A cara de perro. Así va a ser la campaña electoral para las elecciones del 28 de abril por lo que se ha visto en el Congreso en este comienzo de la precampaña y en la penúltima sesión de control de la legislatura. Todos contra Pedro Sánchez: PP, Ciudadanos, Unidos Podemos y ERC.
El presidente del Gobierno ha escuchado de Pablo Casado, presidente del PP, y de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, que tiene la intención de volver a gobernar apoyándose en “los golpistas”. La rudeza ha impregnado el discurso del presidente popular: “Usted hubiera aceptado la autodeterminación si el PP no lo hubiera denunciado”. “Usted dibuja una España en la que solo cabe usted y los que piensan como usted. En la España que queremos los socialistas caben todos. Ojalá el 28 de abril salgan de la vida política la mentira y el insulto con usted derrotado en las urnas”, ha augurado el jefe de Gobierno.
La actitud del Gobierno de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes, que culminó con la ruptura del diálogo al insistir estos en negociar sobre la autodeterminación, ha sido una vez más juzgada por el PP y Ciudadanos. “Su aspiración es ser presidente con los golpistas. ¿No le da vergüenza aceptar los 21 puntos? Nunca aceptaremos a alguien como usted, yo estoy en política para no aceptar un presidente como usted. Nos vemos el 28 de abril”, le espetó el líder de la formación naranja.
La dureza de los términos en los que se ha manifestado Albert Rivera han sido respondidos por Sánchez con el reproche por el anuncio de Ciudadanos de establecer un cordón sanitario y excluir por completo al PSOE en un posible pacto de Gobierno. “Usted excluye a millones de españoles que apoyan a los socialistas, un partido con 140 años de historia de servicio a España”. El pacto de Ciudadanos con el PP para gobernar Andalucía con el apoyo imprescindible de Vox y “la foto de Colón”, con Casado y Santiago Abascal, le ha servido a Sánchez para atacar a Rivera por su giro táctico hacia la derecha e identificarle como “líder del cambio de chaqueta permanente». El presidente del Gobierno ha incidido en este argumento y ha atribuido al líder naranja el cambio de “la chaqueta supuestamente liberal por una que huele a naftalina, la de la ultraderecha».
La posición crítica de Unidos Podemos con el Gobierno empieza a perfilarse. Su portavoz, Irene Montero, ha pedido “el voto útil” para su formación. “Si no se vota a Unidos Podemos ustedes pactarán con la derecha”, ha pronosticado Montero. En la réplica el presidente no se ha dado por enterado de las críticas de Montero y se ha limitado a agradecer el trabajo conjunto, constatar que ha empezado la campaña electoral y reprochar que el día anterior, ese grupo rompiera las negociaciones sobre las pensiones en la comisión del Pacto de Toledo. El colofón de críticas y advertencias lo ha puesto el portavoz de ERC, Joan Tardá, recordando a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que “Cataluña iba a ser la tumba del Gobierno”. De nuevo, ha pedido negociación y diálogo. El Gobierno está dispuesto “siempre que se transite por la ley”. Tardá se ha dirigido al líder de Ciudadanos tras las múltiples manifestaciones de este hacia ellos —los ha tachado de “golpistas», «supremacistas», etcétera— en sus preguntas a Pedro Sánchez. “En defensa propia, señor Rivera, es usted un fascista”, ha respondido Tardá.