Se trata de una caída sin precedentes, que va acompañada del mayor déficit público de 2012 (del 10% del PIB) y de una deuda pública se irá al 115% del PIB.
La economía española va a tener que hacer frente a una recesión «histórica» en los próximos meses. Las previsiones del Gobierno hablan de un hundimiento sin precedentes provocado por el coronavirus. El PIB caerá hasta el 9,2%, mientras que el paro aumentará hasta el 19%. Se trata de la mayor caída de la economía en los registros modernos, sin precedentes desde la Guerra Civil española.
La caída de datos es generalizada. Se prevé que el consumo privado descienda un 8,8%, mientras que el público aumentaría un 2,5%, por los recursos que el Gobierno está empleando en la crisis sanitaria, así como para paliar la económica. En cambio la inversión caerá un 25,5%.
Mientras, la previsión es que el desplome se centre en el comercio exterior. Las importaciones caerá un 31% y las exportaciones lo harán un 27,1%.
En el campo del empleo, la tasa de paro se incrementará hasta suponer el 19% de la población activa (que supone volver a niveles de 2016). Mientras, tras varios años sucesivos de creación de puestos de trabajo, el empleo caerá un 9,7%.
Déficit y deuda pública
Así lo ha anunciado la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en una rueda de prensa en Moncloa junto a la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la que se ha presentado el cuadro macroeconómico y las previsiones fiscales para este año. Es la primera vez que el Ejecutivo de Sánchez recoge en un documento cuál puede ser el impacto del Covid-19 en la economía española.
Un impacto que también va a alcanzar al déficit público. Tras lograr mantenerlo por debajo del 3% dos años consecutivos, los ‘números rojos’ públicos alcanzarán a finales de este año un 10,7% del PIB, la cifra más elevada desde la crisis financiera, que en estos términos alcanzó su cénit en 2012.
El efecto en la deuda pública también es notable. La necesidad de recurrir a ella para financiar las medidas contra la crisis económica y financiera hará que se eleve al 115% del PIB para finales de 2020.
Estas alzas de los números rojos de las Administraciones Públicas están íntimamente ligados con con las medidas tomadas ante el coronavirus, que Montero ha cifrado en unos 182.000 millones de euros. Solo la aplicación de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) excepcionales tendrán un coste del unos 20.000 millones.
Esto llevará a que el gasto público crezca un 10% y suponga un 51,5% del PIB. En cambio, habrá una «importante caída de los ingresos públicos». Montero ha informado de que la previsión es que pierdan unos 25.700 millones y que la recaudación se quede en el 41% del PIB.
Con todo, la ministra ha matizado que el incremento de estas cifras también se debe al paulatino descenso del PIB.
En cualquier caso, como ya dijo la vicepresidenta tercera y titular de Economía, Nadia Calviño, hace unos días, se trata de una primera previsión «tentativa» de lo que podría ocurrir, ya que la evolución de los datos depende de cómo avance el freno a la pandemia y el tiempo que transcurra en ponerse en marcha la economía y consiga adaptarse a la «nueva normalidad».
Fue este mismo jueves cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) puso sobre la mesa una primera estimación: una caída del 5,3% del PIB en el primer trimestre, lo que da una idea de lo que puede estar por venir. No hay que olvidar que la crisis del coronavirus ha impactado en la economía solo durante quince días en los primeros tres meses del año.
EDUARDO ORTEGA / ARTURO CRIADO