Ni sorprendente, ni lo nunca visto ni mucho menos una guerra abierta del diario liberal conservador y sentimientos monárquicos, simplemente un disparo tendiendo a bombardeo conjunto de los medios de comunicación afines, hasta el primero de octubre pasado, al Gobierno de Rajóy, en su errante política de impasibilidad que se esconde en una prudencia que viene humillando a millones de españoles, a los que hay que sumar a los catalanes orgullosos de ser españoles, situados en la primera fila en la que reciben todo tipo de bofetadas, desplantes, insultos, golpes bajos y dudas, muchas dudas sobre el futuro no solo del País Catalán sino así mismo del resto de la nación, que asombrada no llega a entender cual es la estrategia del presidente de un Gobierno quemado que ya hasta permite desplantes chulescos y hasta casi suicidas de las autoridades catalanas separatistas apoyadas por la extrema izquierda financiada desde el exterior y dirigida, activamente, por potencias cuyos objetivos no son ayudar a construir una España próspera, unida y libre, sino abrir una brecha para penetrar, en toda la extensión de la palabra, a la bella Europa.
Sí, ciertamente. Rajoy debe ser jubilado, aunque pase por ser republicano, ponga en peligro al Estado, a la nación y erosione a la Corona. Según ha explicado Pablo Iglesias a Maduro y a Puigdemont.

No deseamos extendernos y alarmar en exceso, pero decimos que la crisis catalana abierta desde 1714 ha llegado a extremos inaúditos imposibles en otro país de nuestro entorno, ahora, desde cuando Jordi Pujol lanzó aquella rastrera infamia de que «España robaba a Cataluña» la situación no solo ha empeorado sino que va camino de hacerse crónica, disparatada y violenta, lo que constituye un serio peligro, y frenar, brutalmente, la virulenta crisis económica y social, que es lo que pretenden los enemigos, adversarios y socios de esa democracia social que aspiramos levantar, también acosada por el terrorismo yihadista que ya avanza por el norte africano.
Si Rajóy se mantiene en su impasibilidad, la imprudencia y la flojera mental y no es capaz de arrancar el poderoso motor del Estado, mejor que se vaya, y con él, quienes buscan la ruina de nuestras gentes, que en cualquier Estado de Derecho y de Bienestar estarían fuera de la Ley. Cada día somos multitud los que exigimos no retroceder un paso, en evitación de males mayores. La gente de paz, la mayoría silenciosa, las clases más castigadas, los demócratas amantes de la racionalidad y la solidaridad, tendremos que ir a las urnas y encontrar hombres y mujeres de Estado capaces de llegar a la formación de un Gobierno de coalición estable o alcanzar otros pactos de La Moncloa. O gana el pueblo o nos destrozan los fantasmas del pasado y sus aliados del terrorismo genocida.

EL PP DOPADO POR ACCIONA A UNA SEMANA DE LAS ELECCIONES EUROPEAS

Acciona dio 60.000 euros en metálico al PP una semana antes de las europeas de 2014. Las anotaciones manuscritas de Francisco Granados en una libreta intervenida por la Guardia Civil están permitiendo identificar a más presuntos donantes de la caja B del Partido Popular. Tres fuentes conocedoras de este mecanismo de financiación irregular confirman a ABC que cuando el ex secretario general del Partido Popular de Madrid anotó las siglas «JEC» junto a una aportación de 60.000 euros en metálico se refería al directivo de la multinacional Acciona. Granados se lo reconoció a su entorno más próximo. La libreta secreta del político fue intervenida por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el registro del domicilio del político, un chalet en Valdemoro (Madrid). «Cuando Granados se enteró en prisión de que le habían pillado el cuaderno, se puso muy nervioso», confirman a ABC fuentes próximas al líder de la trama Púnica. El antiguo consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid dividía cada página de esta agenda en dos columnas, señaladas con las preposiciones inglesas «in», para el dinero que recibía de los constructores, y «out», para el que entregaba al tesorero del PP de Madrid. Se trata de Beltrán Gutiérrez, identificado por su siglas, «BG».

Granados cobró dos millones de euros de tres constructores, pero solo dio al PP de Madrid 1,4. La Guardia Civil tiró de sabiduría popular para explicar al juez qué hacía Francisco Granados con las donaciones en metálico que le entregaban determinados contratistas públicos de su confianza: «A tenor de las cantidades que se detraen de ciertas aportaciones parece que se hace gala del refrán castellano“quien parte y reparte…”, pues tanto Francisco Granados como Ignacio Palacios (su jefe de gabinete) parece que se quedarían con una parte del dinero recaudado para el partido». Así lo refleja la contabilidad del ex secretario general del PP de Madrid. Según sus anotaciones, Granados recaudó en B para las elecciones europeas de 2014 un total de 2.060.000 euros, la mayor parte de OHL. Esa es la suma de la columna «in», las entradas de dinero. El total de la columna «out», lo que se entregaba al tesorero regional, Beltrán Gutiérrez («BG»), asciende a 1.460.000 euros. De esta forma, Granados habría detraído 600.000 euros en metálico, casi un 30 por ciento de las donaciones.
