Así se exporta el ‘procés’: más sueldo que Rajoy y 23 millones en personal y embajadas

¿Cuánto cuesta a las arcas públicas el independentismo? La apuesta de la Generalitat por reforzar su acción exterior es innegable: el presupuesto para ello asciende a 39,6 millones

Promocionar el proceso independentista en el exterior y reforzar la presencia de Cataluña en los distintos continentes se convirtió hace tiempo en una prioridad para el Gobierno de la Generalitat. Mientras el desafío secesionista afronta su fase final con la mirada puesta en el referéndum del 1 de octubre, la apuesta desde la presidencia que ostenta Carles Puigdemont por internacionalizar el ‘procés’ escala hasta los niveles más altos. Un dispendio multimillonario realizado, eso sí, con el dinero de todos los catalanes.

Lo demuestra el fuerte incremento presupuestario en la acción exterior del Govern aprobado para 2017 en el departamento del consejero Raül Romeva, que este año asciende a 39,6 millones de euros, incrementándose el 80% y sumando 18 millones más con respecto a 2015. Solo el coste de las delegaciones (alquileres y gastos corrientes) y el personal supera los 23 millones. (Todas las comparaciones se hacen con este ejercicio, ya que el proyecto de Ley de Presupuestos de 2016 fue rechazado por el Parlament).

 

Por si esto fuera poco, la actividad de la presidencia catalana para desarrollar su labor en el exterior quedó regada con 2,3 millones de euros, según los datos desprendidos de las cuentas públicas aprobadas para este año. La implicación del jefe del Ejecutivo autonómico se refuerza notablemente en vista de la cuantía dedicada a viajes y transporte, que alcanza los 670.000 euros, de los que 464.000 se destinan exclusivamente a desplazamientos internacionales. Uno de los ejemplos más sonados fue el viaje a Estados Unidos de Puigdemont y Romeva el pasado marzo para promover la causa soberanista, al que se destinaron 88.214 euros.

Pero los viajes no han sido el único asunto robustecido desde las arcas públicas. Según los datos obtenidos del portal de transparencia, el presidente autonómico tiene un sueldo de 145.471 euros (tras cosechar una subida de 10.000 euros y cobrando un 78% más que Mariano Rajoy, cuyo salario en 2016 fue de 81.744 euros). También Romeva recibe una retribución anual superior a la del presidente del Gobierno (109.663 euros), e incluso la guardia pretoriana de su consejería, Aleix Villatoro (secretario general) y María Badia(secretaria de Asuntos Exteriores y de la UE), percibe un salario de 84.920 euros. El ‘president’ invierte en otros asuntos menores ‘a priori’, como su propia imagen, aumentando la partida para vestuario un 133,3%, al pasar de 10.500 euros a 24.500 anuales.

El impulso a las embajadas

La verdadera pretensión de internacionalizar se mide en el número de embajadas catalanas, cada vez mayor, impulsadas desde el departamento de Romeva. Después de que el Tribunal Constitucional ordenara anular el nombre de ‘Asuntos Exteriores’, al considerar que podía asaltar las competencias exclusivas del Estado referidas a la política exterior, el Govern optó por rebajar la pomposidad nominal de la consejería sin renunciar a seguir expandiendo la imagen de Cataluña.

Los datos hablan por sí solos. En 2017, el presupuesto consolidado de este departamento asciende a 39,6 millones de euros, incrementándose un 80%con respecto a 2015 (sube 18,5 millones). El coste de mantener las delegaciones, sus gastos corrientes (sin incluir personal) y alquileres asciende a 7,5 millones de euros, duplicando el presupuesto del ejercicio anterior; y los gastos de personal de todo el departamento alcanzan los 15,6 millones. Más de 23 millones entre personal y delegaciones.

El dato más claro es que en solo dos años las embajadas se han duplicado: en febrero de 2015, Cataluña contaba con cinco instituciones propias en el exterior, y a día de hoy tiene 11 y otras tres que están pendientes de designar: Croacia, Marruecos y la Santa Sede. La Generalitat anunció de hecho su intención de abrir hasta 50 delegaciones en los próximos años.

La delegación en la Unión Europea está dirigida por el periodista Amadeo Altafi Tardio, el representante permanente de Cataluña en Bruselas, y es la joya de la corona del Govern catalán. La oficina, situada en el centro de la ciudad, cuenta con 2.391 metros cuadrados y los costes de alquiler ascenderían a más de un millón de euros, según publicó ‘El Periódico’. La embajada en Francia y Suizaestá a cargo del también periodista Martí Anglada y se encuentra en la capital parisina. Según los datos de 2014, se encuentra en un espacio de 410 metros cuadrados y tiene un coste de 326.756 euros anuales. Cuenta además con un equipo de seis empleados.

En general, la Consejería de Exteriores no desgrana los gastos de las delegaciones una a una. Es el caso de la del Reino Unido e Irlanda, que también es de las más grandes, con seis trabajadores y dirigida por el técnico en electrónica industrial y antiguo miembro de organismos de la Generalitat Sergi Marcén. Su ubicación también es céntrica, pero el Gobierno autonómico no ha comunicado el coste del alquiler. La delegación de Estados Unidos, Canadá y México, dirigida por el doctor en Filosofía Andrew Scott Davis desde 2008, cuenta con dos sedes: una en Nueva York (según los datos de 2014, instalada en un espacio de 392 metros cuadrados y por 371.994 euros) y otra en Washington (de la que no hay datos).

Todos los embajadores tienen el mismo salario: 84.920 euros, y algunos lo compatibilizan con otras actividades, como es el caso de Scott, que ejerce como profesor desde el pasado año. La delegación alemana está afincada en Berlín y la dirige la diseñadora gráfica vinculada a ERC Marie Kapretz, desde 2016. Hace apenas dos meses, esta sede cambió de ubicación a una zona más céntrica de la que aún se desconocen los datos sobre gastos. La anterior contaba con 287 metros cuadrados y un coste anual de 55.805 euros.

La presencia institucional de Cataluña en Austria y Eslovenia también es compartida, y a su cargo está el experto en asesoría y comunicación Adam Casals Jorbá, colaborador del diario ‘Ara’. Cuenta con un total de ocho empleados. El doctor en Ciencias Políticas Luca Bellizzi, vinculado a la antigua Convergència, dirige la delegación italiana, una sede con cuatro trabajadores. La isla de Cerdeña —en la que existe un enclave de habla catalana— cuenta con una subdelegación, ocupada por un filólogo Joan-elies Adell Pitarch. En la embajada de Portugal se encuentra el periodista Ramón Font, exsecretario de Comunicación del Govern y expresidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña.

La oficina recién abierta en Dinamarca está a cargo de la filóloga Francesca Guardiola, hermana del entrenador de fútbol Pep Guardiola, que tiene una amplia trayectoria en el sector público. El objetivo de esta delegación pasa por impulsar las relaciones bilaterales con todos los países nórdicos. Polonia ha sido otro de los territorios por los que ha apostado la Generalitat este año, abriendo una oficina propia que lidera la abogada Ewa Adela Cylwik. Ginebraes de las últimas incorporaciones al amplio mapa de embajadas catalanas, pretende impulsar las relaciones con instituciones internacionales como Naciones Unidas y está dirigida por el ex director general de Asuntos Europeos del Govern Manuel Manonelles.

Por último y de nuevo en el panorama nacional, la delegación de la Generalitat en Madrid en manos de Ferran Mascarell i Canalda es otra de las apuestas más importantes este 2017: 300.000 euros de presupuesto (un 50% más), pese a que las principales reuniones sobre la cuestión entre Gobierno central y Cataluña se despachan directamente en Barcelona con la vicepresidenta, que precisamente dispone de una oficina propia en la ciudad condal desde que Rajoy le encomendó el control de la llamada operación diálogo el pasado noviembre.

Los gastos de Mas en la ‘internacionalización’

La creación de la llamada ‘oficina del expresidente’ en 2003, en un decreto que desde entonces regula el régimen estatutario de los expresidentes de la Generalitat, también supone un importante gasto para las arcas públicas. La retribución mensual de los exjefes del Gobierno autonómico se establece en el 80% de su salario durante la mitad del tiempo que hayan ejercido el cargo y como mínimo durante una legislatura. En 2016, Artur Mas recibió por este concepto 111.519 euros y sus gastos de oficina alcanzaron los 41.723 euros. Cuenta con un chófer, servicios de seguridad propios y tres puestos de trabajo adscritos a su servicio.

Además de los viajes al extranjero que el actual presidente del PDeCAT ha realizado recientemente en favor de la causa independentista (en marzo acudió a las universidades de Oxford y Harvard, desembolsando la oficina del expresidente más de 8.000 euros para ello), cabe destacar el presupuesto para las oficinas de esta institución, que en el presente ejercicio ha aumentado otro 5,4%, hasta los 180.000 euros.

FUENTE: PALOMA ESTEBAN, EL CONFIDENCIAL