Desplegará en septiembre una ofensiva para dejar clara su posición sobre Cataluña. No va a ceder ante los secesionistas por mantenerse en el Gobierno

 

Quim Torra quiere resucitar el procés secesionista que fue enterrado con la aplicación del 155, y Pedro Sánchez lo sabe. El president catalán ha amagado con volver a la vía unilateral si el Gobierno no acepta un nuevo referéndum de independencia, pero desde Moncloa ya tienen preparada una contundente réplica a esas exigencias.

Según confirman al Confidencial Digital altos cargos del Ejecutivo, el presidente del Gobierno es consciente de que, desde el Palau de la Generalitat, preparan una reapertura “caliente” del curso político con el objetivo de ponerle contra la espada y la pared, en mitad de una nueva negociación sobre el techo de gasto.

Quim Torra, sabedor de que los votos del PDeCAT serán claves en el Congreso, lleva semanas presionando al propio Sánchez con unas reclamaciones que, según su propio gabinete, son “inasumibles”. En Moncloa tienen decidido que “ni se va a excarcelar a los políticos presos ni se va a celebrar otro 1-O”. Y, añaden, “el presidente lo dejará claro en septiembre”.

Un contundente discurso

Desde finales de julio, en Presidencia del Gobierno tienen asumido que la Generalitat pondrá en marcha, en apenas dos o tres semanas, otra ofensiva mediática a favor de la independencia, aprovechando una vez más la Diada del 11-S y la cercanía del aniversario del referéndum secesionista del 1 de octubre. Son dos fechas marcadas en rojo por Quim Torra.

El president ya ha anunciado que está dispuesto a realizar “sacrificios” para “hacer efectiva” la república catalana “respaldada por los ciudadanos el 1-O”, y ha retado al Estado a negociar una solución “acordada” para evitar que se vuelva a reactivar la “vía unilateral”. Un “chantaje” que “tendrá una contundente respuesta” por parte de Sánchez.

El jefe del Ejecutivo tiene ya listo un discurso “anti-independencia” que repetirá sin cesar a partir del próximo mes. Así, si hace dos años puso en marcha el “no es no” contra la investidura de Rajoy, ahora repetirá esa misma formulación para decir: “No a un nuevo 1-O, y no a saltarse el criterio del juez para excarcelar a los antiguos cargos del Govern”.

Sánchez, además, cerrará la puerta a cualquier tipo de negociación que implique “ir en contra de la Constitución”. Un límite, este último, que la Generalitat no se podrá saltar, ya que desde Moncloa no descartan activar, de nuevo, el 155: “Torra y Puigdemont saben que siempre nos vamos a mover dentro de la Constitución. Si ellos quieren ir más allá, habrá consecuencias”.

Profundizar en la división de los secesionistas

Este mensaje, aseguran en Moncloa, va dirigido, fundamentalmente, a Quim Torra, que quiere “supeditar cualquier acuerdo” sobre el techo de gasto a un gesto del Gobierno referente al proceso independentista.

Sánchez, afirman las fuentes consultadas, está dispuesto a llegar a pactos con la Generalitat y maneja varias bazas negociadoras: una mejora de la financiación o la retirada de recursos de inconstitucionalidad sobre varias leyes fiscales y educativas de Cataluña. Esa oferta, añaden, fue trasladada por Batet al Govern hace apenas unas semanas, y “seguirá vigente” en septiembre.

El objetivo del Gobierno es acorralar al actual president con unas ofertas que “sí aceptarían” los propios diputados del PDeCAT en el Congreso y la propia ERC: “Ellos están por el entendimiento, mientras que Torra y Puigdemont por la confrontación”. Una división en los secesionistas que desde el Ejecutivo quieren explotar.

Además, recuerdan en Moncloa, el Gobierno ya logró el apoyo del PNV en la primera votación del techo de gasto. Por tanto, si ahora se suman Podemos y ERC, “el PDeCAT quedaría en una situación de aislamiento que no le conviene”.

“Aval” de cara a un adelanto electoral

Las cuentas del Gobierno son las explicadas en los párrafos anteriores, pero Sánchez y su equipo son muy conscientes de que no será nada fácil lograr un acuerdo con todos los socios de la moción de censura. El riesgo de que el techo de gasto sea rechazado es muy alto, lo que dejaría al Ejecutivo sin margen de maniobra.

De confirmarse este escenario, el presidente tiene decidido presentar sus propios Presupuestos aún a sabiendas de que no serán aprobados, con el objetivo de que “España conozca cuáles eran nuestras cuentas”.

Esas cuentas, unidas al discurso anti-independentista que protagonizará Sánchez en septiembre, serán los principales avales del presidente ante un posible adelanto electoral: “Podremos transmitir que hemos hecho todo lo posible por sacar adelante un proyecto social para España, pero no a cualquier precio. No hemos transigido con los que quieren saltarse la Constitución”.

Un mensaje que podría ser el preludio de una cita con las urnas que algunos, dentro del PSOE, ya fechan en mayo de 2019.

 
 
 
 
FUENTE: ELCONFIDENCIALDIGITAL