Ayuda, cooperación y coordinación. Esta es la tripleta sobre la que van a actuar el Gobierno y las comunidades autónomas ante la presión migratoria que lleva camino de convertirse en un problema de gran magnitud. Dos semanas después de constituirse el Gobierno de Pedro Sánchez, que tomó posesión el 1 de junio, este fue uno de los principales asuntos que se abordaron por lo que Sánchez decidió reforzar las estructuras que ya existían y crear otras nuevas. No se equivocó, ya que la situación en algunas comunidades autónomas, principalmente Andalucía, pero también Melilla y Cataluña, requerían ayuda de inmediato.
Aunque cada día se toman decisiones, la situación empieza a ser alarmante porque la llegada de inmigrantes es incesante, lo que afecta a las fuerzas de seguridad, a Salvamento Marítimo y a las ONG, que en estas últimas horas aseguran que tienen problemas de provisión de alimentos. La situación de los menores sin acompañar (Menas), es una de las que más preocupa a las comunidades autónomas. A fecha de 30 de abril, había 6.248 en España, concentrados principalmente en Andalucía, Murcia, Melilla, Ceuta, Canarias, Cataluña, País Vasco, Valencia y Madrid..
Andalucía, al límite
La red asistencial para acogida de inmigrantes en Andalucía está ya al límite. Solo en la última semana se han contabilizado 2.400 personas, que se suman a los más de 4.500 recibidos sólo en el mes de julio. Cerca de 21.000 en lo que va de año. Ante esta alarma, el jefe de Gobierno ha puesto a su gabinete a pleno rendimiento. La comisión sectorial de Migraciones se reunirá el próximo lunes, 6 de agosto, a la que están convocadas todas las comunidades, pero antes, este mismo jueves día 2, se reunirá la Comisión Delegada para Asuntos Migratorios que preside la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y que fue creada hace apenas 15 días. La número dos de esa comisión es la ministra de Trabajo y Migraciones, Magdalena Valerio, y actúa de secretaria general Consuelo Rumí, la secretaría de Estado de Inmigración. Interior, Exteriores, Fomento e Igualdad forman parte de la misma porque a todos concierne la crisis.
Los deseos del Gobierno de llevarse bien con Marruecos se traduce en darles las ayudas materiales que piden, pero mientras se materializan seguirá el flujo, reconocen fuentes gubernamentales.
FUENTE: ELPAIS