Imágenes en las redes sociales demuestran que no todos los padres siguen las indicaciones de Sanidad en el primer día de salidas infantiles
«No sé quién tenía más ganas de esto, si ellos o yo», han reconocido muchos de los viandantes consultados por Efe que han aprovechado para pasear con sus hijos en la primera jornada de permiso concedida por el Gobierno desde que el pasado 14 de marzo se decretara el estado de alarma.
Es el caso del pequeño Simón, de 2 años, quien según su madre, Carolina, aguardaba desde primera hora el momento de salir, impaciente junto a la puerta con las zapatillas puestas y sin haberse quitado siquiera el pijama.
Pocas mascarillas
En el centro de Madrid las escenas han sido de relativa calma aún con el entusiasmo inicial, con coches policiales de paso esporádico por las principales calles. Sin embargo, las redes sociales se han llenado de quejas con fotos y vídeos de padres acompañando a sus hijos en pequeñas aglomeraciones que demuestran que no todos están siguiendo las indicaciones de Sanidad y algunas faltas evidentes al tan reclamado distanciamiento social.
Sin embargo, el ministro de Sanidad no ha reprimido estos comportamientos en su comparecencia en Moncloa y ha apelado a la «responsabilidad» de todos al tiempo que ha recordado la importancia de cumplir con las normativas de distancia social de al menos un metro y medio.
Entre esos primeros paseantes, pocas mascarillas. A este respecto, la guía editada por el Gobierno indica que no son obligatorias, solo recomendables donde no se puedan guardar los dos metros de separación y para niños a partir de 3 años cuando se pueda asegurar un uso adecuado de las mismas.
«Ni con sus dibujos favoritos cosidos hemos conseguido que quisiera ponérsela», ha reconocido Delia ante la reacción de uno de sus sobrinos.
¿Bicicletas permitidas?
Desde la Policía Foral sí han señalado que numerosos vecinos de Pamplona se han quejado porque muchos padres también han sacado las bicis a la calle para acompañar a sus hijos. En este sentido, han indicado que la normativa es algo «ambigua», aunque se está siguiendo el criterio expresado de que los acompañantes de los menores no pueden ir en bicicleta.
Ajenos a «estas cosas de mayores», los niños han disfrutado de su primer día al aire libre, ya fuese a orillas del río Urumea, una de las zonas más concurridas de San Sebastián, o por la playa y el paseo de San Lorenzo, en Gijón, donde padres y niños portaban mascarillas y guantes, pero también paraguas y ropa de abrigo.
Mucho más agradable y soleado el tiempo en Valencia, donde se ha optado por las grandes avenidas, como las paralelas al antiguo cauce del río Turia, donde un helicóptero repetía por su megafonía el siguiente mensaje: «Les habla la Policía, deben respetar la distancia de seguridad y los horarios establecidos».
Multas de 600 euros
El incumplimiento de las normas establecidas para el paseo con niños podría conllevar sanciones desde 601 euros, según advierte Legálitas basándose en la Ley de Seguridad Ciudadana, y entendiendo que estas multas irán en la misma línea que el resto de las sanciones por no acatar las restricciones de movilidad que hasta el momento se están tramitando.
Así, la compañía de seguros y servicios jurídicos precisa que podrían conllevar una sanción de 601 euros las siguientes conductas: salir con los niños antes o después del toque de queda (el horario permitido es de 9.00 a 21.00 horas); salir con un número de niños superior a los tres permitidos; acceder a parques infantiles, o estar a más de 1 kilómetro de distancia del domicilio.
La cuantía de la multa, según señalan, podría aumentar hasta los 1.500 euros si se aprovecha el paseo con el niño para reunirse con otros padres o madres de otros niños a charlar o compartir el paseo. También podría aumentar la sanción, según añaden, si el paseo se hace a muchos kilómetros de distancia de la vivienda, visitando algún lugar periférico.
Para estimar estas sanciones, Legálitas se basa en la Ley de Seguridad Ciudadana, concretamente, en el artículo 36.6 de dicha norma en el que se considera una infracción grave la «desobediencia o resistencia a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones». Si bien, señala que, según la Abogacía General del Estado, tiene que existir necesariamente un requerimiento expreso e individualizado por parte del agente de la autoridad que no resulte atendido, es decir, que no puede ser calificado automáticamente como infracción.
EL ESPAÑOL