El Parlament ha ignorado hoy al Tribunal Constitucional y ha aprobado este mediodía la reforma de la Ley de la Presidencia para investir a distancia de Carles Puigdemont por 70 votos a favor y 64 en contra. La modificación tendrá una vida efímera porque el Gobierno de Mariano Rajoy ha iniciado los trámites para recurrir ese cambio en la ley al Alto Tribunal, según ha anunciado el ministro Íñigo Méndez de Vigo en la rueda posterior al Consejo de Ministros. Eso implicará su suspensión inmediata. El diputado republicano Antoni Castellà ha reconocido en el debate, sin complejos, que quizá la norma no se llegue a aplicar pero ha defendido su existencia para «poner en evidencia» al Estado y a una parte de la Cámara que no respeta, a su juicio, el resultado de las elecciones del 21-D.
El bloque secesionista ha ninguneado tanto las advertencias del Alto Tribunal, que ya en enero rechazó la posibilidad de la investidura telemática o delegada, como al informe del Consejo de Garantías Estatutarias que resolvió que la reforma era antiestatutaria y anticonstitucional. Pese a todo, la sesión se ha celebrado de forma plácida y lejos del tono bronco de otras ocasiones. El debate ha visualizado, una vez más, la existencia de dos bloques férreos que han discrepado tanto en el fondo (modificar una ley a medida para Puigdemont) como por la forma (la aprobación por lectura única).
La oposición constitucionalista y los comunes han deplorado que ese procedimiento solo se utiliza cuando la naturaleza y la simplicidad del proyecto lo aconseja, tal y como defendió el Consejo de Garantías Estaturias, cuyo dictamen consultivo fue negativo. Los independentistas han interpretado, sin embargo, que esos dos preceptos encajan ahora para investir a Puigdemont por la necesidad de la investidura y por que la modificación es simple y solo para permitir la investidura a distancia.
Superado el escollo de la lectura única, Albert Batet, diputado de Junts per Catalunya, ha defendido la modificación de los dos artículos de la ley para permitir que la investidura se haga a distancia y que Puigdemont o otros consejeros puedan ejercer sus funciones sin estar necesariamente en Cataluña. El parlamentario ha alegado que, en el fondo, lo que se dirime es dónde reside la soberanía. «Para nosotros la soberanía está en el pueblo y el 21 de diciembre habló de forma muy clara», ha sostenido Batet que ha acusado al «tripartito del 155» que no haya encajado aún que perdió las elecciones. El diputado ha recordado que desean reformar esta ley después de que los jueces hayan desbaratado tres candidatos a la investidura (Puigdemont, Jordi Sànchez y Jordi Turull). «No nos vamos a rendir ni en la cárcel, ni en el exilio, ni el Govern ni en las elecciones», ha subrayado.
Dictámenes en contra de la reforma
La oposición constitucionalista ha esgrimido todos los dictámenes jurídicos contrarios a la investidura telemática. Santi Rodríguez, diputado del PP, ha citado hasta una decena: sucesivos informes de los letrados; del Consejo de Estado; del Consejo de Garantías Estatutarias y del Tribunal Constitucional. «No es solo una cuestión jurídica. Es también de sentido común. Ninguna democracia del mundo se ha planteado algo así», ha señalado. El diagnóstico de Rodríguez fue parejo al de Inés Arrimadas, líder de la oposición, y del socialista Miquel Iceta. «Es un traje a medida para un fugado de la justicia que solo quiere derechos pero ninguna obligación», ha señalado la diputada que ha subrayado que este viernes se alcanzaba la máxima degradación del Parlament porque todo el mundo sabe que esa ley no se cumplirá.
El socialista Miquel Iceta ha lamentado que la sesión ha evocado a las celebradas el 6 y 7 de septiembre cuando se aprobó la ley del referéndum y la de desconexión que supuso, a su juicio, pisotear los derechos de la oposición. Tras reclamar también que se aplique el sentido común, el líder de los socialistas ha intentado poner en contradicción al recordar que defienden que se puede gobernar Cataluña desde el extranjero pero, en cambio, todos los diputados de Junts per Catalunya viajan este sábado a Berlín. «Podrían haber hecho un trabajo pedagógico y haberse reunido telemáticamente con Puigdemont». Xavier Domènech, líder de los comunes, ha instado a los independentistas a formar Govern ya para que se retire el 155 y Maria Sirvent, de la CUP, ha avisado que con un Gobierno autonómico no van a ir «a ninguna parte».
FUENTE: ELPAIS