LOS PARTIDOS REGIONALISTAS HACEN SU AGOSTO ECONÓMICO
ANÁLISIS DE JOSÉ JUAN CANO VERA.- ¿Sacará el ilusionista PEDRO SÁNCHEZ, el bicensor cazador de votos, un conejo de campo de su chistera fantástica o terminará cavando su tumba política en compañía de los partidos y kábilas peor vistas por la opinión pública-la mayoría silenciosa e indignada-y su imagen, la de Pedro no es no, caramba carambola, imagen retadora y chulapona de la zarzuela política, con ambiciones enfermizas que le salen de entre los millones de poros de su piel curtida en riñas internas apoyado por multitudes proletarias y chalets de lujo como el ambicioso Pablo iglesias, poco fiable y escasa credibilidad hasta tal punto que trata, insistentemente, de vender neveras a los esquimales del polo norte o mula coja o la anticuada moto a los inefables españoles.
Un escenario verbenero, sorprendente y ambiguo, el Palma Neto, en que se interpretará una nueva obra teatral entre cómica y dramática cuyo final puede ser parecido al de la aurora boreal o el rosario musulmán indescifrable y cuentas interminables, aunque el ejercicio de la duda es admisible porque no hemos calado intelectual y artístico de la estrella. Y si no es capaz de darnos una alegria de reyes magos el PSOE perderá infinidad de votos de su ala más moderada y europea afines a Ciudadanos. No es en estos días la cuestión prioritaria esa moción de censura presentada precipitadamente, aunque se empeñen los comentaristas más sesudos del huerto del periodismo racial, en caliente, porque hay otro debate más serio y profundo. Aparentemente la moción y sus pinzas se han presentado contra Rajoy y sus partidas pero el pulso, el mano a mano, lo están librando Sánchez y Rivera, subterráneamente. El PP es el blanco aparente para ser abatido, pero el adversario en peligroso ascenso y más en semanas próximas, es el líder naranja. En Ferraz, el Sanedrín Socialista, interesa cuestionar el discurso regenerador y españolista de Albert Rivera, pero golpean al vacío, ya que las alianzas del PSOE con los populistas ultras de Pablo Iglesias, los separatistas corrompidos catalanes, los anticapitalistas y los filo-etarras vascos es un lastre de excesivo peso. La pregunta clave que nos hacemos la gente corriente, aparte de ambiciones atípicas del líder socialista, es de cajón ¿ si este bloque fragmentado de una izquierda rota es un peligro hasta para la propia supervivencia del PSOE a qué viene esa moción, salvo que salte un conejo monumental entre las manos de Pedro Sánchez, ocurra lo que ocurra, desde un fracaso histórico o un triunfo frente populista con olor a pólvora de tan triste recuerdo cuando se mezclan demócratas sinceros y leninistas inventores de dictaduras con republicanos moderados con el riesgo de ser arrastrados por los suelos de una democracia oncológica?

En el brutal juego de la ruleta rusa o jugar con fuego en la actual pésima situación de la vida española vuelven a ganar puntos los partidos regionales como el PNV vasco-navarro, los canarios y algunos más, que nuevamente se han llevado buenas tajadas monetarias a sus propios territorios, y en otras oportunidades las palmadas cariñosas del Gobierno de turno con premios menores pero necesarios.
En esta ocasión con una Moción de censura que debe esconder intenciones de todo tipo, nuevamente los partidos de una media decena de Comunidades Autónomas adoptarán votaciones decisivas, y si me aprietan, no me gusta la desgastada palabra, históricas. Sobre todo el PNV que hace días ayudó a la aprobación de los PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO, y lo hicieron como «salvadores» y ejemplo de praxis política que se llaman cinco mil millones de euros. Este laberinto endiablado es seguido al detalle, día a día y con suspense, las élites murcianas y los poderes fácticos, los de la pela es la pela fenicia, y atentos a los movimientos tácticos inmediatos del partido regional de Alberto Garre, SOMOS REGIÓN, que estará tomando nota de las lecciones de los jugadores del póquer español, que no del separatismo, que fluye de las masas grises de Ciudadanos, ante el miedo del Partido Popular que se ha dejado en el camino que vimos en una gran nación que se llama España. Hasta los socialistas se han maquillado de algo de nacionalismo castellano, un camuflaje vistoso que están sembrando los golpistas catalanes comprados a precio de saldo internacional en las tiendas populistas y de la CUP ácrata.
PUNTO Y FINAL.- Las imágenes de la pasada semana dibujan una España instalada sólidamente en el caos de la política que generan nuestros políticos. Es como si todos ellos se hubieran vuelto locos, el clamor de unas elecciones recorre el país y perseguirá al presidente Rajoy. También se debieran adelantar en la Región que sigue dando tumbos y gastando en publicidad institucional a favor de López Miras. A veces pienso durante las últimas horas de la noche, entre brumas, que si sería mejor que Pedro Sánchez debe elegir que el Gobierno de Rajoy fallezca políticamente en una lenta agonía, por falta de alimento ético o suministrarle unos gramos de cianuro instantáneo facilitado por el golpismo catalán y sus colaboradores circunstanciales, siempre lo son, populistas de chalets, para que en la batalla dejar viva la España que deseamos.
Es seguro, leo, oigo y veo, que la sentencia Gürtel es solo una cata DE LO QUE ESTÁ POR LLEGAR. Una riada de CAJAS B flotan sobre las aguas del padre Segura que baña los pies murcianos y las manos largas. El Tribunal Supremo se ha desbordado, me han comunicado por hilo directo, poniendo en aviso que los diques que ha levantado un murciano se han derrumbado como una pompa de jabón con una raya blanca esnifada, que tanto consumen los intocables de los lobbys. Ya contaré un día, cuando me chute fuertes dosis de testiculina de que va eso de esnifar sentando un trasero justiciero. Habrá que hacer chequeos muy serios porque LO DE LA CALLE SANTA RITA es puro divertimento.
