El Regidor de la Villa da su paso más arriesgado de la legislatura con el intento fallido de una modificación de crédito de 17 millones de euros en un pleno extraordinario “a salto de mata”. Busca un aventurado reencuentro con sus socios de gobernanza, sin consensuar con los demás partidos y solo pensando en las urnas. A pecho descubierto lo anunciaba el propio Gaspar, pero sin querer dar la cara ante todos para explicar sus argumentos y hacer, sobre todo, de tripas corazón y una llamada al futuro en armonía. Porque el jefe del “politburó progre” elucubra todavía a largo plazo, cree que se podría abrir una nueva etapa, que lo hecho hasta ahora (que es nada) no ha servido. No hay que esperar más, piensan el socialista, sus socios y en C/ Progreso.
Los “mandamasillos coloraos” quieren abrir una nueva etapa a la desesperada, pasado el ecuador de la legislatura y con los deberes sin hacer. Y lo hacen a través de la decisión política más arriesgada de Miras, por “arte de birlibirloque” y a lo tío Diego. El titubeante “Equipo de Gobierno”, donde celos y cuernos (políticamente hablando) aparecen por doquier, intentaron este miércoles a solo unos días de prorrogar y aprobar los presupuestos in extremis, dar luz verde a un chapucero calco del “PLAN-E Zapateril de inversiones sin pies ni cabeza y pasándose las normas por el forro, con un “Gabinete de los sueños rotos” convencido de que hay que intentar ese reencuentro y desconociendo cómo sería la respuesta de una oposición con “la mosca detrás de la oreja”.
Los presupuestos no tendrán un efecto inmediato, pero pretenden ser una señal para el reencuentro, para que las dos partes del convenido pacto ninguneen una vez más al resto de grupos políticos y se miren frente a frente. Es un mensaje bicéfalo de concordia y de perdón (que escocerá a muchos también) dentro y fuera del Consistorio. El PSOE quiere dejar claro que por él no se va a fallar esta vez, que no se puede convivir ni gobernar con celos, recelos y enfrentamientos mediáticos a diario. Ha pasado una dura etapa para todos, con declaraciones unilaterales, imágenes visibles del distanciamiento durante estos dos años y más pendientes de repugnantes venganzas cainitas que de generar proyectos y gobernar para todos sumando con generosidad.
Ellos creen que se entenderán a corto plazo porque tiempo y legislatura se esfuman, esperan recuperarse a medio en breve con una batería de medidas socioeconómicas pro covid que fueron aprobadas por unanimidad. A largo plazo “pintan bastos”, si no son capaces de sacar adelante la modificación de crédito extraordinaria para poner en marcha las caprichosas inversiones proyectadas sin el consenso ni la transparencia exigidas por la oposición. Una decisión con muchos riesgos, muchísimos riesgos. Un temerario “salto al vacío” del propio Alcalde, muy difícil de entender por la troleada población si no contara con la segura red bipartidista que extienden los Gerifaltes fácticos y lobbys de poder.
A UIDM le parece innecesario el choque de trenes entre Miras y parte de la oposición, quiere soluciones para poder crecer y evitar la dependencia socialista, lejos ahora de la otra orilla política y “ojo avizor” para no acabar cautivos como Cs o Podemos en la trampa PPSOE. El propio líder independiente, Ginés Campillo, ha dicho que sobran las vendettas fraticidas entre liberales y sociatas: “No aportan ninguna solución a los problemas y carencias que Mazarrón padece que van mucho más allá”. El grupo independiente sigue mostrando su desprecio por la política nacional de los socialistas, que ni bendicen ni respetan, no tienen por qué, pero insisten en que lo importante serán los pasos que se anden a partir de ahora.
El Primer Edil a pesar de todo, ha logrado el respaldo unánime del Equipo de Gobierno y del aparato rojillo. Las primeras voces críticas se irán apagando y no han creado gran tensión las palabras de Sánchez y Vivancos (PP-Cs) en la rueda de prensa tras el pleno, pero en el fondo saben que esto puede tener un importante coste político en diferentes ámbitos. Quedan todavía dos años por delante para las elecciones, y en el Equipo de Gobierno piensan que, si los datos económicos mejoran, llegan los fondos europeos, la vacuna sigue su curso y se acomete el electoralista plan de inversiones, pueden tener posibilidades de gobernar otros cuatro años.
Campillo se plantea esta nueva etapa como la del diálogo y la negociación “dentro de la ley”. Ahora la pelota está en el tejado socialista, si quieren seguir boicoteando a Cs o intentar solucionar el mayor conflicto político en décadas de Mazarrón (la ocasión la pintan calva). Volver a darle significado a la palabra “entendimiento”, que ha repetido tantas veces en sus intervenciones plenarias, aunque haya resonado alguna ofensa en las puertas del teatro y la palabra “cortito” al novel Sánchez en el mundillo de la derecha. En el aletargado PP, saben que tienen en Sánchez un filón por explotar que sería capaz de producir un verdadero cambio de régimen y en la política local, otra cosa es que a los clanes benefactores les cuadre.
La filosofía de Miras es la de sus “mentores”, fijar aún más el viejo bipartidismo sin descuidar el eje derecha/izquierda que incluye fulminar a Cs en su versión socialdemócrata más cercana al PSOE (craso error): “Inculcará a todos los socialistas que persigue la posibilidad de zanjar conflictos para comenzar de nuevo y de hacerlo mejor esta vez. Él ya ha tomado la decisión política más arriesgada (“valiente”, dicen los suyos). “Las decisiones que más miedo dan, son las que después resultan, valer más la pena”.
El Regidor ha demostrado que es capaz de hacer cosas que nadie creía, como hacerse con el control del partido o volver a llevar el PSOE a gobernar, situándolo de nuevo como la segunda fuerza más votada. ¿Podría también ganar unas elecciones? ¿Podrá intentarlo otra vez? Está a punto de dar un “salto al vacío cuyo final no está escrito”. Para algunos es una temeridad, para otros es insuficiente. Y si fuera capaz de protagonizar la reunificación del centro-izquierda y comenzar el cambio anunciado a los ciudadanos que quieren convivir en paz y claman “por la supervivencia de un pueblo unido”.
POST SCRIPTUM: “No siempre se puede esperar el momento perfecto, a veces hay que atreverse a saltar sin miedo”.
COLECTIVO “EN CLAVE TRANSPARENTE”
La crisis interna de Cs regional se veía venir porque el bipartidismo no es una tonteria en aparente retroceso, sino un poder completo que cuenta con el apoyo del mundo económico, financiero y sus roedores de las cloacas, donde se defeca y luego se tira de la cadena como si nada. Se lavan las manos y se perfuman de popularidad y bienes gananciales a la sombra de CESPA-FERROVIAL , GENERALA-ACTUA o INTERSA-STV que es muy alargada.
Lo que ocurre en realidad, es que los ciudadanos se han hartado de politiqueros que les ofrecen vino y les dan vinagre; están cansados de que les mientan; de su falsedad e hipocresía; de su demagogia; de sus fantasmagóricas ideologías que solo conducen a la división y el enfrentamiento, pero no resuelven ninguno de los problemas que han de afrontar cada día, lo que no es más que un engañoso cambio de nombres o siglas; se han dado cuenta que las políticas sectarias e interesadas solo generan dudas, incertidumbres y ambigüedades, y por eso pasan cada día más de ir a votar.
La “logia de la trama”, sus extendidas redes corruptas camufladas en la opacidad institucional, no posee como respuesta el concepto unívoco al que todos arribamos. El clientelismo es el sentido mismo de la vida funcionarial, en su complejidad limitada y libertaria, en su misterio individual y su pretensión gregaria.
El cambio político y socioeconómico depende cada vez más de la capacidad de los ciudadanos para expresar sus demandas y preocupaciones en el contexto en el que lo hacen con mayor facilidad. Y de eso en Mazarrón no entienden.
Cuando el poder ve peligrar su posición por una causa que no está enteramente bajo su control, conspira contra otros. Es un mecanismo de defensa ruin
La política es un terreno fértil para las desavenencias, pero también para entender que es el método más civilizado que conoce la humanidad para ponerse de acuerdo, desde la política se pueden distinguir con claridad al “leal de paso” o al “leal de verdad”; la envidia, las zancadillas, los propios intereses no deberían tener cabida y la lealtad da independencia de criterio, con el partido, el líder o el amigo.
Ser leal en política y en la vida misma, ayudaría a aceptar los sacrificios con sinceridad cada vez que se pone a prueba la integridad, los valores y el honor. Cualquier gobernante ha de ser completamente honesto y sincero, incluso cuando la verdad duele o las situaciones son difíciles.
Los caníbales de la política y las hienas del poder danzan estratégicamente en torno a sus ocasionales víctimas, bajo la mirada cómplice de políticos ansiosos y ex políticos (gurús) al acecho en los “despachos influencers”, militantes y simpatizantes adictos a la ubre pública, todos han caído vilmente en la profusión de la imbecilidad colectiva.
Existe en nuestro pueblo un sistema engendrado que precisa ser opaco para seguir en el poder. Un entramado político y financiero, muy caciquil en las raíces locales y con una red clientelar desarrollada en todos los ámbitos de la vida que impide que nadie se mueva. Las redes clientelares se extienden desde la política, lo laboral, el funcionariado público, la cultura y las creencias. No hemos evolucionado a una sociedad abierta, moderna y democrática. Votamos cada día más con la cartera y el interés particular que por el bien común, que evidentemente es lo que pretenden los viejos partidos que se perpetúan en el poder con sus ejércitos de forofos paniaguados.
Hubo una vez en una aldea un muchacho al que le regalaron un caballo. Alegre, paseaba por los campos mientras todos los aldeanos se admiraban y decían “Que suerte tiene…” y el Maestro Zen dijo “ya se verá.”
Pasaron unos meses y el muchacho se calló del caballo y se rompió una pierna. Entonces todos en la aldea se compadecían de él y decían “Que desgracia…” y el Maestro Zen dijo “ya se verá.”
Al cabo de un tiempo todos los jóvenes de la aldea fueron reclutados por el ejército para ir a la guerra, todos menos el muchacho de la pierna rota. Todos en la aldea se alegraban por el diciendo “Que suerte tiene…” y el Maestro Zen dijo “ya se verá…”