SE ABRE OTRO POLVORÍN EN EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS
Me he pasado, al caer la tardecita, flagelándome como un monje en una celda del monasterio de Monserrat, recordando el pasado, cuando en un día luminoso, pletórico de facultades puras, Ramón Luis Valcárcel me ofreció integrarme en el Sanedrín, en el suyo, claro, a cambio de dejar solo a Calero y aislarlo. Hoy sería rico o al menos tendría perricas en algún paraíso fiscal, como el de Malta, que está muy murcianizado. Pero uno no forma parte de los pensadores relativistas listos y prácticos. Hay que tener estómago. Asumo displicentemente las críticas filiales que viven del paro o de la heroica, punible y oscura economía sumergida. Ni me quiero enterar. Aquí nadie desea lavarse las manos y la lengua sucia de rufianes vengadores o coletas agitadas por el viento huracanado caribeño y el agitado mar de fondo soberanista.
Digo que un puñado de lúcidos españoles inventaron por la década de los noventa, el PADE-Partido Demócrata Español-a la vista de la caída ética de la vida política y de una multitud, envuelta en la impunidad, la permisividad y la alegría que terminó como el grito de Baire, de la clase aznariana de ¡¡ España va bien!!. Solo faltó remachar de puta madre. Y pensaron los lúcidos españoles, en una larga noche de contrastes de pareceres, en un recóndito rincón de Cabo Roig, que el bipartidismo urgía una catarsis para evitar una lluvia de meteoritos o abrir el camino a una invasión de godos que tomarían el celestial Parlamento, al asalto, alborotos y espectáculos tercermundistas a caballo, con el consiguiente destrozo del resto cultural deficitario.

El objetivo del PADE era llevar otro puñado de lúcidos diputados a los voraces parlamentos, el del del pueblo español y los de las tribus regionales. Dieciocho en total con transfusiones económicas semanales. Había que reformar el título Octavo de la Constitución y limpiar la justicia de estériles y formar un ejército de jueces y fiscales a la altura de las circunstancias que se preveía escasamente despolitizada. El monstruo del Estado de las Autonomías y sus diecisiete cabezas apesebradas en las arcas del Estado y Comunidades Autónomas constituían un peligro desbocado.
Nuestros planteamientos se dirigían al apoyo de las castigadas clases sociales más dañadas, que después de los PACTOS DE LA MONCLOA, se les insufló una carga de oxígeno considerable, pero ya se olfateaba que España había entrado en un proceso de desintegración pasada la frontera de los noventa, cuando se estableció una Liga de Regiones de primera y segunda clase más los astros de las Regiones Históricas que comprendían los territorios de Vascongadas, Cataluña, Galicia y quizás CASTILLA-LEON, que al final quedó eliminada. El Reino de Murcia, como si no existiera. Es más, nos quedamos separados de Albacete y de Alicante, para levantar la Comunidad Autónoma del Sureste. Ja, nos quedamos solos para siempre. Tiempo perdido y fracaso político de nuestros diputados y partidos. Nadie invocó para nada los artículos primero y segundo de la Constitución.
Dicen algunos historiadores eclécticos que el ALTO MANDO CONJUNTO del equipo socialista-popular ordenó exterminar a los INSURRECTOS que lideraba el incómodo Juan Ramón Calero, castigar a la colaboradores necesarios y establecer un extenso collar de tierra quemada en los medios de la prensa para un apagón informativo. Un telón de acero por razones de estado. Diez años después apareció Ciudadanos con parecidas reivindicaciones. Ya veremos si siguen creciendo o terminan reducidos en el cuarto oscuro de Cataluña, como único feudo. Sería un grave error.
Durante tres años intentamos convencer que la España de las dos velocidades terminaría en un motín, ya que el concierto vasco es una bicoca, una concesión del Estado de siglos que los catalanes exigen a pesar de la lluvia de millones que le han llegado desde Madrid, desde los años del generalísimo. Trato de privilegio a los que protestan y montan conspiraciones, complots y asesinando a mansalva los pistoleros de ETA y Terra LLiure.
La actualización, toca ya, en pleno estallido de rebeldía por una organización criminal, y tenemos un incendio en ciernes. El Gobierno y los cuarenta y seis millones de españoles que deseamos un mismo trato. La formación de Albert Rivera, con habilidad, se opone a tratos de favor y ha lanzado una campaña de protesta que se ha propagado por todo el país, a pesar de tener sus bases en Cataluña. Un paso valeroso aunque inteligentemente meditado, que ha puesto a Rajoy en un brete, manejando argumentos muy sensibles como la unidad tributaria de España y la igualdad fiscal. Rápidamente se ha unido el partido socialista. El cupo vasco es una explosivo que no es nada nuevo en Euskadi, auque dicen ellos que se trata de salvar una coyuntura histórica. Coyuntura, la nuestra, la murciana, debiendo nueve mil millones, sin agua, un mar en la UVI y convirtiendo la llegada del AVE en una repelente batalla política instrumentalizada. Dice bien la colega Rosa Belmonte que España ha quedado configurada en regiones con AVE, las que no tienen ese tren mágico y las que casi lo tocan con los dedos, como Murcia, pero está paralizado y llegará más tarde, como cuando hace años los trenes siempre llegaban con horas de retraso. Alguien o algunos están empeñados que Murcia siga instalada en la edad media. Los gobiernos esquilmadores que hemos tenido y una oposición cuyo trabajo de zapa no cesa, marca de la casa populista y de los antisistemas que engañan o distorsionan la realidad o intoxican a vecinos buenos.

Soy ama de casa de la clase media, esposa de jubilado, y tenemos conciencia de lo mal que lo estamos pasando los pensionistas. En las Torres de Cotillas, en donde vivo, mis amigas de gimnasio, algunas mayores de edad, viudas, se lamentan y todas piensan como yo que España necesita un Gobierno furte, honrado y socialmente avanzado. Personalmente pienso que ALBERT RIVERA es de los po-
cos que le vemos capaz de tirar del carro, y de EL debiera salir la propuesta de ofrecer un Gobierno de coalición al PSOE yal PP que aunque churrascado tiene gente joven que son válidos. Rajoy, despues de las elecciones catalanas debiera retirarse despues de un Congreso, y quedaria con una imagen mejorada.No se si los de Ciudadanos leeran este escrito que hago en MURCIATRFANSPARENTE, un periódico que veo como independiente y critico sin hacer mucho ruido. En mi pueblo tiene muchos lectores y hasta en Tarragona en donde tengo a mi nieto mayor . Saludos. TERE.-aq ver me publicais este parecer que os doy.-