El último CIS publicado la semana pasada ha sido el más duro para Podemos de los últimos tres años. El partido de Pablo Iglesias se sitúa en mínimos históricos en cuanto a intención de voto se refiere, con tan solo un 15,6 %. Unos datos que preocupan, y mucho, a la dirección de la formación morada porque confirman otras cifras de encuestas realizadas por diversas empresas demoscópicas.
Según confirman al Confidencial Digital dirigentes de Podemos y de Izquierda Unida, ambos partidos llevan meses analizando al detalle los diferentes sondeos publicados en medios de comunicación. Especial atención se ha dado, como es lógico, a los trabajos del CIS (el más completo) para intentar establecer cómo afrontaría la coalición unas nuevas elecciones generales.
Los equipos de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón coinciden en señalar que, en el último año, la tendencia “alcista” de PSOE y Ciudadanos les ha perjudicado en esos estudios demoscópicos. Pero la constatación de que esas tendencias se mantienen en el tiempo, en paralelo a una caída paulatina de la marca Unidos Podemos, ha hecho encender todas las alarmas.
Bajada del 10% respecto a 2016
Las fuentes consultadas en ambas formaciones reconocen en privado que la coalición lleva en “caída libre” desde hace prácticamente dos años.
La abstención que promovió la gestora del PSOE y permitió la investidura de Mariano Rajoy supuso para la coalición un “ligero repunte” que no duró mucho. Comenzó a ceder con el regreso de Pedro Sánchez a Ferraz y el estallido de la crisis secesionista en Cataluña. Dos acontecimientos –admiten- que en ambas formaciones “no supimos gestionar de la mejor manera”.
Si 2016 fue un año muy irregular para Unidos Podemos en las encuestas, el año pasado fue el de la consolidación de una tendencia a la baja que se ha mantenido, e incluso aumentado, durante este 2018. De hecho, teniendo en cuenta los dos últimos barómetros del CIS, la coalición ha visto rebajada su intención de voto un 20% en apenas tres meses, pasando del 19,6% al 15,6%.
Los expertos demoscópicos de Podemos e Izquierda Unida son contundentes a la hora de asegurar que, ni por asomo, la coalición va a bajar “tanto” en unas nuevas elecciones generales. No obstante, se atreven a realizar una estimación: reconocen que, según sus propios cálculos, “podemos perder un 10 por ciento de los votos conseguidos hace dos años en las generales”.
Una coalición de 43 escaños
Este pronóstico es mucho más “benévolo” que el realizado por la gran mayoría de las encuestas publicadas. Sin embargo, en la coalición advierten de que la bajada es “considerable” y que implicaría una notable pérdida de escaños en el Congreso de los Diputados.
En este sentido, un experto demoscópico que trabaja para los dos partidos explica que la Ley d’Hont “premia a los que suben mucho en intención de voto, pero también castiga a los que sufren un descenso brusco de apoyos”. Una situación que, afirma, “Izquierda Unida ya ha sufrido en más de una ocasión”.
En este caso, si se confirma que la coalición pierde el 10% de sus votantes con respecto a 2016, “estaríamos hablando de la pérdida de un 40% de nuestros escaños actuales en el Congreso. Es decir, 28 menos que ahora”. De esta forma, Unidos Podemos pasaría de tener 71 diputados, a 43 de celebrarse nuevas elecciones generales.
La remontada es “difícil”
El escenario, por tanto, no es nada halagüeño para la coalición en un momento, además, en el que el actual líder Pablo Iglesias, y la portavoz parlamentaria, Irene Montero, se encuentran de baja laboral tras el parto prematuro de sus hijos, y con la amenaza de un adelanto electoral por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.
Ante la incertidumbre que generan estos datos, desde las direcciones de Podemos e IU animan a su militancia a la movilización. Se trata de “remontar” y revertir las previsiones de las encuestas, tal y como sucedió en otros comicios pasados con los estudios demoscópicos en contra.
La situación, no obstante, ha cambiado. Entonces Podemos figuraba como el primer o el segundo partido en intención directa de voto o, lo que es lo mismo, como la opción prioritaria de los votantes sin la “cocina” posterior de los sociólogos.
Ahora, sin embargo, el último barómetro del CIS indica que la coalición también se hunde si se sigue solo este criterio: solo el 5,9% de los encuestados les votarían de celebrarse hoy elecciones, por el 10,2% del PP;11,3% de Ciudadanos, y el 23,9% del PSOE.