Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 llegan este martes al Congreso. Lo hacen con meses de retraso y, lo que es peor para el Gobierno, sin los votos necesarios para su aprobación. El PP solo ha convencido a Cs, y dado el rechazo de PSOE, Unidos Podemos y los grupos catalanes a votar su proyecto, necesita, como el año pasado, a PNV, Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC).
El Gobierno confía en el sí del PNV, aunque los vascos insisten en que no negociarán con el 155 en vigor en Cataluña. Más fácil parece el pacto con los canarios, especialmente con CC, que ya ha prometido votar a favor «si todo va bien». NC, por último, exige resolver algunas cuestiones pendientes de las cuentas de 2017 y que Rajoy amarre 175 votos antes de negociar.
En la práctica, los nacionalistas son determinantes, por lo que pueden pedir cuantiosas contrapartidas. Así ha sucedido en los últimos 25 años: de los 23 presupuestos aprobados desde 1993, 13 fueron impulsados por gobiernos en minoría que, uno tras otro, se vieron obligados a pactar con nacionalistas.
Rajoy: cuponazo vasco y lluvia millonaria en Canarias
Rajoy ya vio en 2017 que el apoyo de PNV, CC y NC no sale gratis, y reasignó miles de millones en favor de Euskadi y Canarias.
El premio gordo se lo llevó el PNV, que pactó la devolución de 1.400 millones correspondientes a la liquidación del cupo vasco entre 2017 y 2015, la rebaja en 192 millones del cupo para 2017, 3.380 millones de inversión en la Y ferroviaria vasca, otros 220 millones en plataformas logísticas, rebajas en la tarifa eléctrica para empresas, y el soterramiento de 18 pasos a nivel, entre otros compromisos.
CC logró, por ejemplo, bonificaciones en la Seguridad Social para contratar a jóvenes de hasta 30 años y el acceso de las islas al Fondo de Competitividad, lo que les reportará 1.130 millones en tres años. NC, por último, logró descuentos para residentes del 75% en billetes de avión y barco, 136 millones en ayudas para la extracción de agua para la agricultura y 44 millones en obras en carreteras.
Zapatero: más competencias y partidas para sacar los PGE
Es el único presidente que nunca tuvo mayoría absoluta, y logró sacar adelante sus presupuestos con pactos año a año: el PNV, por ejemplo, apoyó seis de sus siete PGE; BNG, CC y CHA, cuatro; y ERC e IU, tres. En dos legislaturas de geometría variable hubo votaciones cómodas (en 2006, por ejemplo, solo el PP votó en contra) y otras de infarto: en 2009 toda la oposición salvo PNVy BNG rechazó las cuentas, y en 2011 las cuentas se salvaron gracia a PNV y CC.
A cambio, los nacionalistas vascos lograron el traspaso a Euskadi de competencias en una veintenta de materias (como las políticas activas de empleo o la investigación e innovación) e inversiones millonarias; y los canarios, por ejemplo, un paquete de infraestructuras y la reducción de tasas aeropuertuarias. Catalanes y gallegos también hicieron valer sus votos y arrancaron compromisos como traspasos de competencias, mejoras en la financiación autonómica y obras públicas.
Aznar: del ‘Pujol, enano…’ al Pacto del Majestic
El 3 de marzo de 1996, algunos seguidores del PP celebraron en Génova la victoria de Aznar al grito de «Pujol, enano, habla castellano», pero al líder del PP le faltaban 20 votos para la mayoría absoluta y apenas 48 horas después se sentó a negociar con CiU. El objetivo de Aznar era alcanzar acuerdos estables para una legislatura sin sobresaltos, y para finales de abril tenía amarrados los votos de nacionalistas catalanes, canarios (CC) y vascos (PNV). Con ellos aprobó sus dos primeros PGE. Después, el PNV se descolgó.
También aquí hubo contrapartidas: para CiU, la cesión del 30% del IPRF, de las competencias en Tráfico y la profesionalización del Ejército; para el PNV, una mejora del concierto económico, el traspaso de impuestos y el desarrollo del Estatuto de Gernika; y para CC, la reforma del régimen fiscal de las islas, un plan de empleo, y otro de infraestructuras.
González: en manos de CiU tras una década sin rival
Tras sus mayorías absolutas de 1982, 1986 y 1989, González tuvo que aprender a pactar en 1993, cuando se quedó en minoría. Cerró un acuerdo estable con CiU, y ya en su investidura anunció la cesión parcial del IRPF a las CCAA y transferencias a las autonomías para desarrollar los estatutos. Así aprobó los PGE en 1994 y 1995. Después, los nacionalistas catalanes rompieron, dejaron al PSOE en minoría, provocaron el rechazo de las cuentas de 1996 y obligaron al socialistas a delantar las elelecciones generales.
Crónología: ¿Cómo se aprobaron otros presupuestos?
1982-1996 (Felipe González). González disfrutó de mayoría absoluta hasta 1993. En 1994 aprobó las cuentas gracias a CiU y CC, y en 1995 con CiU y PNV. En 1996, la oposición tumbó su proyecto de presupuestos, tuvo que prorrogar los del año anterior y adelantó las elecciones.
1996-2004 (José María Aznar). Aznar pactó con CiU, PNV y CC en 1997 y 1998. En 1999 y 2000, los nacionalistas vascos se descolgaron del pacto. En su segunda legislatura tuvo mayoría absoluta.
2004-2011 (José Luis Rodríguez Zapatero). Fue el maestro de la geometría variable. Aprobó sus siete presupuestos pactando con casi todos los partidos de la Cámara (IU, CiU, ERC, CC, CHA, BNG y NC) salvo el PP, que siempre votó en contra. Sus últimas cuentas, las de 2011, ya en plena crisis económica, las salvó gracias a los votos de PNV y CC.
2011-2017 (Mariano Rajoy). Desde 2011, Rajoy sacó adelante con mayoría absoluta cinco presupuestos, incluidos los de 2016, aprobados antes de convocar las generales de 2015. En 2017 pactó con Cs, PNV, NC y CC.
La clave: Las cuentas, con meses de retraso
La Constitución obliga al Gobierno a remitir el proyecto de presupuestos tres meses antes de que expiren los anteriores, esto es, antes de que acabe septiembre. El Ejecutivo, sin embargo, ha pospuesto este deber por su falta de apoyos parlamentarios. Las cuentas tienen ahora por delante una larga tramitación en el Congreso. El debate de totalidad podría celebrarse la semana del 23 de abril, y la aprobación final podría ser ya a finales de mayo o en junio.
FUENTE: 20MINUTOS