El PP y Ciudadanos han alcanzado un principio de acuerdo sobre el programa para gobernar Andalucía, según han confirmado fuentes del partido de Albert Rivera. El pacto no se da aún por completamente cerrado y se refiere solo al programa y no al Gobierno ni a la composición de la Mesa del Parlamento. Pero se trata de un acuerdo programático amplio, con medidas que chocan frontalmente con los postulados de Vox. Contempla además la eliminación de los aforamientos y bajadas de impuestos, entre ellas la del tramo autonómico del IRPF.

 
El acuerdo contiene 80 puntos y un calendario para los 100 primeros días de Gobierno. El PP y Ciudadanos han salvado el escollo principal, que estaba en las medidas de regeneración. Los populares han aceptado la eliminación de los aforamientos a los políticos en Andalucía, una medida a la que se oponían con el argumento de que no se pueden eliminar este privilegio procesal solo en unas comunidades y no en otras, y por eso debe hacerse en toda España con una reforma constitucional. Al final han aceptado impulsar la supresión de los aforamientos solo en Andalucía.

En materia impositiva, el pacto certifica la eliminación del impuesto de sucesiones, baja el tramo autonómico del IRPF y el impuesto a las hipotecas, que el PSOE había llevado al máximo. También amplía de 12 a 24 meses la tarifa plana de 50 euros para nuevos autónomos, según fuentes de Ciudadanos.

En el acuerdo hay medidas que contradicen puntos esenciales del programa de Vox, la formación de extrema derecha a la que el PP pide que facilite el Gobierno. Estas se refieren a la igualdad entre hombres y mujeres y a las competencias autonómicas. Ambos partidos han acordado un blindaje de las disposiciones sobre igualdad aprobadas en la anterior legislatura y la propuesta de un pacto sobre violencia de género. Vox defiende, en cambio, derogar la Ley contra la violencia machista.

PP y Ciudadanos han acordado también la protección de las competencias autonómicas recogidas en el actual Estatuto andaluz, extremos irrenunciables para Ciudadanos y que apuntan contra las líneas rojas de Vox. Este partido, que para empezar defiende la eliminación de las comunidades autónomas, propone la devolución de las competencias en Educación y Sanidad al Estado, algo que solo puede hacerse con una reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía. El compromiso de PP y Ciudadanos es mantener estas competencias autonómicas. De esta forma, colocan en una tesitura complicada a Vox para que apoye el Gobierno.

Contra la corrupción

La evaluación de las políticas públicas, el control de la corrupción, la dimisión de los cargos públicos imputados, un estatuto del denunciante de buena fe y un nuevo reglamento de transparencia, la auditoría de las cuentas públicas y una comisión de investigación del caso Faffe, que implica el pago en burdeles con dinero público por un ex directivo de la Junta, son otras propuestas incluidas en el acuerdo.

Hoy viernes los equipos negociadores volverán a reunirse para cerrar los últimos extremos del pacto programático, pero aún siguen lejos de tener un acuerdo de Gobierno. La discrepancia profunda sigue encima de la mesa, y es la de quién debe ser el tercer actor que facilite la investidura. El PP quiere que sea Vox, y Ciudadanos que sea el PSOE. El partido de Albert Rivera decidió frenar el acuerdo cuando supo que el PP se había reunido con Vox, y no acepta que esta fuerza condicione el futuro Ejecutivo con propuestas de calado, según fuentes de su dirección.
 
 

FUENTE: ELPAIS