El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rechazado de plano la oferta del líder de la oposición, Pablo Casado, para negociar y apoyar el decreto sobre la nueva normalidad que se debate mañana mismo en el Congreso.

El presidente popular dijo ayer que está dispuesto a apoyar la convalidación del decreto de nueva normalidad si el Gobierno se sienta a negociar y acepta las propuestas de mejora de su grupo. Pero después de pedir su apoyo durante semanas, Sánchez ha reaccionado hoy con un tono crispado y poniendo serias condiciones para que pueda darse ese diálogo.

La primera exigencia es que el PP retire el «ignominioso informe» presentado ante el Parlamento Europeo sobre la vulneración de derechos y libertades que tuvo lugar durante el estado de alarma, según este partido. La segunda condición es que Casado apoye sin fisuras al Gobierno en el marco de la negociación de ayudas europeas. Y la tercera, que los populares respalden también la llamada tasa Google, el nuevo impuesto a las grandes corporaciones tecnológicas.

Sánchez no solo no ha dejado resquicio alguno a la negociación de la nueva normalidad sino que ha dado continuidad al agresivo tono que ya utilizó ayer la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, contra el PP y ha acusado a Casado de «utilizar a los muertos» en contra del Gobierno.

El jefe del Ejecutivo ha intentado justificar su posición defendiendo que una cosa son las palabras y otra los hechos y que «lo que hemos visto es que el PP no quiere llegar a ningún acuerdo con el Gobierno».

Casado le ha acusado de pedir una «adhesión incondicional» y de rechazar su «mano tendida». «Tira la piedra y esconde la mano», le ha espetado, recordando los insultos que la portavoz socialista, Adriana Lastra, dirigió a los populares cuando Génova apoyaba las prórrogas del estado de alarma y la airada reacción de Montero ayer mismo.

El presidente del PP también ha querido subrayar que el plan de ayudas europeas es una propuesta del PP y ha dibujado a su partido como la «oposición responsable que usted nunca ha sido». «Le ofrecí un pacto de estado de sanidad, una plan de activación económica, un plan jurídico contra los rebrotes y hoy hemos registrado medidas para complementarlo», ha censurado. Casado ha terminado advirtiendo a Sánchez que «no le vendría mal» escuchar al PP y le ha pedido que «deje de buscar chivos expiatorios y empiece a gobernar para todos de una vez».

La oferta de negociación de los populares descoloca la estrategia del Gobierno de homologar a Casado con el líder de Vox, Santiago Abascal, y dibujarle como un líder de extrema derecha sin perfil propio. Una táctica en la que Sánchez ha profundizado en las últimas semanas para no perder a los votantes más moderados por los errores de gestión cometidos durante la pandemia.

 

 

FUENTE: ABC