TIRANDO DE HEMEROTECA PICANTE (20/06/2018)

ANÁLISIS DE UNOS ENFERMOS MURCIANOS IMAGINARIOS

 

El presidente regional de Murcia, LÓPEZ MIRAS, se le abre una oportunidad si suelta lastre de un pasado políticamente desastroso, éticamente impúdico, y económicamente situado en el furgón de cola del erosionado y vetusto tren de las comunidades autónomas, algunas de ellas en franca rebeldía nacionalista. Debe llegar un giro de ciento ochenta grados en la Región murciana, tan maltratada como una mujer  inmaculada.

Last but not least. Estamos en el inicio de un cambio de ciclos sin definir del todo, los consensos al servicio del bien común y los pactos para modernizar una nación ida a menos en la última década, desde los años del zapaterismo buenista al todo vale rajoyano. La percepción social ha pasado del “marianismo” a nivel nacional y sus cantones y varonías a un exigente realismo y al ejercicio de una justicia sin huecos, que no debiera utilizarse como revanchismo de la peor especie. Desde el primer investigado hasta la cabeza rectora y sus colaboradores necesarios, que en Murcia se está experimentando sin excesivo éxito. Si no caen en las redes del Estado del Derecho, los tinglados montados, la Comunidad Autónoma  continuará gobernada desde las hostiles sombras y fantasmas del pasado reciente, inmerso en un caciquismo trapichero.

Dicho esto, somos muchos los que sospechamos que LÓPEZ MIRAS no ha terminado de entender que el partido impopular murciano corre el peligro de quedar situado como tercera fuerza parlamentaria y probablemente municipal con la aparición de VOX y SOMOS REGIÓN, que restaran tres escaños al resto de los partidos constitucionalistas.

La situación de desarrollo para salir del todo de la dura crisis que hemos soportado, más el saqueo metódico inoculado, la falta de transparencia, los abusos o latrocinios atosigantes, el déficit democrático en todo el tejido social e institucional y los diversos pesebres clientelares, frecuentes en partidos y viejos sindicatos politizados, impone la necesidad de llegar a acuerdos o pactos tripartitos sin radicalismos trasnochados fuera de la órbita europea. No a partir de las próximas elecciones, finales de mayo del año próximo, sino ya mismo so pena de caer en un pozo sin fondo.

Firmado el Pacto del Agua, el segundo, el primero fue aprobado en la década de los noventa cuando presidía la Región María Antonia Martínez y la oposición la ejercía Juan Ramón Calero, entonces un bipartidismo eficiente y honesto, este nuevo será papel mojado si La Moncloa no se deja presionar por los arbitrarios catalanes complotados, y los aragoneses dejando que millones de metros cúbicos de agua del río Ebro vayan a parar al mar. Podemos señalar otros pactos parlamentarios regionales, aunque al día de hoy, el más acuciante es el de la Sanidad, y en segundo término, Educación y Cultura.

Los problemas agobiantes del SERVICIO MURCIANO DE SALUD es el cúmulo de errores graves de organización, larga burocracia de papeleos, coordinación, fortalecer la asistencia primaria, agotadoras esperas de especialistas y una  urgente modernización de medios tecnológicos en hospitales y centros de salud que actualmente han quedado cortos, todo ello para entrar en una déficit millonario muy rojo en el que sobresalen los gastos farmacéuticos, disparados sobre todo en oncología, un abuso de las empresas multinacionales que hacen negocio con el cáncer, así de crudo. De las benefactoras empresas de limpieza y seguridad perpetuando el ejército clientelar de correligionarios y alguna que otra financiación encubierta, ni muuu.Preguntamos ¿sería factible que el Estado o los dieciocho gobiernos del país montaran su propia Hermandad Nacional Farmacéutica o un contrato colectivo de nivel estatal?

Este déficit tan enquistado ha sido paliado, para verguenza de las autoridades políticas murcianas que han aceptado,  la donación de una cifra millonaria del empresario gallego AMANCIO ORTEGA, destinada a la compra de material radiológico de última generación, especialmente dedicados a efectuar resonancias magnéticas, vitales para hacer diagnósticos completos, que en oncología es fundamental. Una especialidad que crece y se dispara económicamente.

Podemos escribir un libro contando ese mundo a veces sombrío de consultas atestadas, de esperas interminables, de malas caras y gestos faltos de humanidad, tacto y hasta educación. Días pasados, es una anécdota, fuimos testigos, en una planta de la Arrixaca, de cómo dos auxiliares de enfermería protestaban porque una mujer anciana recién intervenida, solicitaba ayuda para ir al baño. En ese momento desabrido calculé con un colega, qué ocurriría en ese monumento de sabiduría y dolor, si los acompañantes de los cientos de hospitalizados se declararan en  huelga durante un día.Tendrían que cerrar un manicomio. Comprendemos a los sanitarios, pero allí, ellos, los enfermos, no están por gusto, sino porque sufren y muchos, mucho. Convendría un reciclaje de buen trato o esmero. No se debe generalizar, pero ocurre, como los servicios llenos de colillas o el servicio de comidas incomestible. Se dice que en los centros penitenciarios locales se come mejor. Como dice el refrán, además de jodidos, contentos para no molestar al personal laboral. Son como dioses, diosas pero no están en el cielo.

 

 

COLECTIVO OPINIÓN PUBLICA