La médico de familia Ana Cebrián, del centro de salud de San Antón (Cartagena, Murcia), ha sido la encargada de presentar estos resultados del grupo de trabajo “Primary Care Diabetes Europe” (PCDE) en su XV Conferencia Internacional
Dicho centro de salud ha participado en la revisión científica
Un grupo de trabajo de la organización “Primary Care Diabetes Europe” (PCDE), y del que forma parte la especialista en Medicina de Familia y Comunitaria del centro de salud de San Antón (Cartagena, Murcia), Ana Cebrián, ha obtenido las primeras conclusiones científicas a nivel internacional sobre la enfermedad mental grave y la diabetes.
La médico de familia Ana Cebrián ha sido la encargada de presentar el resultado de este trabajo en la “XV Conferencia Internacional del Primary Care Diabetes Europe” (Sociedad Europea de Diabetes en Atención Primaria), que tenía como tema central “El papel de la Atención Primaria en la atención de la diabetes”, y que se ha celebrado recientemente en Barcelona.
Un trabajo de investigación, en el que también ha participado otro miembro del grupo PCDE de Madrid junto a otros cuatro médicos daneses, un médico de Reino Unido, y otro de Dinamarca, y que ha analizado hasta 1.938 estudios internacionales de intervención sobre pacientes con enfermedades mentales graves y diabetes.
Cuando se habla de trastorno mental grave o severo (TMG) se hace referencia a aquellos trastornos mentales graves como esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar o depresión mayor con síntomas psicóticos, de duración prolongada y que ocasionan un grado de discapacidad y disfunción social variable.
El objetivo de esta revisión, que ha durado un año, comenta Ana Cebrián, “era poder extraer los resultados positivos de las intervenciones que se realizan en estos pacientes porque no se había realizado hasta ahora”.
Los pacientes con enfermedades mentales graves tienen más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y éstas, en personas con enfermedades mentales, conllevan más mortalidad. Igualmente, “estos pacientes tienen hasta 2 y 3 veces más prevalencia de diabetes y, además, las consecuencias de esta diabetes son más frecuentes y más graves”.
Entre las conclusiones de este trabajo destaca el hecho de que las intervenciones no farmacológicas basadas en cambios de estilo de vida, ya sea a través de dieta y ejercicio o educación diabetológica o terapéutica, y los autocuidados, mejoran el control de estos pacientes.