Tras su discurso, coherente con sus ideales, Anna Gabriel levantó el puño. Su camiseta de manga larga bajo otra negra con mensaje destacaba entre el gris parlamentario. Solo la presidenta Carme Forcadell rompió con rojo de rompe y rasga. El martes 10 de octubre fue el día en el que Carles Puigdemont debía declarar o no la independencia de Cataluña y cada uno se vistió para el mundo. Forcadell de rojo, que se vea, y Gabriel, con el puño en alto y la frase«entre todas, todo» (su lema favorito, tal y como contó a Vanitatis). En su discurso, anunció que su grupo estudia abandonar el Parlament. Esos 10 diputados rebeldes, casi anarquistas, que han logrado ser los protagonistas de la convulsa historia de los últimos meses… ¿Quiénes son los cuperos?
 

Gabriel, de alquiler con su novio cupero

La diputada de la CUP Anna Gabriel, el 10 de octubre, con la camiseta con su lema favorito.
La diputada de la CUP Anna Gabriel, el 10 de octubre, con la camiseta con su lema favorito.

 

Gabriel, por ejemplo, es diplomada en Educación Social y licenciada en Derecho, máster en Derechos Sociolaborales y profesora en la Universitat Autónoma de Barcelona, donde daba clases antes de meterse a diputada. Con su pareja, el también cupero Joan Teran, vive de alquiler en Barcelona, donde pasa poco tiempo porque le gusta estar en su pueblo, Sallent, en el Bages. Allí sigue empadronada en casa de su madre, una casa de pueblo enladrillada, pequeña y sencilla (poco más de 80 metros cuadrados alargados y con pocas ventanas), en cuyos balcones cuelga la estelada y un cartel por el derecho a decidir. Para facilitar sus desplazamientos, la diputada decidió comprarse un cochehace unos meses, en enero de este año.

La portavoz parlamentaria de la CUP escogió un Seat Ibiza por el que pidió un crédito personal de 10.000 y que abona cada mes en cuotas de 228 euros. Espera tenerlo pagado en dos años. Y no le será difícil, sin duda. En su cuenta corriente hay unos 36.000 euros, de los que 26.000 destina a una cooperativa de la que es socia. Poco dinero en el banco si tenemos en cuenta que su sueldo anual bruto es de 73.144 euros, sin contar las dietas, que pueden llegar a 26.000 euros.

 

Salellas, un abogado de rico patrimonio

Benet Salellas en una rueda de prensa en el Parlament. (EFE/Andreu Dalmau)
Benet Salellas en una rueda de prensa en el Parlament. (EFE/Andreu Dalmau)

 

Otra de las caras conocidas de la CUP es la de Benet Salellas, un abogado de ‘causas perdidas’ muy polémico por haber defendido a algunos acusados de terrorismo yihadista. Su padre fue un conocido abogado, Sebastià Salellas, y durante un tiempo su ‘madrastra’ fue Irene Rigau, exconsejera de Educación imputada por la organización del 9N.

Beligerante y radical, Salellas ha defendido posturas muy alejadas del capitalismo, como la ocupación de viviendas en Girona, donde se crió, o el boicot a diferentes compañías por motivos políticos. Pero en su vida personal todo es distinto, aunque muchas veces sin haberlo buscado. Salellas es propietario de numerosos inmuebles: 10 en total, de los cuales nueve son donaciones o herencias y uno es una compra. Aunque lo cierto es que en total no tienen demasiado valor, sí que contrasta con los postulados políticos que defienden.

En 2010 pidió una hipoteca al 50% con su pareja por la que todavía tiene pendiente de amortizar 206.648 euros. El valor catastral del inmueble es de 201.898 euros, lo que supone un precio de mercado mucho mas elevado. Como referente: un piso en el Eixample de Barcelona de 150 metros cuadrados puede venderse en la actualidad por unos 600.000 euros y su valor catastral se sitúa en 182.000.

El resto de propiedades de Salellas, en conjunto tienen un valor de 117.441 euros. Es además socio de Salellas Associats SL, el bufete de abogados en el que trabaja y que tiene unas cuentas muy saneadas. Con unos ingresos brutos de 176.000 euros en las cuentas de 2016, obtuvieron unos beneficios netos de 3.666 euros. El gasto de personal es 139.729 euros, que debe dividirse entre los tres empleados. Salellas creó su bufete en 2012 y sigue siendo el administrador único. Beneficios a los que debe añadirse su sueldo como diputado: 44.881 euros brutos anuales a los que se sumarían los 28.000 de dietas.

 

Boya, vinculada al negocio del ladrillo

Mireia Boya, en un acto proindependentismo a dos días del 1-O. (EFE/Quique García)
Mireia Boya, en un acto proindependentismo a dos días del 1-O. (EFE/Quique García)

 

Un sueldo mayor es el de la presidenta del partido en el Parlament: Mireia Boya (70.840 euros brutos al año), quien casualmente también tiene un Ibiza, aunque más viejo: es de 2008. Lo compró en 2008, época en la que la diputada no era reacia a la propiedad. En 2005 compró un inmueble valorado en 106.225 euros al 50%. Y no es la única noción de posesión que tiene la cupera. Boya proviene de una familia adinerada, con empresas vinculadas al mundo del ladrillo.

Su madre, la diputada de CiU Pilar Busquets, fallecida en 2015, legó a ella y a sus hermanos (Jusép -sic-, Ferran y Gerard), un local en Les, según informó la prensa, algo que Vanitatis no ha podido confirmar pese a que la diputada no lo negó. Lo que sí se ha podido confirmar es que la familia de Boya tiene varios negocios familiares en el pueblo. Y uno es el restaurante y hotel Juan Canejan, del que la diputada no tiene acciones, pese a que fueron sus abuelos quienes lideraron la empresa.

Lo que sí tiene es su residencia oficial en el local en el que su familia lleva sus negocios. Como la Patrimonial Joan Canejan SL, una compañía dirigida por el padre de la cupera, Fernando Boya, dedicada al alquiler de bienes inmuebles, según consta en el Registro Mercantil. Boya cuenta con más empresas relacionadas con el negocio del ladrillo: Aranesa d’Habitatges 2010 (dedicada a la promoción inmobiliaria), Joan Canejan SL (alquiler de bienes inmuebles) y B5 Habitatges Aranesos (promoción inmobiliaria).

 

Reguant empezó en la iglesia

Eulalia Reguant, en el Ayuntamiento de Barcelona, con sus características gafas y su mono vaquero. (EFE/Quique García)
Eulalia Reguant, en el Ayuntamiento de Barcelona, con sus características gafas y su mono vaquero. (EFE/Quique García)

 

En el grupo cupero destacan las mujeres por su poderosa presencia. Como la de Eulàlia Reguant. Esta matemática ha desarrollado su carrera como activista en numerosas ONG, desde Setem hasta Justícia i Pau, aunque pocos saben que su compromiso social empezó en una iglesia de la zona alta de Barcelona. Fue en la parroquia de Sant Ildefons, en la calle Madrazo de Barcelona, tal y como contaba Enric Vila en un artículo de Elnacional.cat. Vila escribe una suerte de homenaje a la diputada aunque la llama «monja soldado», algo que seguro no gustó a esta joven criada en el barrio del Eixample Esquerra, donde estudió en los Escolapios, escuela religiosa.

Es uno de los cerebritos de la formación y es activista hasta con su imagen. Suele vestir monos vaqueros, ropa ancha y cómoda, para huir de estereotipos. Y sus gafas, esas grandes lentes bicolor, son ya una marca en sí misma, tanto es así que las usa como perfil en su cuenta de Twitter. Porque aunque parece que no están pendientes de su imagen, la usan como arma política.

 

Botran, una hipoteca y su eterna Scoopy

Albert Botran y una de sus originales camisetas. (EFE/Quique García)
Albert Botran y una de sus originales camisetas. (EFE/Quique García)

 

Lo hace Albert Botran, portavoz adjunto del grupo cupero, con sus sudaderas deportivas y sus camisetas desgastadas. Botran es otro político que clama contra el apego a lo material aunque tenga su hipoteca. Fue en 2016, ya nombrado miembro del Parlament, cuando decidió adquirir una vivienda y pidió un crédito bancario por valor de 126.000 euros. No ha hecho lo mismo con el transporte por el momento, puesto que sigue usando su vieja Honda Scoopy, la misma que compró en 1999.

Podría cambiar de vehículo, al menos por cuestiones económicas, ya que su sueldo es de 44.595 euros brutos anuales, a los que habría que sumar unos 20.000 por dietas. Este historiador es una de las mentes de la CUP y ha escrito algún libro junto con Oriol Junqueras, el vicepresidente de la Generalitat. Tampoco tiene hijos.

Nana Garriga, el padre activista

Joan Garriga charla con Anna Gabriel durante un paseo. (EFE/Andreu Dalmau)
Joan Garriga charla con Anna Gabriel durante un paseo. (EFE/Andreu Dalmau)

 

Mientras los jóvenes de la bancada no han tenido hijos, el más veterano (63 años) tiene tres. Joan Garriga, conocido como Nana, está casado y tiene tres hijos ya mayores. Trabajador en el área de personal del Colegio de Médicos, Nana Garriga es un conocido activista con gran ascendente entre sus compañeros por su larga trayectoria. Es natural de Sant Pere de Ribes, localidad cercana a Sitges, donde siempre ha residido y donde en 1986 se compró una casa con su mujer. Una casa sencilla para una vida sencilla por la que se mueve en un ciclomotor.

 

Gabriela Serra, rebelión contra su pasado

Gabriela Serra en los pasillos del Parlament. (EFE/Alejandro García)
Gabriela Serra en los pasillos del Parlament. (EFE/Alejandro García)

 

Al lado de Garriga, en la bancada cupera se sienta Gabriela Serra, la otra admirada veterana. Su historia es bastante más compleja que la de Garriga y pasa por diferentes países. Criada en una familia adinerada de Mataró, Serra nunca vio de cerca la política. Se casó con tan solo 19 años como una forma de abandonar la casa familiar y buscar vida más allá de las paredes conocidas. Con su entonces marido se marchó a vivir a Roma, donde empezó su vida de activista.

Una vez de vuelta, se instaló en Santa Coloma de Gramenet, un municipio obrero cercano a Barcelona donde todavía vive y se siente, dice, muy querida. Separada de su primer marido, se fue a Latinoamérica para encontrarse y allí se creó su actual personalidad, esa vehemente y a veces agria que desprende su voz agarrotada por el tabaco. En Guatemala conoció a su actual pareja, y juntos volvieron para plantar la batalla que allí empezaron contra el capital y el poder. Pero uno no puede sustraerse del todo de la sociedad en la que vive y Gabriel se compró una casa en 2014, un inmueble de valor catastral de 140.000 euros.

Su compromiso la lleva a donar parte de su sueldo a la cooperativa COOP57: de los 63.000 euros que tiene en su cuenta, 22.200 son para esta entidad. Sucede igual con algunos compañeros de partido, como Anna Gabriel, que dona parte de su sueldo a la misma cooperativa.

 

Mireia Vehí, vecina de Gràcia

Mireia Vehí, en una visita a unos huelguistas. (EFE/Toni Albir)
Mireia Vehí, en una visita a unos huelguistas. (EFE/Toni Albir)

 

Quien también cuenta con patrimonio, aunque algo pobre, es Mireia Vehí, quien heredó dos fincas rústicas en 2015. Una, de la que tiene el 33% en propiedad, está valorada en 12.199 euros, y la otra, de la que es propietaria al 100%, tiene un valor de 1.765 euros. Poca cosa. Como el estado de las cuentas bancarias de esta diputada, que tiene de media 338 euros en su cuenta corriente.

Y eso que cobra 42.697 euros brutos al año, sin sumar dietas (unos 23.400 euros). Ninguna de sus propiedades, no obstante, sirve para vivir, así que lo hace de alquiler en un piso de 66 metros cuadrados en pleno barrio de Gràcia de Barcelona, cerca del Mercat de la Llibertat. Piso que, por ahora, no comparte con nadie.

 

Riera y Saladié, los nuevos y desconocidos

Sergi Saladié, durante la rueda de prensa en Madrid contra la central de Ascó (Tarragona). (EFE/Kote Rodrigo)
Sergi Saladié, durante la rueda de prensa en Madrid contra la central de Ascó (Tarragona). (EFE/Kote Rodrigo)

 

Parte de la información que aquí se publica aparece en los datos que facilita el Parlament de Catalunya tras una iniciativa para favorecer la transparencia en el seno de la institución. Miembros de la CUP, personas cercanas al partido, redes sociales y la hemeroteca han servido para elaborar este artículo a partir de otros datos. Pero en el caso de los diputados Carles Riera Sergi Saladié, como fueron los últimos en incorporarse a las filas parlamentarias, sus datos personales todavía no son demasiado públicos. Saladié es apenas conocido en Cataluña. Este geógrafo de profesión vive en Tarragona, de donde es natural y donde se ha formado. Aficionado al deporte, en la actualidad no tiene pareja tras haber roto con la que tenía de hace años.

 

Carles Riera, entre los manifestantes concentrados contra las detenciones a miembros de la Generalitat. (EFE/Toni Albir)
Carles Riera, entre los manifestantes concentrados contra las detenciones a miembros de la Generalitat. (EFE/Toni Albir)

 

Carles Riera, por su parte, rechaza la colaboración de su formación con el Gobierno de la Generalitat, se incorporó hace pocos meses. Una visión radical de la política que no le impide ser un emprendedor: en 2016 creó su propia empresa, Aczessible SL, una agencia de viajes solidaria destinada a ayudar a personas con movilidad reducida. Este psicólogo de formación, especializado en terapias Gestalt, tiene pareja y suele colaborar con la cooperativa La Fàbrica, donde también lo hace Anna Gabriel.

La Candidatura d’Unitat Popular, ese partido marginal durante años, apareció en la escena parlamentaria en la anterior legislatura y en esta se ha convertido en la llave de la gobernabilidad catalana. Y ahora, en plena crisis institucional, sus miembros levantan el puño y recuerdan que sus valores y la independencia de Cataluña están por encima de todo lo demás. Al menos, claro, cuando hablamos del ámbito público

 

 

FUENTE: VANITATIS