Pedro Sánchez afronta este sábado su tercer debate de investidura en el Congreso. El principal objetivo de su futuro Gobierno es mantener despejado el camino con Podemos durante la próxima legislatura. El presidente en funciones ha aceptado que su vicepresidente Pablo Iglesias “se cuelgue las primeras medallas” del nuevo Ejecutivo.

Hay que recordar que Sánchez ha incumplido su promesa electoral de subir las pensiones con el IPC en diciembre, lo que ha provocado un enorme revuelo en ámbitos políticos y entre los colectivos de pensionistas.

El pasado 7 de octubre, con la maquinaria electoral puesta en marcha y tras presentar su programa para los comicios del 10 de noviembre, el presidente en funciones realizó la siguiente promesa: “Les anuncio que este mes de diciembre actualizaremos las pensiones en torno al IPC real”.

Ese mismo día, en una entrevista que concedió a Antena 3, al ser preguntado por si subiría las prestaciones incluso estando en funciones, insistió tajante: “Las subiremos”.

Sin embargo, nueve millones de jubilados han comenzado el año con la nómina congelada… por primera vez desde 2011. Y así van a mantener que seguir hasta que haya Gobierno.

Un compromiso electoral del PSOE

La decisión ha obviado una de las promesas más importantes de Pedro Sánchez. Es, sin ir más lejos, la primera de las 35 medidas que componen el programa electoral del PSOE: “En el próximo mes de diciembre actualizaremos las pensiones de 2020 de acuerdo con el IPC real”.

El Gobierno no ha profundizado en las razones por las que no se ha aplicado la subida, pero una vez que Sánchez ganó las elecciones los responsables del área económica y especialmente la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, comenzaron a rebajar las expectativas de que un Ejecutivo pudiera sacar adelante el incremento el 1 de enero.

El mérito de la subida de las pensiones

Llegados a este punto, desde el equipo de Pedro Sánchez explican a Confidencial Digital que el presidente en funciones está dispuesto ahora a ceder protagonismo a Pablo Iglesias cuando se apruebe definitivamente la subida para este año en uno de los primeros Consejos de Ministros del nuevo Gobierno.

El líder de Podemos podrá presumir de estas medidas puesto que el Ministerio de Trabajo será uno de los departamentos que dirigirá su partido. Podrá jactarse de haber logrado un incremento de las prestaciones con respecto al IPC para nueve millones de jubilados, lo que les permitirá ganar poder adquisitivo en 2020.

En el momento en el que se forme un Gobierno en plenas funciones se procederá también a aplicar una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional. El SMI de algo más de 1.000 euros en 14 pagas ha sido una de las grandes exigencias de Podemos.

De este modo, Iglesias podrá también recoger los frutos desde la cartera de Trabajo de otra eventual subida del SMI que ya se ha deslizado desde el PSOE. Se hará la foto con los agentes sociales, insistirá en la derogación total de la reforma laboral culpando a sus compañeros de Ejecutivo de no querer echarla abajo en el Congreso y se apuntara también el logro de impulsar medidas contra la temporalidad o la precariedad laboral.

Todo esto, reconocen fuentes socialistas, en un contexto en el que la contestación sindical será especialmente silenciosa al desembarcar en La Moncloa el Gobierno más a la izquierda de la democracia.

Es el “precio” que tendrá que pagar el PSOE, admiten con resignación a ECD en algún ministerio económico, a cambio de poder sacar adelante la legislatura junto a Unidas Podemos.

 
 

FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL