Ni dos horas de tregua. Cuando varios ministros no habían llegado ni a tomar posesión de sus nuevas carteras, el PP en el Congreso ya acusaba al Gobierno de Pedro Sánchez de negarse a rendir cuentas en el Parlamento. Los populares se han quedado solos en la Junta de Portavoces exigiendo que el nuevo Ejecutivo se sometiera ya a una sesión de control el próximo miércoles, una petición que el resto de grupos ha desestimado por considerarla «prematura y absurda» teniendo en cuenta que «no habrá nada de gestión que valorar», habida cuenta el poco tiempo transcurrido desde el aterrizaje del nuevo Consejo de Ministros.
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El PP ha constatado así su primera derrota simbólica en su nuevo papel de oposición pero no ha renunciado a hacer de ella su primer caballo de batalla,anticipando el que será su férreo marcaje político al Gobierno del PSOE. «Parece que el nuevo Gobierno pasarela -según le ha bautizado el portavoz popular Rafael Hernando- está capacitado al parecer para acudir a los medios de comunicación pero no lo está para comparecer aquí, en el Parlamento, oiga yo necesito que venga el presidente del Gobierno, que no se esconda, que venga al Congreso para explicar qué es lo que va a hacer, cómo ha conseguido esos apoyos y cómo va a sacar adelante la legislatura, porque esto es una democracia parlamentaria, que creo que el señor Sánchez se ha olvidado».
Hernando ha adelantado también que su grupo pedirá la comparecencia del presidente para que aclare «sus pactos ocultos», lo que ha acordado o no con Bildu, con Torra, con Puigdemont o con Iglesias» y ha acusado a Ciudadanos de haber votado hoy «para tapar a Sánchez» y a Pablo Iglesias de haber decidido hacer una oposición «por Twitter y no en el Congreso».
La nueva portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, se ha estrenado en sus funciones considerando lógico posponer unos días esa sesión de control habida cuenta de que los ministros «están ya solicitando comparecer a petición propia ante las distintas comisiones del Congreso y parece de sentido común que primero sean esas comparecencias y después una sesión de control». La comparecencia en comisión ofrece un formato amplio, de varias horas de duración, en la que los ministros pueden intervenir sin límite de tiempo y después responder a todos los grupos parlamentarios, mientras el formato de la sesión de control se limita a cinco minutos por pregunta entre el ejecutivo y la oposición.
Ciudadanos, PNV o los grupos catalanes han estado de acuerdo en posponer unos días esa sesión de control al igual que Unidos Podemos, cuya portavoz Irene Montero ha considerado lógico dar un margen para «valorar la gestión de un Gobierno en función de sus hechos y no de sus nombres» por más que el PP haya querido echarse al monte con esta cuestión, olvidando que se ha negado de forma reiterada a convocar un Debate sobre el Estado de la Nación. Montero, eso sí, ha considerado «obvio» que el nombramiento del nuevo Gabinete parece hacer más guiños al PP y a Cs que a Unidos Podemos o al 15M y ha puesto como ejemplo el nombramiento del juez Grande Marlaska al frente de Interior, pero ha reiterado que a un Gobierno «hay que valorarlo por lo que haga».
El portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, ha hablado de Gobierno «respetable» pero ha insistido en que lo importante es conocer cuáles serán los planes del ejecutivo y no sus caras visibles. Prudente, Joan Tardá, de ERC, ha señalado que «no van a hablar del pasado de los ministros sino del futuro» aunque ha pedido al Gobierno de Sánchez un primer gesto «poniendo en libertad a los presos o acercándolos a las cárceles de Cataluña». Carles Campuzano, del PDcat ha centrado sus críticas en el nuevo ministro de Cultura, Maxim Huerta, al que ha exigido que pida disculpas por sus pasados tuits ofensivos y de mala educación, a su juicio, con respecto a Cataluña«.
Aitor Esteban del PNV ha visto un Gobierno novedoso con gestos positivos hacia la igualdad y mensajes de estabilidad hacia Europa y ha pedido «no prejuzgar y esperar a ver qué hace el Ejecutivo», mientras Joan Baldoví, de Compromís, ha visto cosas positivas y otras no tanto, como la elección de Grande Markaska, al tiempo que pedía al nuevo Gobierno compromisos con la Comunidad Valenciana liberalizando la AP-7 y levantando los recursos contra las leyes autonómicas que puso en marcha el anterior Ejecutivo del PP.
FUENTE: CADENASER