La dirección aprobará el viernes, con el PSC, una relación de medidas y su calendario de presentación. La ejecutiva reconoce la labor en Venezuela de Zapatero, con quien Sánchez habló el domingo
El PSOE se comenzará a mover ya mismo para intentar evitar el choque de trenes y abrir las vías de diálogo «cuanto antes». No aguardará a que Mariano Rajoy haga un mínimo gesto porque considera que hay que actuar a contrarreloj, dada la cercanía del referéndum independentista anunciado para el 1 de octubre. La ejecutiva federal de Pedro Sánchez se reunirá este viernes en Barcelona con la dirección del PSC para acordar la relación de medidas que se van a llevar al Congreso —y las que puedan plantearse fuera del ámbito parlamentario— y el calendario, para a partir de entonces irlas consensuando con el resto de grupos. Y ese listado sí beberá de las 46 reivindicaciones planteadas por la Generalitat al Gobierno en abril de 2016 que el presidente sí quería discutir pero que, a juicio de los socialistas, no han sido atendidos.
Fue el adelanto que se permitió hacer Cristina Narbona, presidenta del PSOE, en rueda de prensa en Ferraz mientras seguía el encuentro de la ejecutiva con miembros de organizaciones ecologistas, sindicales y de consumidores. La cúpula parte de la base de que hay que «recuperar el tiempo perdido», tanto en la «pedagogía» —que los catalanes entiendan que poner una urna «no equivale a democracia si no tiene garantías», y la consulta del 1-O no las tiene, como tampoco hay «expolio fiscal» por parte del Estado— como en la «iniciativa política», a la que el partido no piensa renunciar. Ahí figura, en un lugar preferente y prioritario, la propuesta de creación de un «espacio político para la discusión de la reforma de la Constitución», en el de que, de entrada, se avance en el reconocimiento del carácter «plurinacional» de España que el 39º Congreso Federal del PSOE aprobó.
Sánchez trasladó a Rajoy, en su entrevista el pasado jueves en La Moncloa, que debía moverse, retomar la senda de diálogo con la Generalitat. En la comparecencia posterior de la portavoz parlamentaria socialista, Margarita Robles, quedó claro que el PSOE entendía que si el presidente no actuaba, entonces el secretario general tomaría la iniciativa. Pero ahora, según contó Narbona, los tiempos serán más cortos, precisamente por la cercanía del 1-O. Y también porque, como advertían fuentes de la dirección, el partido no puede «quedarse de brazos cruzados» mientras el jefe del Ejecutivo sigue instalado en su «inmovilismo». Así, el registro de las iniciativas podría llevarse a cabo a últimos de julio, para que puedan comenzar a debatirse a lo largo de septiembre. No obstante, no descartó agosto, cuando puede convocarse la Diputación Permanente.
Narbona sostiene que puede haber alguno de os puntos de Puigdemont que sea «utilizable dentro de la panoplia de actuaciones que podemos promover»
Ferraz está trabajando en su listado, y el PSC en otro, y será este viernes en Barcelona cuando se pongan en común las iniciativas, que el PSOE tiene previsto comenzar a hablar con todos los partidos, incluidos el PDeCAT y ERC, tal y como anunció el secretario general la pasada semana en una entrevista en Telecinco. Para estudiar la reforma de la Constitución, los socialistas podrían plantear la creación de una comisión mixta Congreso-Senado, dado que ahora mismo el cupo de subcomisiones dentro de la Comisión Constitucional del Congreso está cubierto. El PSOE quiere que se avance hacia un Estado federal que ha de ser «asimétrico», porque «reconoce singularidades de cada territorio, compatible con la igualdad de derechos y la soberanía única del pueblo español».