JOSÉ ANTONIO FRAUCA
Pablo Casado ha recuperado el protagonismo en los grandes asuntos de Estado gracias a la mano tendida de Pedro Sánchez. Pese a la actual ruptura de las negociaciones para renovar el CGPJ tras haber pactado el consejo de RTVE, Moncloa ha lanzado una operación para ‘salvar’ al líder del PP con un objetivo: “desactivar” a Vox. Una estrategia que gusta en Génova.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de la operación, la renovación institucional que han empezado a negociar desde hace días socialistas y populares, no sin sobresaltos como el del pasado viernes respecto al CGPJ, es solo el principio de una estrategia a medio plazo impulsada desde La Moncloa dirigida a “desinflar” el partido de Santiago Abascal.
Por lo pronto, Sánchez ha aumentado la presión sobre el PP tras el estancamiento de las negociaciones para renovar el CGPJ, que lleva más de dos años en funciones.
Durante una comparecencia el pasado viernes, en el Palacio de la Moncloa, tras la celebración del Consejo Europeo Extraordinario, el presidente descargó toda la responsabilidad sobre la falta de acuerdo en el líder de la oposición, Pablo Casado, a quien sin nombrar reclamó que “recapacite” para posibilitar un acuerdo, en línea con el que se ha cerrado en el Congreso para renovar el Consejo de Administración de RTVE.
La disputa por el liderazgo de la oposición que mantienen los líderes de PP y Vox, especialmente tras el resultado de las elecciones catalanas, no ha pasado por alto en Moncloa y ha movilizado al presidente del Gobierno. Considera que la operación para anular a Vox conviene también al líder de la oposición con el fin de asegurar su supervivencia.
“Tenemos que desactivar a Vox”
Fuentes conocedoras de los contactos al más alto nivel que se producen estos días entre Moncloa y Génova, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, revelan que Sánchez ha trasladado al líder del PP, desde el primer momento en que decidió comenzar el deshielo en las relaciones con la oposición tras las catalanas, el objetivo último de la operación: “A los dos nos viene bien aislar a Abascal”, le ha transmitido.
La propuesta tan directa del presidente del Gobierno ha sorprendido al propio Pablo Casado, según admiten a ECD fuentes de su entorno.
Pedro Sánchez ha confesado al líder popular que al Gobierno y al PSOE no les conviene un desplome del PP que, como resultado, otorgue una mayor fuerza a Vox y le deje como principal oposición en el Congreso.
Y esa es la clave oculta, reconocen tanto en Moncloa como en Génova, de que Sánchez haya vuelto a dar protagonismo al primer partido de la oposición en asuntos de Estado, planteándole una alianza a medio y largo plazo, más allá de la renovación puntual ahora de los órganos constitucionales como RTVE, el CGPJ y el Defensor del Pueblo.
Una exigencia de Europa
Según explican a Confidencial Digital dirigentes del PSOE muy próximos al jefe del Ejecutivo, Sánchez ha vuelto a tender la mano a Pablo Casado por dos motivos fundamentales.
El primero, por la situación de España como consecuencia de la pandemia. “El reparto de los fondos europeos para la reconstrucción obliga a que estemos unidos, porque así me lo ha pedido Europa. Quiere que me entienda con el principal partido de la oposición, y no con la ultraderecha, a cambio de las ayudas”, le ha revelado.
Y, el segundo, por una cuestión de cálculo político: “No nos conviene que el PP se hunda”. Sobre esta razón, desde Moncloa y Ferraz explican que, dentro del partido y del Gobierno, existe preocupación por el desplome del PP y por la amenaza de que Vox le adelante en autonomías y ayuntamientos importantes, como acaba de ocurrir en Cataluña.
En ese sentido, las fuentes consultadas explican que, si el PP se hunde y muchos de esos votos pasan a Vox, “Abascal tendría mucho más poder y, por tanto, el entendimiento será imposible en el Congreso”.
Los ‘enredos’ de Podemos
Fuentes de la dirección nacional del PP dan por seguro a ECD que las negociaciones para acordar el Consejo del Poder Judicial se retomarán en los próximos días. Y atribuyen a “enredos de Podemos” la ruptura momentánea de las conversaciones para la renovación del CGPJ, proponiendo nombres como el juez De Prada o Victoria Rosell.
“Con el PSOE, el acuerdo entre Félix Bolaños y Teodoro García-Egea ya estaba firmado el jueves pasado. Pero Pablo Iglesias coló esos dos nombres a última hora y dinamitó el pacto”, confirman en Génova.
Admiten que comparten la estrategia de Moncloa para anular a Vox, y reconocen incluso que les favorece, en un horizonte complicado para el PP, sobre todo en el terreno judicial.
“Casado estará ahí, abierto a alcanzar pactos de Estado con Sánchez, pero es Iglesias el que lo enfanga todo en el último momento”, explican.
Sánchez quiere impulsar a Casado
Sánchez prefiere a Casado como líder de la oposición: “Si el PP se mantiene como segunda fuerza, Abascal querrá tener más protagonismo y estará más abierto a llegar a algún tipo de acuerdo que si Vox se convierte en alternativa al Gobierno”.
Así las cosas, concluyen las fuentes consultadas, “el presidente ha iniciado la ‘operación salvar al soldado Casado’”, que trata de que se prolongue en el tiempo, con la idea de alcanzar nuevos pactos de Estado en los próximos meses, una vez que se superen las dificultades para la renovación del CGPJ, que ahora mismo se encuentra encallada.
Rajoy lanzó a Sánchez en la oposición
Fuentes políticas recuerdan ahora a ECD que esta misma estrategia fue aplicada por Mariano Rajoy, antes de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, cuando impulsó como líder de la oposición al entonces secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para frenar en aquel momento a Albert Rivera y Ciudadanos.
Las relaciones entre Rajoy y Sánchez estaban rotas. A finales de 2014, Rajoy decidió no volver a contar con Sánchez para llegar a pactos de Estado. El comportamiento del líder de la oposición, que por esas fechas había propuesto eliminar el Ministerio de Defensa y la derogación de la reforma del artículo 135 de la Constitución, había hartado al entonces presidente del Gobierno.
Sánchez también se había negado a apoyar las medidas anti-corrupción del Gobierno, y el voto siempre en contra del PSOE en el Congreso acabó con la paciencia del jefe del Ejecutivo, que transmitió internamente al PP que jamás volvería a contar con el líder socialista.
Sin embargo, un año después de ese anuncio, Mariano Rajoy protagonizó un acercamiento al secretario general del PSOE. Lo invitó a la Moncloa dos veces en menos de 15 días, y comenzó a telefonearle de forma habitual para informarle sobre la crítica situación en aquel momento en Cataluña y sobre la amenaza yihadista en España.
Ahora, cinco años después, Pedro Sánchez aplica a Pablo Casado la misma estrategia que Rajoy empleó con él: ponerle en valor para dejar sin espacio a Vox.
Giro tras la pinza Sánchez-Abascal
En el PSOE no se pasa por alto que el giro de Moncloa se produce después de la contundente advertencia que ex ministros y barones del partido habían hecho llegar al equipo de Pedro Sánchez tras el 14-F. Consideran que hacer pinza con Vox contra los populares puede acabar dando a Santiago Abascal opciones de gobernar en España.
Tras la contundente irrupción de Vox en el Parlament como cuarta fuerza, destacados dirigentes del PSOE habían alertado a Moncloa de que la formación de Abascal ha comenzado a convertirse en una “amenaza cada vez más real, no solo para el PP, sino para toda la política española, incluido el Gobierno de Pedro Sánchez”.
Santiago Abascal aspirará ahora a liderar la oposición en España -le dijeron- y es imprescindible ir dando pasos atrás en la pinza con Vox y “no seguir alimentando a la bestia”, transmitieron desde el partido a Moncloa, tal y cómo se reveló en ECD.