PERFIL

JOSEP BORRELL, EL MAGO

El ex ministro socialista y ex presidente del Parlamento de Europa, nada menos, JOSE BORRELL, volvió ayer domingo a dar una lección de saber estar en el momento justo y en el lugar adecuado, sumándose a la macromanifestación desplegada ayer por miles de patriotas hispano europeos residentes en esta nación que es objetivo a batir por el Sistema medieval que impulsan y financian los enemigos del Estado del Derecho, la democracia en acción y la justicia social. Patriotas, sí ¿por qué no, acaso el patriotismo es patrimonio de las dictaduras de todos los signos, ideologías y sectas religiosas inmersas en el fanatismo y el sectarismo político?. Están en un error los que mantienen una actitud crítica y agresiva consideráondola como un anacronismo. El patriotismo no es de derechas o de izquierdas, sino patrimonio de los pueblos que viven en la convivencia, la paz y la unidad en su sentido más humano.

Josep Borrell demostró ante cientos de miles de manifestantes y telespectadores que por encima de sus ideas funcionan los sentimientos. Personalidades como este político ejemplar los necesitamos. No va a ser fácil restablecer el respeto a la legalidad, a la Constitución y a la propia Cataluña, a la que se quiere por española. El complot o el golpismo extremista de los separatistas no es un hecho aislado y cuenta con cooperadores necesarios por toda España, Podemos y Pablo Iglesias, lógicamente. Y fuera de nuestras fronteras del norte y del sur. Ayer me impresionó la intervención de un ex secretario general del partido comunista, Paco Frutos, porque ellos, los limpios de corazón si son útiles y necesarios. No los Garzones desertores del viejo PCE arrumbado.

Ignoramos si Josep Borrell desea ser un refuerzo en la vida política de este país que necesita más bomberos, porque el fuego nos destroza el alma alimentado por los pirómanos que tratan enloquecidos, de destruir y no construir o reformar una democracia que urge vitalizar y no maquillar con palabras bonitas. No se si hombres y mujeres como Pepe Borrell y otros depurados, valiosos y necesarios políticos de Estado, «Algunos hombres buenos», indispensables, desean sumarse y ser recuperados para la vida pública. Pienso que sí, que hay que multiplicar y no dividir, que no es cuestión de canas, sino de saber. En esta nación todos somos necesarios y habrá que hacer camino andando con firmeza. El de la esperanza, la solidaridad y la justicia, una justicia que no le tiemblen las manos, que nos garantice un país mejor, libres y en paz.