Albert Rivera ha comenzado a ejecutar los cambios que anunció tras la Asamblea General de Ciudadanos para adaptar las estructuras del partido a su expansión nacional y prepararlo para encarar las elecciones de 2019. Con este fin, ha decidido reforzar en sus cargos a todos los dirigentes que le han sido fieles e incorporar a otros que podrían representar al partido como cabezas de cartel en el futuro. En algunos casos, aun a costa de desencadenar un terremoto, como en Cantabria.

Esta renovación de los portavoces de los Comités Autonómicos, que se completará a finales de este mes de julio, no pasa por procesos de primarias ya que dependen de la propia dirección nacional de Ciudadanos.

Una de los primeras dirigentes que se ha visto reforzada en Cataluña ha sido Inés Arrimadas, que a su cargo de portavoz de la Ejecutiva y de candidata a las próximas autonómicas, une nuevamente el de portavoz del partido en esa comunidad.

Arrimadas será la primera dirigente que posiblemente tenga que afrontar unas elecciones autonómicas anticipadas en Cataluña, que van a ser cruciales para Ciudadanos porque servirán de termómetro para saber si la estrategia de Rivera contra el nacionalismo de Puigdemont les da sus frutos. En Cataluña, Ciudadanos es ahora el primer grupo de la oposición pero aspira incluso a poder gobernar si mejora sus resultados y cuenta con el apoyo del PP o del PSC, «las fuerzas constitucionalistas», como insisten en la formación. 

Pese a que el partido parece allí bastante pacificado tras la rebelión contra el cambio de ideario que protagonizó un pequeño sector crítico, las bajas de afiliados han sido constantes. Desde enero, se cifran en cerca de 1.300 y en más de una docena los concejales que han abandonado el partido. Este fenómeno se repite en otras comunidades.

Una de ellas es Valencia, donde el goteo de abandonos comenzó mucho antes de que de Alexis Marí, y otros tres diputados regionales, se marchara del partidopocos meses después de que Rivera decidiera fulminarlo como portavoz en Les Corts y sustituirlo por Mari Carmen Sánchez, fiel al portavoz del partido Fernando Giner. Precisamente Giner también acaba de ser ratificado en su cargo por la dirección nacional.

En su equipo entra como secretario de comunicación el diputado Toni Cantó, que para la mayoría de sus compañeros es el que el verdaderamente controla el partido, pese a que Giner figure como titular. Nadie duda de que Cantó se prepara para ser el próximo cartel electoral de Ciudadanos en Valencia. 

La polémica designación de Felisuco

En Cantabria, la decisión de dar  las riendas del partido al diputado Félix Álvarez,Felisuco, ha acelerado el estallido de la crisis interna que se estaba larvando desde hace tiempo. El actor y humorista, que hace apenas un año ni siquiera había dado el salto a la política, será a partir de ahora el responsable de coordinar allí la estrategia de Ciudadanos, muy discutida en estos dos años de legislatura. 

Nada más conocerse el nombramiento de Felisuco hubo una avalancha de bajas. Entre ellas la de un diputado autonómico y dos concejales de Santander que acusaron a Rivera de usar «el dedazo». Hay que precisar que dos de ellos habían sido denunciado por el propio partido por falsedad documental. Ninguno ha querido entregar sus actas, como tampoco lo han hecho los demás cargos públicos que se han marchado de Ciudadanos pasando a ser ‘no adscritos’.

En Andalucía, donde Ciudadanos mantiene un pacto de investidura con el PSOE de Susana Díaz, Rivera también ha decido reforzar a Juan Marín, otro de los fieles a la dirección. El portavoz andaluz está viendo cómo se van de la formación numerosos cargos públicos, como la diputada Mari Carmen Prieto, que ha pasado a inaugurar el grupo de ‘no adscritos’ en el Parlamento regional.

A esas decisiones hay que sumar la ratificación de Ignacio Aguado como portavoz de Ciudadanos Madrid. También se espera que el dirigente madrileño repita como candidato a la Comunidad de Madrid, formando tándem con Begoña Villacís para el Ayuntamiento.

Rivera valora mucho el trabajo de ambos y los va a potenciar para ver si logran subir en Madrid a costa del PP y de los casos de corrupción que inundan al partido de Cristina Cifuentes.  

Los nombramientos de estos comités han afectado también a Castilla La Mancha en donde se ha ratificado a Orlena de Miguel. Allí, poco antes de las elecciones de junio de 2016, el partido quedó descabezado. Antonio López, el anterior delegado, se marchó alegando por «motivos de salud», mientras que el portavoz, Esteban Paños, se fue también pero reconociendo que el cambio había sido impuesto por la dirección nacional.

En Castilla y León se refuerza igualmente al portavoz en Las Cortes, Luis Fuentes, que también ha vivido el goteo de bajas de cargos públicos de la formación en diversos puntos de la comunidad. Hace unos días, cinco concejales de Segovia, entre ellos la exportavoz de la Diputación, María Cuesta, abandonaron el partido pero se quedaron con las actas.

La dirección de partido los considera «tránsfugas» y les reclama el acta que consideran que han «robado a los votantes del partido».   

Rivera se deja para más adelante comunidades como Galicia o el País Vasco, donde tampoco se han librado de las batallas internas y en las que Ciudadanos no logró representación en las últimas elecciones autonómicas.

FUENTE: CARMEN MORAGA, EL DIARIO.ES