Pedro Sánchez ha superado esta tarde sin dificultades su primera sesión de control frente a un portavoz del PP en el Senado poco acostumbrado a mostrar el colmillo en sus preguntas, hasta ahora siempre al Ejecutivo del Partido Popular. De hecho, el presidente del Gobierno ha sido mucho más duro con su adversario político que el que hoy hacía de oposición, el portavoz del Grupo Popular, José Manuel Barreiro.
El jefe del Ejecutivo ha exigido al PP que muestre «la misma lealtad» que él asegura que tuvo el PSOE cuando estuvo en la oposición ya que «el PSOE desde la oposición ha sido profundamente leal para garantizar el orden constitucional». «Exijan ahora desde la oposición la misma lealtad que exigían desde el Gobierno; ¡exíjansela a ustedes mismos!»
Sánchez ha asegurado que es lógico que el PP sea «adversario del Gobierno», pero lo que le ha pedido es que «no sean adversarios del Estado». «Ustedes exigen lealtad cuando están en el Gobierno, pero se les olvida cuando están en la oposición». A partir de ahora, ha exigido, espera que el PP «no vuelva a poner mesas pepitorias para alimentar el agravio territorial» como hicieron, ha citado, cuando recogieron firmas por toda España en contra del Estatuto de Cataluña.
Por último, ha pedido a Barreiro que «no siembre dudas sobre el Gobierno» porque «el PSOE siempre ha defendido el orden constitucional».
«La estabilidad en España se da», ha añadido Sánchez, «extirpando la corrupción de la vida pública y la cohesión, reconstruyendo el Estado del bienestar que ustedes destruyeron cuando estuvieron en el Gobierno».
Barreiro, por su parte, ha rechazado que él siembre dudas. Y ha acusado a Pedro Sánchez de sembrarlas él mismo por defender hoy una cosa y hace 15 días la contraria. «A usted se les escuchó decir que nunca pactaría con el populismo», le ha espetado Barreiro, «y algunas de las personas que tiene usted hoy cerca [en referencia al ministro de Fomento, José Luis Ábalos], dijo que nunca aceptarían una moción de censura apoyada por los independentistas; las dudas no están en este lado, están entre lo que usted ha dicho y lo que usted hace».
Barreiro ha asegurado que existe «mucha preocupación» en la sociedad española y ha preguntado a Sánchez si «va a sustentar sus objetivos de país en los que quieren romper España» o si «va a sustentar el principio de estabilidad sobre aquellos que han apoyado la moción de censura».
El PSOE pierde a sus socios en política territorial
En paralelo, el PP forzó este martes en el Congreso un debate sobre la unidad de España para tensar las relaciones entre el PSOE y los partidos independentistas y nacionalistas que apoyaron a Sánchez en la moción de censura. El resultado fue que Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, PNV y Compromís votaron en contra de la iniciativa y dejaron por primera vez en esta nueva etapa a los socialistas en el mismo lado del PP y Ciudadanos.
Aunque votó a favor, el PSOE expresó su «perplejidad» con la proposición no de ley del PP y criticó la «sobreactuación» de los populares cuando en el Gobierno, recalcó, se instalaron en el «inmovilismo» y en la «dejación» a favor de los tribunales para defender la unidad del país. En contraposición, los socialistas defendieron que «la mejor defensa de la Constitución es reformarla» y apostaron por ofrecer un horizonte de «bases renovadas» para resolver el conflicto territorial garantizando la unidad.
FUENTE: ELMUNDO