No estoy muy familiarizado con el mundillo de la rutilante “Corte municipal”, ni tampoco guardo sintonía alguna con la élite privilegiada de la ventajista “red clientelar”, pero creo que lo que se está preparando en Mazarrón es una cacería a lo bestia para atrapar “in fraganti” a las dos grandes piezas políticas que convienen imprudentes en el Antro Institucional. Sin duda la más codiciada es el vicealcalde Campillo. Sobre el Regidor Miras, también en el punto de mira, se sabe que tiene dentro del partido un asunto muy importante que arreglar, dilatar la permanencia del PSOE en el poder, y el aparato empieza a tener serias dudas de su capacidad de maniobra. Una de sus más comprometidas promesas al “conciliábulo progre”, su gran misión desechadas las ediles de Cs por si acaso, es conseguir que el crack independiente se quede a su vera y se consolide como partido bisagra, incluso cuando el salte. Pero también sabe que dependerá mucho del panorama político que se le ofrezca para que tome una decisión. Ambos socios saben que la presión del “bipartidismo infiel” desde los “despachos influyentes” aumenta, y tienen claro, muy claro que…. “quien a muchos amos sirve, a alguno ha de fallar”.
Si mantenemos la mente fría, vemos que el PP es precisamente el cazador que sale más armado para atrapar a Campillo, para lo bueno o para lo malo, aunque los populares de nuevo cuño no hacen prisioneros; se entiende que el viejo PSOE solo le empujará con cierta cautela hacia una reserva confortable por pura necesidad e interés, y ya se ha publicado que Cs, VOX e incluso una formación regionalista le ofrecerían una arriesgada escapatoria con red. Esto no es ninguna barbaridad. ¿Puede permitirse UIDM apostar por un cambio de siglas a sabiendas que tiene pocos recursos? Me consta que una renovada facción del Partido Popular, al igual que los otros partidos de centro-derecha, irá también a por el político local. Sin embargo ayer nos sorprendimos con la noticia de que dos Diputados Regionales de corte conservador y una Consejera en calidad de emisarios estaban este finde en Mazarrón. No tengo ninguna duda de la capacidad de persuasión de Ginés Campillo, en eso es único, pero tanto el como Miras están en una edad y un momento de su carrera que lo que quieren es afianzarse y progresar políticamente y, no nos engañemos, económicamente. Para ellos es el momento de solucionar sus vidas. Y sabiendo que sus mentores son tipos a los que les gusta contar billetes a manos llenas, la cosa para la coalición está bastante regular. “No-hay-dinero.” Eso nos venden sus benefactores, “Il Consiglieri” Sociolisto y los vetustos funciolistos progres, que son quienes abren la caja fuerte del “Antro de las Bicocas” y hablan con las arañas que habitan en ella.
Como me gustaría equivocarme, pero es mejor que vayamos pensando en ser realistas y nos contentemos con la lenta llegada de políticos jóvenes y talentosos a los viejos partidos, que no es poco. Ilusionémonos por la puesta en escena de savia nueva, pero lo justo, es mejor alegrarse con la idea más probable, que la vieja guardia clientelar finalmente se quede, y con la llegada de algún refuerzo, digamos eficaz, pero no estelar. Ya vendrán tiempos mejores. Además, de nada sirve ponerse nervioso porque a lo mejor a estas alturas, tanto Campillo como Miras ya hayan tomado la decisión que les conviene.
La ciudadanía mazarronera está harta de tanto despropósito, de tanta lucha partidista, de tantas mentiras, de tanta injusticia, de tanta dejación de funciones, de tanta incompetencia, etc. Y este hartazgo la está empujando, cada vez más, a gritar a los cuatro vientos: “Señores políticos, ¡estamos hasta los argamandijos de todos ustedes!”. Y esto sólo puede conducir al rechazo de estos políticos, de estos partidos, de esta democracia, sólo “formal” y no real.
Los partidos políticos son todo menos democráticos: en general, militantes y electos son personas sin oficio reconocido y sin vida laboral propia fuera del partido; y, por lo tanto, sumisas a los dictados del jefe de turno para poder salir en la foto (listas) o conseguir un puesto de trabajo (?).
No debemos olvidar que, tras cualquier elección (local, autonómica o nacional), los de la casta política —carente de músculo ético, de honestidad y de vergüenza, deben rodearse de asesores que les saquen las castañas del fuego aunque, vistos los resultados conseguidos y las situaciones a las que nos conducen, deben tener menos luces que Abundio, aquel que vendió el coche para comprar gasolina.
Los partidos políticos, como hemos apuntado por activa y por pasiva, son genuinas granjas orwellianas, enfrentadas a cara de perro sólo aparentemente. El diálogo franco, el debate sincero, el generar sinergias y el pensar de forma altruista en los problemas de la gente no forman parte ni de sus ocupaciones ni de sus preocupaciones. Sus ejecutivas piensan sólo en los intereses tanto del partido como en los particulares suyos. Por eso, los ciudadanos tenemos sobrados motivos para mandarlos a la puta calle y a hacer puñetas.
Hay que insistir en que esta política testicular, enfurruñada, consistente en aplastar al adversario y no en tratar de mejorar sus propuestas, a nada nos lleva. Y lo vamos comprobando en cada sesión plenaria, en cada rueda de prensa -cada día más monólogo y con menos preguntas, por cierto–, en cada comparecencia pública y privada de nuestros representantes, sean de la formación que sean. En fin, otra oportunidad tirada por la borda de haber ofrecido a la ciudadanía la imagen de todo un arco político cooperando para sacar al pueblo adelante en torno a un proyecto común que pueda resultar creible para todos los mazarroneros.
Se atacan con creciente ferocidad unos a otros, se regañan achacando al otro todo lo malo y a sí mismos todo lo bueno, se acusan de fascistas o de comunistas o de lo que sea, e imposibilitan cualquier acuerdo para combatir al enemigo común, que ahora es la pandemia y dentro de poco será una espantosa situación económica y, a este paso, también una falta de credibilidad en aumento.
“La bronca todo lo oscurece y el cada día más notable enconamiento entre gobierno y oposición, todo avance sustancial impide”
Concilio supremo de adalides del puño y la rosa mazarronero, con la presencia de un bisoño. La cita tuvo lugar en el día de ayer, en un conocido local de restauración de la bella localidad costera. Las maquinarias de poder empiezan bien engrasadas, para el camino que lleva hasta el Palacio Consistorial. Miguel Ortuño Sáez, un ojeador de barra.
El clientelísmo y la corrupción Institucional, la perversa conexión con uno u otro “cártel benefactor”, parece algo del pasado. Y la cruda realidad es que están ahí. El nivel de negocio y violencia en el último quindenio no se puede comparar con otros tiempos, y cada vez son más frecuentes los ajustes de cuentas y la irrupción de sicarios satisfechos por la trama clientelar en la localidad. Es el lamentable resultado de casi cuatro décadas de “bipartidismo infiel” consolidando la Plutocracia impuesta en Mazarrón.
La connivencia de la política en Mazarrón con grupos empresariales vinculados a dudosas tramas y bandas dirigidas por “testaferros” surgidos de la nada, y la velada relación con clanes mafiosos para el blanqueo de fondos de opaca procedencia a saco con los teledirigidos dirigentes más avezados en el asunto, no pasan desapercibidas a ojos de los ciudadanos. Los jóvenes que caen en las drogas o vicios lúdicos y sus familias, son las principales víctimas de unos métodos ultrajantes en práctica oficiosa, aplicados por capos desaprensivos que gozan de ciertos privilegios e impunidad que escandalizan a la sufrida población, impactada y temerosa por la peligrosa problemática en auge.
Digo y se dice en la calle. Ningún mazarronero debe olvidar que el Ayuntamiento es la primera Empresa del pueblo, que cobra impuestos a veces mortales de necesidad, como el del IBI de los más caros de España, con destino a nuestros politiqueros de lujo. Que es propiedad de todos, los pobres y desahuciados también. Los políticos, curanderos del pueblo y empleados nuestros. Los partidos, los coros sordos de un Antro Institucional sin música sinfónica, así como redentores del espíritu nacional sindicalista. El Gobierno. Los Unos y los Otros. Cine de ciencia ficción. Las urnas, el cuento de la lechera en versión local adquiridas encuestas a bajo costo. La Justicia, una quimera. Silencio, se rueda, pero nadie sabía nada por aquí. Ni ese señor de Murcia ni el Rey. La leal Oposición, como la Marabunta… ¡arriba las manos de plomo!. Bromas aparte. El punto más oscuro de los partidos es la financiación millonaria que les llega desde diversas fuentes económicas. En nuestra Región y pueblo la corrupción ha sido durante décadas motivo de grandes escándalos a pesar de recibir del Europa (vía subvenciones) miles de millones de euros, sin olvidar las donaciones y las comisiones de benefactores privilegiados. Estoy convencido de que en otro lugar con una justicia en orden, los partidos y sus políticos estarían sentados en los banquillos de los acusados. La Región Murciana ha sido testigo de como se recaudan medios financieros que hasta se han ocultado en los sótanos de algunos chalets de dirigentes políticos. Sí, esta Plutocracia es muy cara y se paga muy caro un dinero que se ignora en qué será empleado.
SIMPLEMENTE QUEJAS DE TERTULIA, PERO SIN VOCERÍO PARTIDISTA, SINO COMENTAR EL RUIDO DE LA CALLE, PERO SIN ESPECTÁCULOS GRATUITOS QUE NOS CRISPAN, CON ALGUNOS GRAMOS DE CRÍTICA Y SIN COBRAR CANTIDADES DESCONOCIDAS PARA LOS QUE NOS SIGUEN, LEEN O COMENTAN. NO NOS VAMOS A FORRAR DE PUBLICIDAD O CON REGALOS MISTERIOSOS. SERÁN SENCILLOS COMENTARIOS CAZADOS A OÍDO. Y SI LOS LECTORES NOS CUENTAN, IDENTIFICADOS, NOTICIAS OCULTAS, HASTA LAS INCORPORAREMOS GUARDANDO EL DEBIDO SECRETO PROFESIONAL. ASÍ EMPEZAMOS Y SEGUIREMOS, DOS O TRES VECES POR MES, AQUÍ EN ESTE PUEBLO SOLITARIO.
Escribíamos a comienzos de esta legislatura que si algo era necesario, vital y básico en este nuevo ciclo político que está acabando, era enmendar errores del pasado y encontrar nuevas vías de honradez institucional eficaces y participativas, establecer sinergias de cambio para arrinconar el modelo nepotista, viciado y casposo, y ordenar espacios de encuentro entre todos, plurales y transparentes que abran las puertas y ventanas del lastrado Consistorio e ilusionen a la desencantada población.