La fragmentación del centro derecha será mucho más letal para el PP y Ciudadanos en el Senado que en el Congreso, por el sistema mayoritario que rige en las elecciones a la CámaraAlta, que bonifica de manera clara al partido más votado. El PP no aparece como ganador en ninguna de las encuestas que se están publicando, y desde un segundo puesto tendría imposible revalidar su mayoría en el Senado. La única solución será evitar la división del voto de centro derecha, y presentarse junto a Ciudadanos en listas conjuntas. En un estudio específico sobre los escaños de la Cámara Alta que circula estos días por los despachos de Génova se observa cómo la unión del PP y Ciudadanos les daría hasta 123 escaños, de los 208 que se eligen en las urnas el 28 de abril. Pero los dos partidos en candidaturas separadas solo sumarían 82, aunque tuvieran los mismos votos.

A lo largo de la democracia, el Senado siempre se consideró una especie de «cementerio de elefantes», perfectamente prescindible en el sistema político español. Pero la Constitución le tenía reservado un protagonismo fundamental:el artículo 155.

De pronto, tener mayoría en la Cámara Alta cobró la máxima importancia esta última legislatura, cuando el Gobierno de Rajoy impulsó las medidas excepcionales para Cataluña, al amparo del artículo 155 de la Constitución, que luego debió aprobar la Cámara Alta, como dispone la Carta Magna.

Ahora, una de las promesas principales de Pablo Casado ante las elecciones generales del 28 de abril es la aprobación de un nuevo 155, más duro y extenso que el que puso en marcha Rajoy. Y Casado se ha comprometido a impulsarlo en el primer Consejo de Ministros que presida. El problema lo tendría si el PP no mantiene la mayoría en el Senado, ya que el PSOE de Pedro Sánchez se ha mostrado totalmente en contra de volver a aplicar esas medidas en Cataluña y ha optado por una política de distensión y apaciguamiento, como se vio en los últimos meses. Por mucho que el Gobierno tenga la iniciativa del 155, si el Senado vota «no», el debate se acaba.

El «no» de Rivera

Con la convocatoria de elecciones generales, en la dirección nacional del PP se vio rápidamente el riesgo de perder la mayoría en el Senado, aunque pudieran aliarse con Ciudadanos y Vox en el Congreso para formar Gobierno. Si el PSOE es el partido más votado, el Senado estará en sus manos. Los populares plantearon a Ciudadanos la posibilidad de formar listas conjuntas para la Cámara Alta, y unificar así el voto, lo que les daría la mayoría. Pero la respuesta de Rivera fue un «no». Solo aceptaron ir junto al PP y UPN, en una candidatura unificada de centro derecha, en Navarra.

Según el estudio sobre el impacto de unas listas conjuntas para el Senado, elaborado con la media de los resultados de las encuestas en febrero, si se produjera esa hipotética alianza de los partidos de Casado y Rivera podrían alcanzar los 123 escaños, mientras que el PSOE se quedaría con 58. Ni siquiera necesitarían unirse a Vox. En porcentaje de voto, PP y Ciudadanos sumarían un 39,5 por ciento de votos, frente al 24 por ciento del PSOE.

Pero ese escenario de listas conjuntas se ha quedado en una mera hipótesis, y los populares se temen ya el impacto negativo de la fragmentación del voto en el centro derecha. Con los mismos votos, pero repartidos entre tres, el PSOE (24 por ciento) sería ahora la candidatura más respaldada, con 98 senadores electos. Por detrás se situaría el PP(20,7 por ciento), con 72 escaños, mientras que Ciudadanos (18,8 por ciento) se quedaría con 10. El PP y Ciudadanos, por separado, solo sumarían 82 senadores.

 

 

FUENTE: ABC