No vale con dejar que sean otros los que nos suministren lo que no tenemos, para que lo nuestro quede impoluto. No se puede defender el medio ambiente aquí, mientras compramos lejos todo lo que necesitamos. La Unión Europea tiene definidas una serie de materias primas que se denominan críticas o esenciales, y lo son, fundamentalmente porque hay más demanda que oferta. Esas materias primas críticas o estratégicas, no llegan a 40 y entre ellas están el aluminio, el cobalto, el litio, el helio, el cobre o el níquel, por citar algunas. Según los expertos si no ponemos remedio, la falta de estas materias nos va a arrastrar a una crisis sin precedentes. Una crisis sin precedentes mucho más grave que las que hemos vivido hasta ahora, que pondría en entredicho la cacareada transición energética, de la que tanto tiempo llevamos oyendo hablar. La dependencia de estas materias primas estratégicas nos hace especialmente vulnerables. Lo hemos visto con el gas, lo vamos a ver con el petróleo y habrá sin duda otras, que nos pongan entre la espada y la pared porque son prioritarias para que las industrias puedan seguir funcionando.
La UE exigirá tramitar proyectos mineros en menos de tres años. En el subsuelo de Europa hay una treintena de minerales que son claves para la subsistencia industrial y la descarbonización. Se estima que en España al menos hay más de la mitad de ellos, en Mazarrón algunos. Pese a esta riqueza de tierras raras y otras materias primas, las industrias tienen que buscar proveedores fuera, sobre todo en China y Brasil. Ahora la UE quiere reducir esta dependencia. Una nueva directiva en negociación exigirá que al menos el 10% de los materiales sean extraídos en la UE y que los proyectos mineros se tramiten en poco más de 24 meses.
Es llamativo además que muchas de estas sustancias están entre nosotros, más cerca de lo que creemos. Obtenerlas requiere eso sí, abrir las minas correspondientes para poder extraerlas. Este punto genera un rechazo social de tal calibre que impide avanzar por esta vía. Igual ya ha llegado el momento de hacer una labor pedagógica y explicativa de lo que es la minería del siglo XXI y de lo que nos estamos jugando. No vale con dejar que sean otros los que nos suministren lo que no tenemos, para que lo nuestro quede impoluto. No se puede defender el medioambiente aquí, mientras compramos lejos todo lo que necesitamos. Todo lo que hacemos tiene siempre ventajas e inconvenientes, y hay que valorar muy bien lo que ganamos y lo que perdemos antes de desestimar cualquier cosa. Falta de autosuficiencia y excesiva dependencia pueden ser una combinación no sólo excesivamente cara, sino letal. Ya va siendo hora de abrir el debate en serio para no lamentarnos cuando las cosas no tienen remedio.
La guerra en Ucrania ha puesto en cuestión nuestro modelo energético, pero un año después lo que se ha avanzado para cambiarlo es tan nimio que prácticamente es inexistente. Estamos perdiendo una oportunidad de oro para hacer cambios estratégicos y no solo coyunturales derivados de la situación actual. En todo en la vida, y en el ámbito económico también, adelantarse y preparar posibles escenarios no sólo es jugar con ventaja, sino en algunos casos incluso una cuestión de supervivencia. Y mientras seguiremos pagando.
La reconversión industrial en Europa yace dormida en el subsuelo. Bajo sus mantos verdes y ocres se ocultan buena parte de las 34 materias primas fundamentales que la UE necesita para sostener su industria. En España hay activas 2.750 minas, dan trabajo a 35.000 personas. El gran obstáculo es la agenda verde del Gobierno y la oposición de los grupos ecologistas, que se oponen a la apertura de nuevas explotaciones. Un debate honesto, sincero, transparente y desinteresado que muestre sin tapujos la cruda realidad y abra los ojos a la población, es necesario e incuestionable. Porque es obvio que España, la Región de Murcia y Mazarrón, forman parte de Europa y se encuentran en ese punto caliente del mapa minero europeo. MINAS SÍ O MINAS NO !He ahí la cuestión!
POST SCRIPTUM: ”La naturaleza es el sustento universal de los seres vivos”.