Reflexiones de José Juan Cano Vera (21 /05 / 2006)

La Región de Murcia es una base de reclutamiento de terroristas, de apoyo, financiación y centro logístico que viene actuando desde al menos nueve años cuando agentes especializados de la Policía Nacional y la Guardia Civil procedieron a la detención de activistas de origen marroquí y argelino,sabedores que bajo el paraguas de las cuarenta mezquitas asentadas en nuestro territorio se esconden los yihadistas y sus instructores de forma impune. Durante dos años los grupos islamistas ubicados en la Región mantuvieron tensas relaciones para imponer su hegemonía. Según nuestras fuentes, miembros de los servicios de inteligencia marroquíes colaboran con nuestras Fuerzas de Seguridad del Estado a todo lo largo de la costa desde Alicante, Campo de Cartagena, Torre Pacheco, Murcia y Santomera. La información publicada hoy por el diario La Verdad, no supone ninguna sorpresa, ya en el año 2006 nuestro compañero Cano Vera publicó el siguiente artículo que por su interés reproducimos:

«UN PELIGRO REAL» Artículo parido al hilo de un libro que te deja un sabor amargo de boca por el miedo que despierta su lectura. Un libro muy serio, riguroso y quizás único en su genero. No es un libro saturado de literatura. Se trata de un informe profundo sobre el radicalismo terrorista musulmán en España y por elevación en Europa. Lo he leido hace unos meses y más recientemente porque quería digerirlo suavemente. Se trata de «LA YIHAD ESPAÑOLA» escrito por GUSTAVO DE ARISTEGUI. Un libro de cabecera para los despistados políticos españoles, para los hombres de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para los informadores y para todo aquel que tenga interés por conocer y saber la verdad y toda la verdad de lo que es el terrorismo islámico, la cultura árabe y sus caminos intrincados que conducen hacia todo el mundo occidental y básicamente al corazón de España. Naturalmente describe a la perfección la financiación del terrorismo islámico y las vías de penetración en la cultura occidental. Un aspecto muy importante en la lenta infiltración, yo diría invasión, de la inmigración en España a través de las mafias articuladas por los SERVICIOS SECRETOS de sus países de origen, que no son tales mafias aunque actúan igual, sino organizaciones perfectamente montadas por los aparatos de los distintos Estados.

El capítulo de los inmigrantes tiene para nosotros los murcianos un especial interés. Aristegui, como botón de muestra escribe: «En toda Andalucía se calcula que viven unos 500.000 musulmanes, de los que su inmensa mayoría son gente pacífica que solo busca legítimamente una vida mejor entre nosotros. Sin embargo se ha instalado entre ellos el islamismo radical para captar adeptos y seguir creciendo. Un dato interesante: 4.300 alumnos tiene la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, 3.700 son de origen magrebí. Otro lugar de relevancia para el islamismo es el Levante Español». El autor del libro hace una descripción preocupante de las instalaciones de numerosas mezquitas en toda la geografía española, desde donde, en muchas de ellas, se imparte doctrina radical anti – occidental y anti – cristiana. Gustavo de Aristegui también habla de de la proyección de los movimientos de las «tres culturas», iniciativas que deben ser recibidas con ciertas reservas mentales, porque la Yihad las utiliza en provecho propio en determinadas circustancias.

Está claro que la ideología islamista radical se está extendiendo como una mancha de aceite y España es una de sus obsesiones. Reconquistar Al – Andalus no es solo un mito, un proyecto utópico, «sino un verdadero objetivo por el que lucha con fuerza el terrorismo yihadista». Murcia como Andalucía es uno de sus ojetivos. En el libro se dice que la teoria de la Yihad; las fuentes de financiación del terrorismo islamista en el mundo; la penetración de los radicales en España y Marruecos; la organización de las mezquitas; el tráfico de seres humanos y la utilización de la inmigración son algunos de los ejes inquietantes de ésta amenaza socio – política y armada que tenemos en nuestro país. En fin, un problema que nos debe preocupar y que las autoridades no ven en su extensión y realidad. Más que un problema. 

EPÍLOGO.- Ningún proceso revolucionario nace y explosiona espontáneamente en este mundo globalizador que funciona sicóticamente. Veinte años vividos en varios países del norte de Africa, y testigo de los estallidos de la independencia de Marruecos y Argelia me hacen pronosticar que el salvaje terrorismo yihadista que sufre Europa y que ha golpeado de lleno a Cataluña, no va cesar con este terrible baño de sangre que pudo ser peor. Salvo que los ejercitos occidentales tomen cartas en el conflicto abiertamente de una vez por todas. Si han controlado la situación en Egipto que es la zona más peligrosa del mundo por su vital importancia para los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Rusia, y el resto de países de Europa que tienen el Canal de Suez como vía vital del comercio mundial, y por donde pasa el ochenta por ciento del tráfico petrolífero. ¿A qué esperan para acabar sin contemplaciones con los movimientos revolucionarios del barbaro «Estado Islámico» y se dejan de perversas improvisaciones y estrategias improductivas que siembran de muerte y destrucción Oriente Medio, extendiendo el odio y la sed de venganza por todo el planeta?

La concentración organizada este viernes pasado en Barcelona se hizo sin señeras ni banderas, todo con un suave sabor psicológico catalán y unas ochenta mil personas asistentes según datos oficiales, pocos para una región con siete millones de personas.
A ver si los políticos inoperantes, logran ponerse al mismo nivel que el pueblo español, y se concentran en mayor cantidad y espíritu de diálogo, pero unidos, para hacer historia en evitación de peores males que se presagian insistentemente a pesar de los salvajes atentados.
El terrorismo, en todo momento y lugar aprovecha nuestros puntos y flancos débiles como lo es el separatismo catalán, conflictivo y últimamente violento, que mañana u otro día seguirá su libro de ruta abriendo heridas o envenenando más al país, cuando en mi criterio deberían esos partidos ser declarados fuera de la ley.

Dato curioso. Unos cuarenta y tres jefes de estado extranjeros han enviado sus condolencias al rey y gobierno de España. De los países árabes «hermanos», solo tres. Enhorabuena.

MURCIA TRANSPARENTE / JOSÉ  JUAN CANO VERA