El Papa Francisco es un hombre de palabra, es el título de un documental que se presenta en el festival de cine de Cannes. Su directos Wim Wenders se deshace en elogios al trabajo realizado. Sobre el contenido no hay referencias en la prensa. Los comentarios van más en la dirección de reconocer la participación como actor del Papa Francisco en la elaboración del documental y no mucho más. No se esperan grandes novedades del contenido.
Estos últimos decenios la iglesia católica ha sufrido una profunda decisión interna que se ha manifestado a los ojos de todos y que se ha preferido no afrontar con la intención de evitar que el cisma latente se hiciera formal. No hay duda que estamos viviendo el final de un proceso que se está agotando. Los actores del mismo caen como moscas por su avanzada edad y se intentan resucitar debates que no interesan a nadie. El gravísimo problema al que la iglesia se enfrenta es a una sociedad que simplemente la ignora y que ha caído en el más profundo relativismo en todos los ordenes. El futuro está sin escribir o, mejor dicho, lo estamos escribiendo cada día. La vuelta al pasado que pretenden algunos sectores es imposible, la sociedad y el pensamiento va adelante y con añorar la edad media no resolvemos nada. La historia es maestra y nos enseña tanto pero no es repetible. Las posiciones que hoy se llaman progresistas son demasiado conservadoras y afectan a una historia posconciliar que no interesa en absoluto a las nuevas generaciones. Estamos en otra etapa y no nos podemos quedar en discusiones de abuelos que quieren volver a sus años de universidad. Cuando discutimos sobre al humanae vitae o sobre los dubia o sobre tantas cosas tenemos que reconocer que a la mayoría de la sociedad no le interesa en absoluto y que su vida viene gobernada por otros principios que ya no son cristianos, ni progresistas , ni conservadores o como los queramos llamar. La imagen del Papa Francisco puede caer mejor o peor, más o menos simpática, pero la fe que parece que representa no interesa ni a sus defensores. La iglesia como la conocemos ahora está descompuesta y cayendo en la anarquía. El futuro inmediato no será fácil y veremos desaparecer su presencia en grandes sectores de la sociedad. Si lo vemos con visión de fe, la única posible, sabemos que esto es sólo una purificación de la que saldrá una iglesia renovada y dinámica. Apegarnos a tradiciones humanas por muy piadosas que sean no nos da la libertad de mirar la realidad y volcarnos en hacer presente el evangelio en este mundo, no tenemos otro, que es el nuestro. Los primeros cristianos no lo tuvieron fácil , ni los segundos , ni los terceros, ni…. podemos seguir hasta el infinito. La historia de la salvación no la hacen ni los papas, ni los obispos, ni los curas, la hace el mismo Dios que siembra en los corazones la semilla de la fe en cada tiempo. Cada uno , independientemente de su sitio en la iglesia o en la sociedad tiene el deber de hacer presente la Buena Nueva. Viviendo como cristianos la gente se convierte sin necesidad de predicaciones ni cosas raras. Recordemos el “mirar como se aman” referido a los primeros seguidores del Nazareno.
Los salesianos pierden el control de la tipográfica vaticana. El director salesiano deja el sitio a un gerente laico. Es el final de una relación que empieza con Pio IX y la creación del estado vaticano. Es la reforma de Vigano sin Vigano, pero con Vigano como asesor.
De Chile pocas novedades podemos añadir, su presencia sigue siendo importante en la prensa pero sin aportar datos nuevos. Los implicados cada vez hablan más. Los abusados dan conferencias en la universidad católica. Los de Osorno se quejan a los jesuitas de ser demasiado jesuitas, los jesuitas dicen que tenían ordenes de jesuitar en Osorno y cada vez sabemos más de las intromisiones del jesuita Arana que se presentaba como enviado plenipotenciario del Papa Francisco y sin letras apostólicas. Se notan demasiado los silencios y las tensiones entre los obispos chilenos que se esperan cualquier cosa. Desde aquí nuestra oración por los hermanos chilenos, Dios sacará grandes bienes.
En la basura de Londres ha aparecido una reliquia de San Clemente Papa. Los historiadores dudan de su autenticidad e intentan encontrar un acomodo más digno para la antigüedad. Que tiempos que hasta los venerables restos de los papas terminan en la basura diferenciada.
FUENTE: INFOVATICANA