Ofrecemos a nuestros lectores y lectoras, un crítico comentario sobre unas deleznables declaraciones del ex furriel pepero en C/Corredera y ahora Presidente Popular de Murcia, López Miras, que de la mano y por dedazo, palabra, obra y omisión del recientemente sentenciado por corrupción Pedro Antonio Sánchez, ocupó el sillón de Presidente del Gobierno de una Comunidad Autónoma apesebrada y en pleno declive social, económico y ético, cuando nadie se enteraba de nada de lo que estaba pasando en el Palacio de San Esteban y en sus estafetas municipales, en pleno desenfreno corrupto.

Dice el genial politiquero que colocó su amo en el puesto de mando y de mayor riesgo, al timón del buque insignia panocho, en su nefasta intervención este Domingo en Mazarrón: ”Con la perspectiva de los años, hay cosas que no se han hecho bien aquí y es evidente que el PP ganó las elecciones, correspondiéndole a Alicia Jiménez la Alcaldía arrebatada en un oscuro pacto de intereses”. Pasó por alto y olvidó, por lo que él es Presidente de la CARM, de lo que habría mucho que hablar y contar. Porque claro, NO, NO es lo mismo que Conesa sea el candidato más votado y él fuese investido presidente en un siniestro acuerdo con Cs, quien traicionó a su electorado al haber prometido públicamente que nunca gobernaría con corruptos y acabaría con la hegemonía popular en Murcia.

Se explayó a sus anchas con el Regidor municipal, Gaspar Miras, en un inesperado ataque directo “Miras contra Miras”, a quien parece tener excesiva inquina criticándole ferozmente y tratándole de desleal, mediante bajunas e injuriosas acusaciones de juzgado de guardia, que no venían al caso y, que el gabinete jurídico de Princesa o del Consistorio, deberían estudiar concienzudamente por ser motivo de querellas incluso penales. Si hay que recuperar la confianza de la gente, como pues que se eviten cuanto antes los desafueros y se modifiquen ciertos comportamientos en cargos públicos, predicando con el ejemplo.

Es preciso que el partido popular pierda las elecciones porque la sociedad murciana lo necesita. Cuando observamos lo ocurrido en estos años, hay una serie de circunstancias que evitan que la acción del Gobierno se perciba real. La sociedad murciana no está contenta. En los momentos actuales vemos un abuso excesivo de lo que se llama política de gestos, de recurrir mucho a una foto, a mensajes rápidos, a un eslogan e incluso improvisación ¿Hay una posición del Gobierno murciano sobre los grandes retos de la Región para los próximos años? No se percibe. Vemos una actividad poco sólida. Lo que está claro es que algo se está haciendo muy mal. La pérdida de confianza en el PP ha sido brutal. Es palpable la imagen que se da de falta de eficacia. Lo que es achacable a López Miras y a los gobiernos anteriores. No se entiende el enfoque de ciertos asuntos y de cómo se están llevando. “Y muletazo y estocada final en esta corrida sintomática de la nadería: UN PRESIDENTE DEL PP NO PUEDE SER ELEGIDO A DEDO. HAY DESCONTENTO EN LA MILITANCIA PORQUE NO SE HACEN CAMBIOS. HAY QUE EVITAR A LOS PROFESIONALES DE LA POLÍTICA”.

En este cúmulo de errores, una lluvia sin agua, el Presidente ha participado sin gloria ni rumbo para conducir a la Región a un laberinto de despropósitos descabellados a los que hay que sumar una epidemia de graves irregularidades, una corrupción galopante que llegó hasta la cúpula del partido popular y el desbarajuste económico amontonando un déficit que se mantiene hasta hoy, bajo la sospecha récord, otra más, de ser posiblemente el único cacicato sin haber cumplido los deberes económicos y sociales.

Es verdad que la Región siempre ha estado dando tumbos, tanto con el partido popular como con los socialistas y la actual oposición desorientada e inoperante. El drama de Murcia existe, no es de hoy, viene desde muy lejos agudizándose con la llegada de unos personajes, desde la transición hasta hoy, con perfiles muy discretos, intelectuales, culturales y políticos que no han sabido elevar el techo de bienestar de una sociedad que va muy atrasada respecto a otras regiones españolas. El atraso murciano es la obra inacabada de unos dirigentes que lo han querido, que lo deseaban y los han mantenido, amaestrando a un pueblo por si talentoso pero sin posibilidades de desarrollarse debidamente. Un somero análisis de lo que tenemos y de lo que nos espera, nos desespera y amarga, y en esta crisis de valores, los medios de comunicación tradicionales, también han sido culpables y responsables de una situación deplorable. Solo el ejemplo flojo de desenmascarar la mancha extensa de la corrupción, la tercera más elevada de España, es muestra de que el laberinto murciano solo puede tener una salida, complicada y llena de riesgo, pero una salida al fin y al cabo, que es la formación de un partido regional que acabe con el “bipartidismo infiel”.

La Región de Murcia necesita partidos capaces de afrontar, solucionar y eliminar el peso de una crisis de siempre que daña los intereses ciudadanos, nos mantenemos entre los últimos de la clase del país. Hay que sacudirse la modorra caciquil. Formaciones políticas del lugar que exijan a los grandes de Madrid implicarse mucho más en la búsqueda de un futuro prometedor, en nuestros intereses próximos, y que no se limiten a pasearse por nuestras calles, plazas, mares y campos en la búsqueda de fotografías para meterlas en las urnas.

El problema acuciante del agua (AGUA PARA TONTOS) es paradigmático de esta crisis que nos ahoga o nos secan las gargantas. Más de tres lustros después seguimos atascados, porque en el poder se mantienen los descendientes de aquellos otros y los que han llegado arrojando flores con exceso de espinas. Palabras, palabras, palabras…Cuidado, en algunas ocasiones la paciencia estalla en impaciencia sin límites. La Región de Murcia a primera. O no seremos nunca nada. Una estrella solitaria en el firmamento oscuro de la noche española de estos días amargos. Tenemos sensación de desamparo. No podemos seguir siendo una pedanía de La Moncloa.

 

POST SCRIPTUM: “Entre el ruido y la furia, emerge el fracaso del bipartidismo. Hay una vertiente bonapartista en los dos partidos políticos españoles”.

“COLECTIVO “OPINIÓN PÚBLICA”