La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas acogió ayer un nutrido acto académico en el que un grupo de 10 catedráticos de Derecho Constitucional y Administrativo —cinco de ellos pertenecientes a universidades catalanas, dos madrileñas, dos andaluzas y una vasca— presentaron el documento denominado ‘Ideas para una reforma de la Constitución’. Los ponentes de la presentación fueron Santiago Muñoz Machado (Universidad Complutense) y Eliseo Aja (Universidad de Barcelona).
El aspecto más novedoso y rompedor de este documento se recoge en su página 15, en la que se propugna sorprendentemente —y muy en línea con el más puro federalismo— que los estatutos de Autonomía dejen su carácter, como ahora, de leyes orgánicas del Estado al tiempo que normas básicas de la comunidad autónoma y pasen a ser “como equivalentes a las constituciones de los territorios de los sistemas federales”. Se subordinarían a la Constitución, pero cada Estatuto “debería quedar despojado de su carácter de ley orgánica y también de su función en la distribución de competencias que correspondería a la Constitución”.
Los juristas firmantes del documento van más allá y dicen que cada Estatuto “habría de ocuparse, por tanto, de las cuestiones internas de la Comunidad que no afecten a las restantes. Eso incluye no solo la organización territorial e institucional sino también una parte dogmática con los derechos reconocidos en el ejercicio de sus competencias y los rasgos que identifican a la Comunidad”. Y añaden: “Desde el punto de vista procedimental, solo debería requerirse la aprobación del Parlamento de la Comunidad Autónoma respectiva, no de las Cortes Generales”.
Los catedráticos que suscriben esta propuesta apuestan por la reforma de la Constitución pero no por un proceso constituyente, no plantean la reforma para abordar y resolver solo la crisis de Cataluña sino para solventar las disfuncionalidades del Título VIII de la Carta Magna, propugnan un Senado territorial y una aclaración nítida del reparto de las competencias entre las distintas instancias territoriales. Sostienen, en definitiva, que el modelo de la reforma territorial se basa en las técnicas del federalismo “pero sin darle excesiva importancia al término con el que se califique el Estado”.
Advierten los profesores que “la respuesta a la crisis [catalana] no puede ser la convocatoria de un referéndum sobre la independencia”, porque existen límites constitucionales que exigirían una reforma de la Carta Magna para hacerlo posible y porque, “incluso, algunos miembros de este grupo niegan la posibilidad de una reforma constitucional que permita dividir el territorio del Estado”. En este sentido, Santiago Muñoz Machado afirmó tajantemente que el reconocimiento del derecho de autodeterminación supondría la “destrucción” de la actual Constitución. Eliseo Aja, por su parte, apeló a perder el miedo a la reforma constitucional.
Muñoz Machado afirmó tajantemente que el reconocimiento del derecho de autodeterminación supondría la “destrucción” de la actual Constitución
Los firmantes consideran que “no parece adecuado un diálogo bilateral del Gobierno del Estado con los grupos políticos que defienden la independencia”. Y eso porque supondría “excluir a los representantes de buena fe de la ciudadanía tanto en Cataluña como en el resto de España. Y dicen que “no puede negociar en igualdad de condiciones quien reclama el cumplimiento de una legalidad que evidentemente ha sido vulnerada con quien pretende actuar de forma consciente en contra del ordenamiento jurídico”.
Pese a que el documento presentado ayer sobre la reforma constitucional no se lanza en función solo de la crisis catalana, los juristas que lo han redactado dedican un apartado específico a “las reformas en relación a Cataluña” que sintetizan en tres cuestiones: el reconocimiento de la singularidad, la recuperación de los contenidos estatutarios desactivados por la sentencia del Tribunal Constitucionalsobre el Estatuto y la remisión a este texto de “aquellos aspectos identitarios o de organización institucional o territorial que solo afectan a este territorio y no a los restantes, ni al funcionamiento del Estado”.
Ofrece una alternativa nueva para la consideración de los estatutos de Autonomía —especialmente el catalán— como constituciones internas de las CCAA
El documento presentado ayer es de mínimos, recoge un acuerdo muy trabajado entre académicos de distintas escuelas jurídicas y procedencias ideológicas, que asumen denominadores comunes que los vinculan a todos ellos y acometen con valentía y lucidez la reforma constitucional. Esta propuesta sería de gran valor para la Comisión de Estudios que trata de perfeccionar el modelo autonómico español y ofrece una alternativa nueva para la consideración de los estatutos de Autonomía —especialmente el catalán— como constituciones internas de las comunidades, sin intervención ni del Congreso ni del Senado, lo que implica una clarificación federal de nuestro modelo.
Las ponencias de Santiago Muñoz Machado y Eliseo Aja fueron atentamente escuchadas por un cualificado auditorio en el que no faltaron políticos de varios partidos y representantes de instituciones del Estado. Tras los dos ponentes intervinieron varios de los demás firmantes del documento: Ana Carmona (Sevilla), Francesc de Carreras (Barcelona), Enric Fossas Espadaler (Barcelona), Víctor Ferreres Comella (Barcelona), Javier García Roca (Madrid), Alberto López Basaguren (País Vasco), José Antonio Montilla Martos (Granada) y Joaquín Tornos Mas (Barcelona).