El Gobierno ha comenzado a trabajar en el endurecimiento del plan contra la explotación laboral que acaba de poner en marcha a principios de agosto. Prepara un refuerzo del ‘Plan Director’ que permita a los agentes realizar también visitas por la noche y en fines de semana a las empresas para levantar actas sobre irregularidades.
El llamado ‘Plan Director por un Trabajo Decente’, aprobado por el Consejo de Ministros a finales de julio, ha comenzado con dos operaciones de choque: una contra el abuso en la contratación temporal y otra contra los contratos a tiempo parcial que, en la práctica, se convierten en jornadas completas de trabajo.
Por lo pronto, la Inspección de Trabajo ha enviado unas 50.000 cartas a empresas radicadas en España en las que ha detectado indicios de fraude laboral. La medida es el primer paso de la ofensiva que el Gobierno puso en marcha el pasado 1 de agosto.
Las compañías han sido seleccionadas a partir de los “datos informáticos de la Inspección de Trabajo, la Tesorería de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria”, según confirman al Confidencial Digital altos cargos del Ministerio de Trabajo.
Con este aviso, la Inspección pretende que las compañías puedan corregir la situación antes de recibir la visita de un inspector y ser sancionadas. Hay que tener en cuenta que el plan persigue, sobre todo,disuadir a las empresas.
La Inspección de Trabajo está saturada
El Gobierno ha cuantificado que las 55 medidas operativas y las 20 organizativas y de coordinación del plan tendrán un coste de unos 30 millones de euros. Supone un aumento del 10% del presupuesto de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Para poder aplicar esta estrategia, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, prevé que se incorporen 833 nuevos inspectores y subinspectores. La cifra representa un aumento del 23% del total de la plantilla, que quedó congelada durante la crisis. Según datos del Ejecutivo, en 2010 había 1854 funcionarios, y al inicio del pasado mes de junio el número era sólo de 1850.
Que policías puedan hacer de inspectores
Sin embargo, el Gobierno ha comenzado a valorar que no se puede esperar a que la Administración convoque nuevas plazas para la Inspección del Trabajo. Esta vía es un “proceso lento”, que lleva sus plazos, y el Ejecutivo necesita resultados de lucha contra el fraude “cuanto antes”.
De ahí que se haya explorado una solución. El ‘Plan Director’ contempla que los inspectores puedan contar con la colaboración activa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque sin especificar en qué consistirá.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras del proyecto, el Gobierno trabaja para convertir en “autoridad laboral” a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Es decir, se propone que policías nacionales, guardias civiles, policías municipales, ertzainas y mossos d’Esquadra puedan acudir a una empresa a realizar una inspección de trabajo y levantar un acta sobre irregularidades laborales. El objetivo de la medida es “aumentar al máximo” las actuaciones contra la explotación laboral.
A los inspectores y subinspectores que vigilan el cumplimiento de las normas laborales se pretende unir ahora a los agentes de seguridad con algunas competencias que hasta ahora no ostentaban.
En cualquier caso, la colaboración con los inspectores será indispensable. Los policías podrán desempeñar revisiones previas y enviar después la información a estos profesionales.
Según las fuentes consultadas, cualquiera de estos efectivos debe reunir los conocimientos suficientes en materia laboral que le capaciten para presentarse en un negocio o establecimiento comercial y demandar cuál es la situación de los trabajadores.
Como es de suponer, la normativa que dará poderes a las policías en este ámbito reservado hasta ahora a la Inspección, ha desatado algunas críticas, según ha podido constatar ECD, especialmente entre los colectivos de inspectores de Trabajo.
Despliegue de visitas sorpresa de noche y en festivo
Con esta movilización sin precedentes, explican en el Gobierno, será posible poner en marcha de inmediato visitas sorpresa de inspectores a las empresas en horarios nocturnos, fines de semana o festivos, ya que ahora no se cuenta con los efectivos suficientes ni hay posibilidad de conseguirlos en el corto plazo.
Se trata de una medida para acabar con la impunidad de quienes se están saltando la ley y abusando de los trabajadores. En este momento, explican, “los empresarios se sienten protegidos”. Saben que un inspector de Trabajo no va a acudir a su negocio en fin de semana pues sólo hay profesionales de guardia para cubrir casos excepcionales, como los accidentes laborales.