el presidente y los cuatro vicepresidentes, esto es, también Pablo Iglesias, un nuevo gesto claro de que Sánchez no es sensible a las presionesque plantean que renuncie a la coalición si quiere un gran acuerdo con el PP.

En el planteamiento que ha trasladado Sánchez a Casado y los demás grupos, y que ahora está en cuestión por esta negociación entre ambos dirigentes, el Gobierno estima que a mediados de julio debería estar el acuerdo definitivo entre el Gobierno y las comunidades y las entidades locales para poner en marcha los pactos por la reconstrucción.

La primera reunión por videoconferencia de la Mesa estaba prevista que se celebrara entre el 21 y el 30 de abril, y durante el mes de mayo está previsto el desarrollo de los grupos de trabajo.

El 1 de junio es la fecha límite para elevar a la Mesa las conclusiones y propuestas de los grupos de trabajo y de la mesa de diálogo social. El mes de junio se reserva para el debate de las propuestas y los acuerdos de la Mesa para la reconstrucción social y económica.

La propuesta de trabajo para lograr una salida a la crisis provocada por la covid-19 fija la creación de una mesa para la reconstrucción social y económica cuyas funciones serán la recepción de propuestas de los grupos de trabajo y la adaptación definitiva de los acuerdos que eleven los grupos de trabajo.

Esta mesa estará compuesta por el presidente del Gobierno, que liderará la primera reunión y “aquellas que considere oportuno” y los cuatro vicepresidentes. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, coordinará el trabajo de la Mesa y dirigirá las reuniones en ausencia del presidente. También formarán parte de la mesa los portavoces de las fuerzas políticas con representación parlamentaria.

La propuesta de los grupos de trabajo se divide en cuatro áreas: reactivación económica, Estado de bienestar, sanidad y salud pública y Europa. La sede de sus reuniones será, preferentemente, el Congreso de los Diputados, aunque se puede acordar celebrar reuniones de forma telemática o en otro lugar diferente. Entre sus funciones estarán la canalización de las propuestas, comparecencias, desarrollo de debates y formulación de conclusiones.

Los grupos de trabajo estarán compuestos por representantes de las fuerzas políticas de forma proporcional y de forma que haya, al menos un representante de cada formación. En los grupos también habrá un máximo de tres representantes del Gobierno, designados por el Ejecutivo, y en función de la materia que aporte el grupo de trabajo.

Los grupos de trabajo funcionarán con un coordinador designado por el Gobierno y un coordinador adjunto, elegido “por acuerdo” entre los participantes del grupo. Los grupos de trabajo podrán invitar a expertos o representantes de entidades de relevancia de cada ámbito para que realicen exposiciones con diagnóstico y recomendaciones “de no más de media hora de duración”. Una vez que concluya su exposición se abrirá un debate.

El País