Pedro Sánchez se decanta ahora por no presentar los Presupuestos en el Congreso. Defiende que la decisión busca evitar un “desgaste político innecesario” y tener que ceder a las demandas de los independentistas. Pero en el presidente influye más el hecho de visualizar que un “portazo” en el Parlamento le obligaría a convocar elecciones.
En el nuevo escenario abierto por el Ejecutivo, ni siquiera el Consejo de Ministros llegaría a aprobar el anteproyecto de ley de las cuentas del Estado, ni lo enviaría al Congreso de los Diputados para su tramitación.
Sánchez ve todavía la necesidad de cumplir con una serie de “mínimos” del programa político que el mismo anunció que iba a poner en marcha para los dos años que restan de legislatura antes de convocar elecciones generales.
Ha comprobado que no cuenta con los apoyos
Sin embargo, la imposibilidad de sacar adelante los Presupuestos supone el primer obstáculo importante para conseguir ese objetivo de aguantar en el Gobierno hasta mediados de 2020, cuando vence la legislatura.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a La Moncloa, el presidente tuvo el convencimiento, hace justo una semana, de que sus cuentas cosecharían un “histórico y sonoro fracaso” en la Cámara Baja ante una “negociación imposible” con PDeCAT y ERC.
Recibió la confirmación de varios diputados catalanes, con los que contactó personalmente el jueves de la semana pasada para conocer su posición. A partir de ese momento, concluyó que seguir trabajando en el anteproyecto de Presupuestos solo conducía al Gobierno a “perder el tiempo”.
Lo comunicó en el último Consejo de Ministros
Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que el principal hecho que confirma que el presidente ha tirado la toalla con los Presupuestos de 2019 es que ha dado orden de paralizar los trámites que suelen ser habituales a estas alturas para ir dando forma a las cuentas del Estado.
En la última reunión del Consejo de Ministros, celebrada el pasado viernes en el Palacio de La Moncloa, Sánchez pidió a los miembros del Gobierno que aparcaran la redacción de las propuestas de ingresos y gastos de sus departamentos para el próximo ejercicio.
Pese al mensaje del presidente, Carmen Calvo ha seguido insistiendo, hasta cuatro días después, en que el Gobierno “está trabajando” para tener un proyecto de Presupuestos.
Habían comenzado a surgir las primeras dudas sobre si finalmente las cuentas del Estado se presentarían por la falta de apoyos para sacarlos adelante. Pero la vicepresidenta negó la mayor. No ha sido la única.
Hasta hace sólo unas horas, las ministras de Economía y Haciendacontinuaban manteniendo en público que el Ejecutivo sigue trabajando para presentar las cuentas de 2019 en las próximas semanas. Pero una cosa es lo que se dice, de puertas para afuera, y otro el mensaje que se ha transmitido internamente.
Confiesa que vive en una “continua bipolaridad”
Según las fuentes próximas al presidente, Sánchez es consciente de que entra en una fase definitiva para dilucidar si habrá o no nuevos Presupuestos.
Ha confesado a sus ministros que vive en una “continua bipolaridad” sobre sus opciones de conseguirlo -una semana lo ve posible y otra no-. Por ello, el mensaje oficial es que aún “hay tiempo”, en alusión a que sea posible desencallar la situación catalana y los independentistas levanten el veto en el Congreso.
Un varapalo en el Congreso le abocaría a elecciones
Pero el presidente confiesa en privado que sus esperanzas son “más bien nulas” en estos momentos. Y sobre todo tiene claro una cosa: si presenta los Presupuestos en el Congreso, son rechazados por la Cámara y el anteproyecto de ley es devuelto al Consejo de Ministros, quedaría prácticamente sin salida para evitar un adelanto electoral.
De ahí, la postura de Moncloa en los últimos días, que rechaza presentar los Presupuestos en el Congreso sin los apoyos suficientes, pese a que algunos ministros continúan negando ese escenario.
Sánchez considera que la visualización del fracaso en esa votación trascendental complicaría enormemente su estrategia de mantenerse en La Moncloa “gobernando a golpe de decreto”.
Maneja que hasta el propio Pablo Iglesias exigiría la convocatoria de elecciones y, sin el apoyo de su principal socio, la situación se volvería ingobernable.
Sin el “portazo” a los Presupuestos podría mantenerse
El presidente considera, por el contrario, que puede afrontar perfectamente un escenario de prórroga de los Presupuestos de Rajoy (sin votación, por tanto, en el Congreso de unas nuevas cuentas públicas), y atendiendo las demandas de sus socios por la vía de decretos-ley.
Esta fórmula necesita solamente la convalidación del Congreso (no es necesario su paso por el Senado). No encontraría obstáculos para salir adelante con la mayoría simple en la Cámara Baja. En Moncloa admiten, además, que para esas votaciones puntuales, Pedro Sánchez sí se ha garantizado el voto del PDeCAT, ERC y el PNV.