Más tiempo para alargar una corrida de toros, y haciendo el ridículo en los cosos y plazas del continente europeo.Necesitan que la piel de toro del país siga siendo castigada y sangrando, picada y con banderillas rojo gualda. Grandioso espectáculo de los diestros separatistas antitaurinos que no hacen ascos, retransmitido por un largo centenar de medios periodísticos y televisivos y de radio, que desprecian la fiesta nacional. Toca el clarín guerrero hora de matar al bicho hispano. Puigdemont ya está a punto de perfilar el estoque que le entrega su cuadrilla y las otras que disfrutan aplaudiendo. Allí están Pablo Iglesias, Artur Más, el apoderado, los picadores de la CUP, Junqueras, el mozo de estoque y los «capitalistas» de la corrupta burguesía dispuesta a sacar al Pelucas «Flequillo Potter» a hombros. Más tiempo quieren, más corridas y hasta novilladas para los guerrilleros urbanos jóvenes que ya han dejado de hablar castellano. Las escuelas se han convertido en zulos del separatismo, y creciendo. Se mofan de cuarenta y seis millones de españoles y hasta Mariano les concede una prórroga a ver si Trapero termina de organizar a su tropa y abrir una brecha en la costa de Europa para que entren al galope los vándalos, el caballo de Troya yihadista y las mafias de las drogas y el petróleo y el gas ruso. Las heridas se han abierto y muestran los huecos y las carnes abiertas de los toros bravos en las que mete las manos la hiena belga que pide negociar cuando los francófonos machacan a los flamencos utilizando botas napoleónicas.
El desafío independentista o se frena o nuestro país terminará su existencia como nación. Las cotas de irracionalidad a las que han llegado los amos, los monjes y la delincuencia política, y la amalgama de ideologías extremistas llegadas del exterior, que pagan los gastos, la emotividad que aumenta el rencor con falsedades espesas que hasta caen los aliados falsos que tenemos como amigos. Vivimos en una encrucijada de la que tememos un derrumbamiento de gran parte de lo que hemos construido, con sus luces y sombras, tejiendo con lagunas, pero ha sido el esfuerzo colectivo del pueblo español al que se le engaña con argumentos de incompetentes y traidores. ¿ Es que Francia se dejaría robar la Bretaña por miedo al que dirán sus vecinos de la Alsacia alemana que también piensa en la fuga soberanista ? Allí se canta la Marsellesa y hasta me pongo de pie. El zapaterazo antiamericano es propio de ciertos personajes analfabetetos que han sido incapaces de cultivar la cultura democrática en una España atrasada. O quemar banderas, de la España atrasada o del País Vasco que las levantan hasta los etarras invertidos.
Se anda a un punto y medio de volver a una revuelta revolucionaria como aquella del año 34, en un mes de octubre también, en la que ardían y se desangraban Cataluña y Asturias, preludio de una guerra civil cruel y despiadada que se pretende abrir con coartadas soberanistas.
MANOLO ALCANTARA con su humor andaluz malagueño especial sugiere cándidamente que a Puigdemont lo envíen a la cárcel de Sangonera y allí le hagan un buen corte de pelo pero sin tocarle en exceso su débil testa de emperador romano, no sea, digo yo, que termine por perderla, lo que supondría un drama mundial a la vista del entusiasmo que chorrean los diarios británicos, articulistas con antecedentes piratas, y políticos genocidas que arrasaron las selvas africanas y azotaban a sus esclavos asiáticos con sus famosos y útiles látigos de siete colas.
Cierto es que sin embargo debiera dimitir por influencia popular la cabeza pensante y táctica del Gobierno acobardado, la señora Soraya Sáez de Santamaría autoras de graves errores políticos y mediáticos que seguro no le enseñó su padre, ilustre general antigolpista cuando lo de Tejero. Pero la cuestión de fondo es que el marianismo, comenta Ignacio Camacho que monclovita es una técnica funcionarial de poder de un estado que funciona con señales de humo o con burofaxes, en tanto los sediciosos y populistas y antisistemas son capaces de movilizar a sus activistas castrenses, agitadores y guerrilleros urbanos montando fastuosos shows de demócratas de toda la vida, sean calles o redes sociales.
Las masas de humo del incendio dramático gallego atufa a la delincuencia pirómana de catalanes amenazados de quedarse sin patria soberana. Y atiendan los débiles mentales y de corazones enternecidos llegados de los paraísos populistas, fascistas de izquierda y traficantes de drogas colombianas. En la Bretaña francesa, en la Baviera alemana, en la Ucrania rusa y en la Irlanda británica o en el Flandes belga, ya estarían las tropas restableciendo la democracia, la unidad nacional, el Estado de Derecho y la estabilidad socio económica, SIN TENER EN CUENTA EL QUE DIRAN los gobiernos de dictaduras o sultanatos medievales o los partidos de la oposición de democracias convertidas en mercados, lobbys y corrompidas.En caso de necesidad urgente y porque se recoge en la Constitución y la vida de un solo español o española vale una historia, que se vaya más allá del artículo 155 y se apliquen sin temor los artículos ocho y once. Y los toros sean indultados. Los trapos sucios a los traperos que limpian suelos sucios.