A dos años vista de las próximas elecciones municipales, los partidos políticos tratan de consolidar sus posiciones en el perverso tablero en el que las elaboradas jugadas por el poder siguen sin despejar el camino a las opciones reales de Gobierno que existen: la encabezada por UIDM fortaleciendo el centro político con más municipalismo, respaldos variopintos y demasiadas incógnitas, más allá de la decisión que su líder adopte; y la alternativa de la derecha más totalitaria, liderada por el PP con probable nuevo candidato de enorme fragilidad en C/Progreso y con un Vox supremacista como apoyo puntual, ya se vería si para mojar en los repartos programados, o para romper el «statu quo» convenido durante décadas y liarse a golpes con el régimen clientelar que tanto censura.

Al PSOE local, ni se le ve ni se le espera, inmerso de nuevo en el cainismo pendenciero de los pringados clanes, intentarás sumar a la desesperada con quien pueda y provocará discordias cruciales para enfrentar el centro/derecha que le puedan acercar a otro «Pacto impracticable».

Con el actual arco de colores local, gana fuerza el viejo tópico de que las elecciones se ganan por el centro, una idea fraguada tras varias convocatorias en que los independientes han llegado al poder para gobernar y la balanza la inclinan unos cientos de mazarroneros indecisos y desapegados del «bipartidismo infiel» a los que se atribuye una ideología centrada y moderada por su capacidad de metamorfosear la gaviota en rosa y viceversa, según vengan dadas.

Muchos de ellos son los decisivos indecisos que van a su bola y ocultan sus opciones pero que, ahora, será difícil que salten de un lado a otro. Esos votantes pueden volver a alterar el signo político de un municipio con más de 35.000 habitantes, son ajenos a movidas sociales y no participan de movilizaciones ni debates que para ellos se dirimen en charcos que nunca han pisado. Les suenan a música celestial temas como las pensiones o el crecimiento económico, las injusticias e infraestructuras y la burocracia, incluso el empleo hasta que se aproxima votar, que son cuestiones demasiado sensatas que se están perdiendo en oscuros atajos en los que nos sobresaltan otros asuntos tan polémicos como estériles para que Mazarrón avance.

Por eso, si alguien piensa en ganar las elecciones, tendrá que ser desde el centro, que es por donde juega el Grupo Independiente y el único espacio político por donde se puede romper el nexo bipartidista que promueve nuevos «Pactos impracticables» porfiando a derecha e izquierda. Cada voto que se consolida o cambia hacia el centro vale doble porque se resta al adversario de uno u otro lado del tablero, y para ello que UIDM cuente con nuestra colaboración. Todo lo que podamos, ayudaremos. Le pedimos coraje, nervios de acero y le deseamos mucha suerte. Porque su suerte es nuestra suerte”.

POST CRIPTUM: «No es lo mismo que gobierne uno que gobierne otro. No es lo mismo. Dicho de otra manera: es muy distinto, muy diferente.(M.Rajoy)

 

COLECTIVO «EN CLAVE TRANSPARENTE»