Mariano Rajoy da por desactivado el referéndum de Carles Puigdemont. A 11 días del 1-O, el Gobierno tiene muy claro que la “consulta ya se ha frenado”. “No tienen urnas, no tienen censo, no tienen papeletas y lo que es más importante, no pueden hacer un referéndum contra media Catalunya”, indican fuentes de Moncloa.

En el Ejecutivo central dan por hecho que la Generalitat carece de urnas para la consulta. Son conscientes de que el Govern puede disponer de un censo, pero si es así, “lo habrá adquirido de forma ilegal”. De hecho, la Agencia Española de Protección de Datos anunció ayer que ha abierto una investigación sobre el presunto uso ilícito de datos protegidos para la elaboración de un censo para el 1-O.

La Fiscalía y los jueces “han actuado”

Después de varias incautaciones de papeletas en imprentas, el Govern invitó a los votantes a que el día del referéndum las llevasen impresas de casa. “Después de eso, ya no hay ningún elemento que pueda ofrecer garantías o seriedad a esa convocatoria”, indican las mismas fuentes. Y añaden que Puigdemont no puede contar ni siquiera con una gran participación, porque “más de media Catalunya se quedará en casa como ya sucedió el 9-N”, en referencia a la consulta celebrada por Artur Mas en noviembre de 2014.

La Fiscalía y los jueces “han actuado”, explican desde el Gobierno, después de que el Ministerio Público haya abierto investigaciones contra Puigdemont y todos los consellers de su Ejecutivo por los presuntos delitos de desobediencia, malversación y prevaricación y de que el Tribunal Constitucional haya suspendido las leyes del referéndum y de transitoriedad y la convocatoria de la consulta.

El apoyo del PSOE

Con esta perspectiva, en Moncloa se respira cierta tranquilidad.Esa calma se ha visto reforzada por el anuncio realizado ayer por el PSOE de que ya no se opone a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el que permitiría suspender la autonomía de Catalunya, en caso de que sea necesario.

Ayer no existía esa necesidad, pero en Moncloa no descartan que aparezca en los próximos días, sobre todo, si se producen episodios de violencia en el camino al 1-O. “No va a haber referéndum, pero se puede producir una algarada”, indican las mismas fuentes gubernamentales, que sitúan esos presuntos focos de violencia en el entorno de la CUP.

“La Generalitat busca una respuesta violenta por parte del Gobierno y no la va a tener”

El 15 de junio de 2011, Artur Mas, que por entonces era presidente de la Generalitat, tuvo que acceder al Parlament en helicóptero. Un grupo de antisistemas rodeaba el parque de la Ciutadella para impedir que los diputados, a los que abuchearon y zarandearon, celebrasen el pleno de aprobación de los presupuestos.

Al Gobierno central no se le ha olvidado esa imagen y cree que se puede repetir después de que el Govern de Puigdemont “haya actuado de forma constante al dictado de la CUP”. “La Generalitat busca una respuesta violenta por parte del Gobierno y no la va a tener, porque Moncloa no va a caer en la provocaciones”, explican.

Incremento del dispositivo de seguridad

Pero esa actitud ajustada al “sentido común” de la que presume el Ejecutivo central no es garantía de que no se produzca un “follón”el 1-O. El Gobierno asegura que tratará de evitar escenas de violencia. De momento, tratará de ponerle freno a través del incremento del dispositivo de seguridad.

Interior reforzará la presencia de la Guardia Civil en Catalunya el día de la consulta con la incorporación de mil agentes extra, según explica a La Vanguardia el sindicato mayoritario de este cuerpo policial, Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). De momento, 500 agentes ya han llegado a su destino, los 500 restantes se irán desplegando por tierras catalanas en los próximos días.